ϲαριτυℓο 65

136 15 2
                                    

Finalmente las chicas habían llegado a puerto Ormos.

- Me encanta sumeru- Comento Paimon para sacar plática.

- Si, es agradable- Respondió Lumine secamente.

Paimon se rindió, supo que no podría obtener más que esa respuesta por parte de su compañera.

La rubia por su parte no tardó en ver a un grupo de jóvenes, con ropas peculiares, seguramente pertenecían a la academia, así que no dudo en acercarse en silencio para obtener algo de información.

- Asi que venta y compra de información- Dijo Paimon al terminar de escuchar la conversación.

- Bueno ciertamente no me sorprende, quizá podamos buscar a esos eremitas y ver qué sucede.

- Pero no podemos darnos el lujo de gastar todas esas moras.

- La información debe valer la pena.

- Está bien, pero antes de eso, podemos comer algo, ya casi es medio día y Paimon se muere de hambre.

- Bien Paimon, vayamos a la taberna, quizá ahí encontremos algo para comer.

Ambas se encaminaron hasta el lugar y una vez ahí pidieron algunos aperitivos, mientras esperaban, Lumine noto que un grupo peculiar se sentaba justo detras de ellas, la rubia no era una chismosa pero al oírlos hablar del rey escarlata comenzó a prestar atención.

Justo cuando los eremitas terminaron de conversar los bocadillos llegaron y Paimon comenzo a comerlos, Lumine le hizo una seña de que se quedará ahí, antes de pararse de la mesa e ir hacia ellos.

- Buenas tardes- Saludo la viajera.

Ambos eremitas la miraron de pies a cabeza.

- ¿Quien eres y que quieres?- pregunto uno de ellos.

- Soy una estudiante de la academia y estoy interesada en algo de información.

- La información es valiosa, así que cuanto estás dispuesta a dar?

La rubia saco una pequeña bolsita con moras.

- Que te parece 500, 000 mil moras, es suficiente para ti?

- Si que sabes hacer negocios, ve a esta dirección, seas lo que esté buscando seguro lo encontrarás ahí, así que puede irte de una vez.

- Bueno, estoy interesada sobre el rey escarlata, hay algo puedas decirme.

- Supongo que ya que me has pagado no hará mal darte un poco de información extra, hace años el rey escarlata fundó una civilización en desierto, una que era muy avanzada incluso más que lo que es sumeru en la actualidad, el era el verdadero dios de la sabiduría, pero fue traicionado por Rukkhadevata, esa desvergonzada destruyó la civilización, además junto con la academia encubrieron aquel suceso y crearon su fachada de diosa misericordiosa, me repugna el solo pensarlo. Pero el rey escarlata no está muerto, el puede resucitar, así que recuérdalo, mi dios volverá.

- ¿El volverá?- Pregunto la joven.

- No tengo nada más que contarle a la academia así que largo de aquí.

Lumine solto un suspiro, pero ya tenía lo que quería así que estaba dispuesta a irse, pero antes de dar un paso una tercera voz se alzó y llama la atención de todos.

- Es hombre acaba de mentirte- Dijo el hombre de cabellos grises, esbelto y con bastante musculatura.

- De nuevo tu?

- Así es, te lo advertí, le dije que si no estaban dispuestos a hablar conmigo les haría el trabajo más difícil- está vez miro hacia la chica- Esa direccion es falsa, solo te van a sacar más moras.

Paimon tardo en unirse a ellos puesto que había comido y guardado los bocadillos de Lumine ara dárselos más tarde y no desperdiciar lo que habían comprado, para cuando la albina se unió a su compañera, vió al par de eremitas discutiendo con un peli gris, un joven muy apuesto según el gusto de ella, justo cuando iba a pedir una respuesta,los eremitas se dispusieron a irse, no sin antes ser detenidos por el hombre y hacer que le devolvieran las moras a Lumine.

El mayor se retiró no sin antes intercambiar alguna palabras con el dueño de la taberna.

- ¿Que acaba de pasar?... No es no es importante ahora, el nos regreso las moras, vayamos con el.

Lumine asintió y camino detrás de el.

- Se que nos nos conocemos pero gracias por hacer eso.

- No hay necesidad, buscaba una oportunidad de acercarme a ellos y ustedes me la dieron así que estamos a mano, si eso es todo me voy.

- No espera aún hay algo que queremos saber, seguramente tú su sabes sobre "eso".

El peligris miro a la rubia.

- ¿Quien eres realmente?

- Soy Lumine una viajera y puedo ayudarte en tu enfrentamiento.

El pareció pensarlo unos segundos antes de hablar.

- De acuerdo viajera, ve hacia este lugar, ahí quiza encuentres lo que buscas.

- Nos veremos en el muelle a la hora acordada, ahora me retiro, oh ahora lo recuerdo, mi nombre es Al haitham.

Tras decir eso el hombre se marchó.

- Bueno supongo que tendremos que buscar eso.

.
.
.

Notas:

Hola a todos disculpen la tardanza pero estoy de vuelta, espero les guste el capítulo, muchas gracias por su paciencia!

єℓ мοτινο ∂є иυєѕτяο νιαנєDonde viven las historias. Descúbrelo ahora