SeoYeon Pov
Una semana más comienza en el recinto de aprendizaje, y qué mejor manera de iniciarla que llegando un poco tarde.
Sohyun me esperaba, pero mamá le pidió que se marchara al verme aún dormida. Desperté sobresaltada, olvidé guardar algunos artículos en mi bolso, como mi pluma y libros de historia, y para complicar las cosas, el autobús tardó en llegar.
Pero aquí estoy, ascendiendo las escaleras hacia el aula 25C para mi lección de geometría.
Toqué la puerta y asomé la cabeza por la pequeña ventana, viendo cómo el profesor me indicaba que entrara.
Ingresé tímidamente. No es usual que llegue tarde, creo que en toda mi vida estudiantil apenas me he retrasado unas diez veces, o tal vez menos.
Busqué el asiento vacío junto a Nien, pero lo encontré ocupado.
Maldita traidora.
—Señorita Yoon, aquí hay un puesto vacío—, anunció el profesor, señalando la mesa desocupada junto a YooYeon, frente al pizarrón. Perfecto.
Me dirigí hacia donde me indicó, saqué mi cuaderno y recordé que no traje mis lápices. Al levantar la vista, buscando un lápiz sin usar, noté que solo había uno, en la mesa de Hayeon, una chica sentada en el último puesto, y en la de YooYeon, junto a mí.
Opté por la opción más inteligente.
—Psst, Hayeon—, susurré, tratando de llamar su atención. —Hey, Hayeon—, agité mi mano para que me viera.
—Yoon, llegas tarde y comienzas a hacer desorden—, reprendió el profesor, y sentí todas las miradas posadas en mí.
—Lo siento mucho—, me disculpé y me giré hacia el pizarrón, soltando un suspiro y pensando en otro plan.
En ese momento, vi un bolígrafo azul frente a mí. Seguí el brazo que lo sostenía y me encontré con los ojos de YooYeon.
—Ten—, ofreció.
—Gracias—, respondí, y me apresuré a escribir antes de que cambiaran de tema y borraran la pizarra.
La clase pasó rápidamente, ya que solo estuve presente la mitad del tiempo.
—SeoYeon—, una voz hermosamente suave, aunque poco conocida para mí, me detuvo.
—Dejé tu bolígrafo dentro de tu cuaderno. Gracias otra vez—, dije.
—Sí, ya lo guardé. Pero no era eso—, miró a su alrededor. —¿Podemos hablar?—.
—Em, por supuesto—, asentí amablemente.
—Quería... quería pedirte disculpas por cómo te traté la semana pasada. Sé que fui dura contigo, cuando todo lo que querías era ayudar", se disculpó.
—Tranquila. Como tú dijiste, no me conoces, así que no es tu obligación agradecerme—, respondí.
—Realmente lo siento. No estoy acostumbrada a que me defiendan. De donde vengo, teníamos amigos, pero cada uno debía salvarse por sí solo—, explicó encogiéndose de hombros.
Vi a Sohyun más atrás, quien me miraba con una sonrisa pícara, levantando y bajando ambas cejas rápidamente. La ignoré por completo y volví mi atención a YooYeon.
—Bueno, gracias por tus disculpas. Espero que algún día podamos hablar de nuevo—, expresé.
—Nos vemos—, se despidió.
Soohyun se acercó rápidamente a mí.
—Luego te explico lo que pasó—, dije antes de que comenzara a atacarme con preguntas.
Al día siguiente, apenas cerré mi casillero, sentí unas manos en mi cintura y de repente tenía encima a una chica abrazándome por la espalda y arrastrándome por el pasillo. No necesité preguntar quién era, reconocí su perfume y el color de su camiseta.
—Dahyun, suéltame ahora—, exigí moviendo un poco mi cuerpo.
—Estás tan lenta hoy. Me cansé y quiero llegar rápido a la cafetería, porque Kaede dijo que había pasta para el almuerzo—, se excusó.
—Y qué decir de tus ojeras—, la apoyó Sohyun.
—¿Estás bien, SeoYeon?—, preguntó Kaede. La única que se preocupaba.
—Sí, es solo que como ayer llegué tarde, hoy puse muchas alarmas para no volver a quedarme dormida.
—¿Y cuál es el problema?—, cuestionó mi amiga.
—Que se equivocó y las puso dos horas antes de lo debido—, Sohyun respondió por mí y Dahyun me soltó de su agarre dejándome frente a la puerta de la cafetería.
—Y no pude seguir durmiendo luego—, terminé antes de seguir a Dahyun, que ya había entrado en busca de su comida.
Con mi bandeja ya llena de pasta, me dirigí a nuestra mesa habitual. Inconscientemente, mi mirada se desvió hacia la mesa ocupada por YooYeon.
Lo extraño era que ella no estaba allí, en su lugar estaban Kotone y su grupo de seguidores.
Tomé asiento junto a Sohyun, frente a nosotras estaban Dahyun y Kaede.
Estuvimos cinco minutos comiendo en un cómodo silencio cuando vemos una sombra acercarse a la mesa. Todos levantamos la mirada para observar a YooYeon con su bandeja en las manos.
—Emm, Sohyun —dice tímida, y la nombrada la saluda—. Es que la mesa que he usado estas semanas está ocupada por Kotone, y realmente no quiero tratar con ella, aparte de que las mesas no tienen nombre.
—Sí, lo noté. Yo creo que lo hace para molestar —dice mi mejor amiga limpiándose la salsa de tomate de su boca con una servilleta.
—Me preguntaba si podía almorzar con ustedes hoy, ya que tú y Dahyun son las únicas con las que he hablado más de lo normal por el equipo de baloncesto.
—Pero claro, siéntate.
—Eso no se pregunta. Esta mesa siempre está disponible para gente simpática como tú —Dice Dahyun haciendo que la chica sonriera tiernamente. Se sienta en la banca vacía junto a Kaede y continuamos comiendo.
Las chicas hablaron todo el almuerzo del equipo, incluyéndonos algunas veces, mientras que Kaede y yo preferimos hablar de una nueva serie que salió en Netflix de jóvenes que descubrían cosas extrañas de su pueblo. Como siempre, cinco minutos antes de que suene la campana nos paramos e invitamos a YooYeon a que saliera con nosotras, ya que luego le tocaba una clase con Dahyun.
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La Chica Misteriosa - YooSeo
FanfictionSeoYeon es una chica tranquila que está cursando su ultimo año y planea disfrutarlo al máximo con sus amigas, pero su vida comenzará a tener un giro misterioso mientras intentará descubrir todos los secretos de aquella chica desconocida, Kim YooYeon...