Capítulo 13

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SeoYeon Pov

El ambiente del karaoke siempre resultaba exquisito. YooYeon no desentonaba en absoluto al cantar; debo admitir que su voz me sorprendió gratamente. Todavía me duele el estómago de tanto reír junto a Kaede, al escuchar a las chicas intentar cantar y bailar una canción de los Backstreet Boys.

Pero ahora, llegaba el momento que menos disfrutaba.

—Verdad o reto —pregunta Dahyun a Sohyun.

—Verdad.

—¿Cuál ha sido la mayor vergüenza que has pasado estando ebria?

—¡Pero si ustedes estaban ahí! —se queja Sohyun.

—YooYeon y yo no —salta Kaede.

—Está bien... Una vez que salimos, estuve hablando muchísimo con un chico bastante guapo, luego de que me besara, no lo vi más. Me fui a tomar unos tragos con ellas —dice refiriéndose a Dahyun y a mí— y me pasé emborrachándome. Luego el chico se acercó a mí y me pidió mi número. Se lo estaba dando cuando se me devolvió todo lo que había consumido y lo vomité. Luego traté de arreglarlo, pero terminé manchándole el pelo de vómito con mis manos.

—Te prometo que no me cansaré de escuchar esa historia —dice Dahyun entre carcajadas y limpiándose una lágrima—. Por suerte llegó SeoYeon y te sacó de ahí.

—Siempre te lo agradeceré —me dice a mí.

—YooYeon, verdad o reto —la encara Kaede.

—Em... Verdad —duda un poco antes de responder.

—¿Con cuántas personas te has acostado? —le pregunta mi amiga y la miro atenta, ya que me dio mucha curiosidad saber la respuesta.

—Con... Ninguna —responde avergonzada.

—Hey, no te avergüences, aquí somos todas vírgenes —le anima Dahyun. Sohyun levanta la vista sorprendida.

—Apenas tenemos dieciocho algunas, y ninguna está apresurada en dar ese gran paso —digo yo.

—SeoYeon, verdad o reto —cambia de tema mi amiga—. Por favor di reto, porque me cansa que todos digan verdad.

—Está bien. Reto —Se mira junto a Kaede, quienes son siempre las encargadas de hacer las preguntas y dar retos.

—Besa por cinco segundos a alguien de esta habitación. A quien quieras.

—Estás bromeando, son como mis hermanas. Supéralo, nunca te elegiré a ti —le bromeo—. A Sohyun.

—No, es injusto, siempre a ella —me detiene Kaede.

—Es que siempre me dan el mismo reto —me encojo de hombros.

—Bien, te lo cambio entonces— habla Dahyun—. Te reto a besar a YooYeon por cinco segundos.

Miro de reojo a YooYeon quien se sobresalta en su puesto y mira nerviosa al suelo.


YooYeon Pov

—Bien, entonces cambiemos el rumbo del juego —intervino Dahyun—. Te reto a darle un beso a YooYeon por cinco segundos.

Sobresaltada, doy un pequeño salto al escuchar la proposición. ¿Me gustaría? Sí, lo admitiré, pero ¿lo confesaré? No. Bajo la cabeza, nerviosa.

—También contaría como un reto para YooYeon.

—Vamos, SeoYeon, nunca has rechazado un desafío. Eres la estrella en esto —la animó Dahyun.

—No creo que a YooYeon le importe, es solo un juego —añadió Sohyun—. ¿Verdad, YooYeon? —me mira directamente.

—Em... No, no me molesta —respondo con un tartamudeo nerviosa al imaginar sus labios junto a los míos.

Encuentro a SeoYeon tremendamente hermosa; me cautiva la forma en que sus labios se curvan al sonreír. He fantaseado muchas veces con el sabor de esos labios, pero es solo una tontería.

Una tontería que ahora podría hacerse realidad.

Sin previo aviso, SeoYeon se coloca frente a mí.

—Lo siento —dice antes de que nuestros labios se encuentren.

Me toma por sorpresa, pero me relajo para saborear su dulce beso. No hay movimiento, solo la suave presión de sus labios sobre los míos, suficiente para hacerme cerrar los ojos y sentir su cálido aliento.

Después de unos segundos, las demás comienzan a contar.

Sin darme cuenta, rodeo su cintura con suavidad y profundizo el beso, buscando una respuesta que ella gentilmente me devuelve con un ligero movimiento.

Un revuelo de mariposas, una sensación que no experimentaba desde hace tiempo, revolotea en mi estómago.

Mariposas que, en otro tiempo, fueron asesinadas por la traición.

Con ese temor y recuerdo presentes, me separo de SeoYeon, quien me mira fijamente, intimidándome por un instante. Luego, me sonríe, y toda la aprensión que sentí desaparece, reemplazada por una alegría que se expande desde mi corazón hacia cada rincón de mi ser.

—No es por nada, pero conté hasta doce —interrumpe Dahyun, y todos reímos.

SeoYeon vuelve a su lugar junto a su mejor amiga, pero no sin antes cruzar su mirada con la mía.

¿Cómo es posible que me sienta así por alguien que conozco apenas hace un mes y medio? ¿Habrá algo especial en ella que despierte estas emociones en mí?

El juego continúa tranquilo, sin retos que impliquen contacto físico.

Después de disfrutar del pastel de limón, nos acomodamos en los sofás para charlar. Kaede se sienta en un sillón individual, SeoYeon y Sohyun en otro, con la cabeza de SeoYeon apoyada en las piernas de su amiga. Yo me siento junto a Dahyun en otro sofá grande.

—¿Están listas para el partido del sábado por la tarde? —pregunta Sohyun a Dahyun y a mí.

—Estoy un poco nerviosa, será mi primer partido.

—Tranquila, todo saldrá bien —me anima Dahyun a mi lado.

—Por fin algo emocionante para el sábado —dice SeoYeon levantándose del regazo de Sohyun—. ¿Vamos, Kaede? —la chica guiña un ojo mientras se lleva otro bocado de pastel a la boca.

—Genial —aplaude Sohyun—. Jugaremos como visitantes a las 16 horas. Tienen una cancha bastante amplia, lo que podría favorecerles por estar más acostumbrados.

—Sé que pueden hacerlo —nos alienta SeoYeon.

—Te enviaré la dirección por WhatsApp cuando llegue a casa; la tengo anotada en algún lugar —avisa Dahyun, y SeoYeon le devuelve el gesto con un guiño.

El resto de la reunión transcurre tranquilamente. Jugamos al Monopoly, conversamos sobre los próximos exámenes y respondí preguntas sobre mis primeras semanas en el instituto con un simple "Si no fuera por ustedes, seguiría comiendo sola en la cafetería".

Alrededor de las 2 de la mañana, me despido de mis amigas para subir a mi motocicleta y dirigirme a casa.

Quizás nunca mencionemos el beso de nuevo, ya que no fue algo relevante en el día. Pero para mí, no he logrado sacarlo de mi mente desde el momento en que ocurrió, hasta ahora, mientras me acurruco bajo las sábanas para conciliar el sueño.

La Chica Misteriosa - YooSeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora