Capítulo 24

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YooYeon Pov

—Debo retirarme. Necesito aire fresco —Anuncio.

Desde que el líder nos dejó, han transcurrido dos hora y ahora me encuentro junto a Naky fuera de la estancia. Me levanto con esfuerzo y comienzo a transitar con pesadez.

Me encamino hacia la urbe, buscando el único rincón donde hallar algo de paz.

Una vez en la calle, contacto a SeoYeon por el teléfono móvil. Presiento que aún está despierta, pues la luz de su habitación continúa encendida.

—¿YooYeon? ¿Estás bien? ¿Qué ocurrió? —Pregunta apenas responde.

—Necesito a alguien —Mi voz apenas alcanza a salir.

—Por supuesto, ¿dónde estás? Salgo hacia allí enseguida.

Corta la llamada y en segundos veo a SeoYeon salir por la puerta principal, apresuradamente colocándose una chaqueta mientras avanza por el sendero hacia mí.

Cuando me encuentra, aumenta su paso y se arroja a mis brazos. Un sentimiento cálido me envuelve, haciéndome olvidar por unos instantes lo ocurrido hace poco.



SeoYeon Pov


—Aquí —ofrezco una taza de té de hierbas para calmarla—. Tu abuelo ahora descansará en paz, dondequiera que esté. Y tú también deberías encontrar algo de paz.

—Lo sé, SeoYeon, pero era uno de los pocos lazos que me quedaban de mi familia. Ahora solo me queda mi padre —susurra entre sollozos.

—¿Qué estás diciendo? —Coloco una mano en su pierna para ofrecerle apoyo—. Tienes a todas nosotras: a Sohyun, a Dahyun, a Kaede, a tu amiga Naky, y a todas las personas que te quieren. La familia no se limita a la sangre. La familia es un lazo de cercanía y amor.

—Lo sé, pero es que...

—Pero no hay peros —la interrumpo antes de que pueda excusarse—. Sé que esto debe ser muy doloroso para ti, pero no puedes quedarte atascada en la tristeza. La vida consiste en una serie de momentos, buenos o malos, y debes seguir adelante. Aunque te sientas sola en el mundo, debes seguir adelante. Por ti misma y por la promesa que le hiciste a tu madre —Quizás soy firme, pero no puedo permitir que se hunda en la tristeza.

Un silencio tenso se instala entre nosotras.

Y de repente, YooYeon se lanza a mis brazos y me sorprende con un beso en los labios.

No tengo tiempo de reaccionar antes de que se aleje.

—Lo siento...

Sin darle la oportunidad de hablar, repito su gesto y le devuelvo el beso. Esta vez, más prolongado y cargado de una intimidad inesperada.



YooYeon Pov



Esta sensación de paz y calor es precisamente lo que necesito para sentirme completa. Una marea de emociones alegres se agita en mi pecho, llenándome de vida y ternura.

Profundizo el beso hasta que SeoYeon queda recostada en su lugar y yo sobre ella, envolviéndola en mis brazos con más fuerza. Nos separamos brevemente para encontrarnos con los ojos, donde todos los sentimientos se reflejan en silencio.

—Algún día, necesitarás conocerlo todo —susurro con suavidad, apenas audible.

—¿De qué estás hablando? —pregunta con una voz más suave y serena de lo normal.

—Olvida eso —respondo antes de volver a reclamar sus labios con pasión, entregándome a ellos como la loba que soy.

Después de un rato de esta dulce rutina, nos quedamos abrazadas por un largo momento. Me acuesto a su lado, y SeoYeon extiende su mano para acariciar mi cabello con ternura.

(...)

—¡Yoon SeoYeon! —Una voz alterada y estridente me saca de mi sueño—. ¡Quiero saber qué significa esto!

—¡Mamá! —Se levanta la chica a mi lado, señalando su propia ropa con los dedos. Creo que ya entiendo lo que piensa su madre—. No es lo que piensas. En absoluto.

—Sra. Yoon, no me encontraba bien y SeoYeon me recibió para consolarme. Es solo eso, y nos quedamos dormidas así —trato de explicar nerviosa.

Si estaba nerviosa en ese momento, ni siquiera puedo imaginar cómo me sentiré cuando entre el padre de SeoYeon a la habitación.

—¿Qué está pasando aquí? ¿Por qué tanto alboroto...? ¡SeoYeon!

—Oh, no... —dice la nombrada cubriendo su rostro con ambas manos. La escena me resulta cómica, pero debo mantener la compostura, así que me contengo cualquier risa que quiera escaparse—. ¿Podemos hablar abajo un momento? —dice llevando a sus padres al pasillo de su casa. Antes de cruzar la puerta, me mira y me hace un gesto de "ya vuelvo, lo siento".

Mientras SeoYeon está con sus padres, aprovecho para mirar las fotos en su habitación. Desde pequeña ha sido adorable. Me río al ver una divertida foto con Sohyun de pequeñas, donde ella la tiene cabeza abajo sosteniéndola por las piernas.

Oigo pasos y siento el aroma de SeoYeon. Me vuelvo hacia la puerta y ella entra algo avergonzada.

—Lo siento, no debe ser agradable para mis padres ver a su "bebé" durmiendo tan cerca de una chica.

—Debe haber sido una conversación difícil ahí abajo... —me acerco para hablar más cerca.

—Lo fue. Les conté todo para tranquilizarlos. Excepto la parte del beso.

—¿Qué parte? —pregunto para molestarla, ya que la escuché perfectamente.

—Del beso —dice tímidamente.

—¿Qué parte? —repito.

—Del be... —Acorto la distancia y, antes de que pueda terminar la oración, la interrumpo con otro beso.

—No conocía esta faceta tuya —dice apenas nos separamos.

—Hay muchas cosas que no sabes de mí.

—Me encantaría descubrirlas.

—Algún día... —la beso de nuevo.

La chica de ojos brillantes se aferra a mí con fuerza mientras nuestros labios se mueven al compás.

Desde entonces, sus labios se convirtieron en uno de mis placeres favoritos. Son cálidos, suaves, y sus besos transmiten una felicidad que nadie había logrado despertar en mí. Ni siquiera Hyungseo.


La Chica Misteriosa - YooSeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora