Capítulo 21

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SeoYeon Pov

Esta mañana me desperté más lúcida, con una energía revitalizada. Tomé mi celular y noté un mensaje de YooYeon.


"Buenos días, ¿Cómo estás?"
"Hoy también vendré a "cuidarte", salgo en 20 minutos."


Observé la hora del mensaje: 9:32. Miré el reloj y vi que ya eran las 9:56.

Maldita sea. YooYeon debe estar en camino.

Me levanté lo más rápido posible, pero me detuve al sentir que la sangre no fluía en mis pies, lo que provocó que cayera sentada en la cama.

Me lavé los dientes, me peiné y rizé mis pestañas para dar un aspecto más fresco. Opté por una vestimenta cómoda, con un short blanco y un suéter color durazno.

Justo en ese momento sonó el timbre, abrí la ventana para ventilar el aroma a encierro de la enfermedad.

Descendí rápidamente las escaleras con cuidado y abrí la puerta para dejar entrar a YooYeon.

—Hola —me saludó con un beso en la mejilla, haciendo que me estremeciera un poco—. Traje más plantas medicinales.

—Genial. El agua de ayer estaba deliciosa.

—Ve a la cama. Subiré con el brebaje mágico —dijo con diversión.

Después de unos minutos, YooYeon ingresó a mi habitación con una taza en las manos. Me la entregó y se sentó en la cama frente a mí, adoptando una postura relajada.

—Gracias —dije tomando un sorbo—. Por el agua y por la compañía. Me siento mucho mejor que ayer al despertar.

—No hay de qué. Es lo mínimo que puedo hacer, considerando todo lo que has hecho por mí —me miró directamente a los ojos.

—¿Qué cosas?

—Desde que nos conocimos, siempre has estado ahí. Me defendiste de Kotone y alegras todos mis días con tus sonrisas —bajó la mirada al final de su frase.

Agradecí que mencionara eso, aunque no sabía cómo reaccionar ante sus palabras. Lo único seguro es que no me sentí relajada. Opté por romper el momento con una pequeña broma.

—Vaya, esto es irónico —comencé a hablar y YooYeon volvió a mirarme—. Al principio casi tenía que suplicarte para que me dijeras un simple "gracias", y ahora lo único que haces es agradecerme.

—Es cierto —se encogió de hombros—. Pero te dije que te daría las gracias el día que realmente hicieras algo por mí. Aunque sonó brusco en ese momento, ahora... ahora tiene un significado diferente. No me di cuenta de que, desde el principio, ya me estabas ayudando a relacionarme con personas como tú, que ahora son mis amigas.

—Las amigas más leales que puedas tener.

—Espero que así sea cuando me conozcan.

La miré seriamente y ella bajó la mirada. ¿A qué se refería con "cuando me conozcan"? ¿Acaso tenía una vida secreta como superheroína? No lo creía.

—¿Quieres comer algo? —cambió abruptamente el tema.

—Sí, por supuesto.

El resto del día lo pasamos comiendo, conversando, viendo películas y jugando a las cartas.

—Te gané —dijo YooYeon orgullosa.

—¿De verdad? No lo creo.

—Claro que sí. Tengo el trío de ases listo.

Mostré mis cartas y levanté una ceja, demostrando mi victoria.

YooYeon levantó ambas cejas y tiró las cartas sobre la cama, rendida.

—¿En serio? Me has ganado cuatro veces seguidas.

—Mi abuelo me enseñó bien —dije mientras ordenaba las cartas.

—El mío siempre estaba ocupado, pero mi madre siempre me enseñó estas cosas. Cuando tenía seis años —la miré sin decir nada—, mi madre murió. Fue un momento difícil para mí.

—Lo siento mucho. Debe haber sido duro para ti.

—Lo fue, sobre todo porque presencié su muerte. Todavía tengo pesadillas con ese momento —habló con tristeza.

Me acerqué a ella y la abracé fuertemente. Ella respondió al abrazo y nos quedamos así por un rato hasta que se calmó y se separó de mí.

—Bueno. ¿Última partida antes de que me vaya? —asentí y mezclé las cartas para comenzar el juego.

Mientras lo hacía, sentí la mirada de YooYeon sobre mí, pero no mencioné nada al respecto. Le entregué sus cartas y ella me aseguró con una breve sonrisa que todo estaba bien.



YooYeon Pov

Salgo melancólica de la casa de SeoYeon, no solo por haber perdido en el último juego, sino por la magia que emana de ella, esa que me envuelve y me reconforta de una manera que no puedo explicar.

Quizás para muchos sería un regalo divino, pero para mí es un dilema, pues no deseo atarme de la forma en que lo estoy haciendo.

Al llegar a mi hogar, subo las escaleras en silencio, evitando que mi padre me sorprenda en este estado.

—Es momento de conversar, ¿verdad? —una voz profunda me detiene y me giro para volver a bajar—. Vamos, hija, es necesario liberar estas preocupaciones. Aunque confiarte a tu padre pueda parecer inusual, quizás mi experiencia pueda brindarte algo de luz.

Asiento y me dirijo al sofá para sentarme junto a mi progenitor. Su mirada me atraviesa y decido abrir mi corazón.

—Me... me gusta alguien.

—Me parece maravilloso. No veo inconveniente en que sientas algo por SeoYeon. Es una buena chica y me parece bien que pueda hacerte feliz.

No puedo evitar sorprenderme de que haya dado en el clavo tan rápidamente.

—Sé que es una buena chica. Es extraordinaria, diría yo. Pero el problema radica en que no deseo lastimar a nadie —suspiro mirando al infinito.

—Hija, SeoYeon no es como Hyungseo. Ella no te haría daño, jamás. Aunque suene extraño, me tomé el tiempo de analizarla detenidamente.

—No me refiero a salir lastimada yo. Hablo de ella. De SeoYeon —mi padre espera pacientemente a que continúe—. Ella no es como nosotros y temo que salga lastimada por mi culpa. Por culpa de este secreto y de lo que realmente soy.

—Si estás segura, deberías hablarle. —me volteo hacia él, sintiendo el nudo en mi garganta— Lo digo en serio. Como te mencioné, ella no traicionaría tu confianza, y si te quiere de verdad, te aceptará tal como eres —se levanta, quedando frente a mí.

—Ese es el dilema. SeoYeon no siente lo mismo por mí. Solo me ve como una amiga, y no creo que eso cambie.

—Quizás estás juzgando mal. Eres una loba y no comprendes lo que SeoYeon siente —dice, dándome la espalda y encaminándose hacia la cocina.

—¿Cómo?

—Eres muy inocente —sus palabras retumban en el aire.

Con esto, lo dejo ir y prosigo hacia mi destino original: mi habitación, donde conversaré con Naky sobre el conflicto entre mi corazón y mi mente.

La Chica Misteriosa - YooSeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora