Capítulo 7

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En la tranquila mañana de hoy, logré ajustar la alarma a la hora precisa, permitiéndome incluso disfrutar de un desayuno sin prisas.

Acompañada de mi vecina y mejor amiga, me subí a su auto, abrochándome el cinturón mientras sintonizaba una estación de radio con música agradable.

—Um... ¿Sohyun? —pregunté tímidamente. Ella respondió con un sonido gutural, manteniendo su atención en la carretera—. ¿Puedo preguntarte algo?

—Ya lo has hecho —rodé los ojos—. Claro que sí, SeoYeon, solo pregunta.

—¿Qué sabes sobre YooYeon? —Se giró momentáneamente hacia mí, regalándome una sonrisa pícara antes de volver la vista al frente—. Es que no la entiendo, me intriga. Un día es seria, otro día es dura, al siguiente amable y al otro tímida.

—Creo que es normal tener esa actitud siendo nueva. Tal vez está intentando encajar con la gente —se encogió de hombros y comenzó a seguir el ritmo de la música con los dedos en el volante, mientras yo la observaba.

—Sí, pero... no lo sé. ¿Recuerdas a Sofía?

—¿La chica que todos creían tímida y encantadora, pero que tú decías que tenía algo extraño en la mirada y terminó siendo una persona horrible que intimidaba a las más pequeñas, lo que la llevó a ser expulsada del instituto?

—Sí, o Miry.

—¿La payasa de la clase que todas adoraban, pero a la que miraste a los ojos y te diste cuenta de que algo andaba mal, y dos años después se suicidó debido a una depresión oculta durante tres años?

—Exacto. Y ese día que hablé con YooYeon, volví a notar ese algo extraño en su mirada. De verdad me intriga saber qué es lo que expresan sus ojos. Espero que no sea nada malo.

—Estás loca, ¿sabes? —Sohyun estacionó el carro.

—No, es solo que confío en mis instintos.

—¿Te crees Banshee acaso? —la miré con una clara expresión de confusión—. Banshee, esas que gritan, que sienten la muerte u otras cosas ¿no? —Negué—. Ay, lo siento, es que Kaede me ha llenado la cabeza con todo eso de lo sobrenatural.

—La loca aquí eres tú. Esas cosas no existen.




En otro momento...

—Fue muy extraño, la maestra comenzó a actuar de manera frenética y los gritos de algunos resonaban por todo el salón.

—Y tú lo tomaste y guardaste en tu mochila para adoptarlo —señalé la rata que tenía en su bolso.

—Sabes que es muy poco higiénico traerlo a la cafetería y dejarlo tan cerca mientras comemos —comentó Dahyun con cierto asco. Kaede solo se encogió de hombros.

En ese momento, YooYeon pasó frente a nosotros y se dirigió a su mesa, que hoy estaba vacía.

Todos nos miramos entre sí. Sohyun se levantó y se acercó a ella. Después de unos segundos, regresó junto a YooYeon.

—Sabes, si quieres puedes almorzar todos los días con nosotras —le dijo Dahyun a la recién llegada.

—Sí, sería genial tener gente nueva en esta mesa —agregué yo.

—Y no solo almorzar, puedes pasar todos los descansos con nosotras. No hacemos muchas cosas interesantes, pero siempre encontramos cómo divertirnos —añadió Kaede.

—Gracias, son muy amables en dejarme compartir con ustedes. Se ve que son buenas personas.

—Wow, es extraño oírte dar las gracias —intenté bromear.

Todos, incluida YooYeon, rodaron los ojos y rieron. Podría acostumbrarme rápidamente a esa nueva sonrisa.




Otra semana llega a su fin. Es sorprendente cómo aún no me adapto del todo a despertar temprano y a la rutina escolar.

Lo peor de esta semana es que comienzan los exámenes y trabajos.

Me dirigí al salón 25C, de geometría, y me senté junto a Nien.

—Hola, SeoYeon —me saludó amablemente.

—Hola, supongo que hoy no me traicionarás.

—Claro que no. Es solo que llegaste tarde y Xinyu se sentó a mi lado. Sabes tiene una nariz muy hermosa.

—Está bien...

Mientras tanto, YooYeon entró por la puerta y me saludó con una sonrisa, a la cual respondí amablemente.

Realmente, esta chica es bastante intrigante.

No pasaron más de cinco minutos cuando sonó la campana y llegó el profesor. Dio su clase de manera habitual, repasando todo lo visto en las últimas semanas para los próximos exámenes.

El maestro concluyó su explicación sobre los ángulos y las figuras geométricas, mientras la campana marcaba el final de la clase, invitando a permanecer en nuestros asientos. Con un gesto, dejó claro el siguiente paso: un proyecto en parejas para la mitad de la calificación del próximo examen. Deposita un montón de hojas en su escritorio y se retira del aula, dejándonos con la tarea ante nosotros.

Dirijo mi atención a Nien, mi compañera de banco, con una propuesta en mente.

—¿Quieres ser mi compañera, Nien? —le pregunto.

Su respuesta me toma por sorpresa, pues desvía su mirada y balbucea algo inesperado.

—Uh, Seoyeon... entiende, sé que eres excelente en esto y que podría elevar mis notas contigo, pero me gustaría trabajar con Xinyu. Quiero conocerla mejor, acercarme a ella... ver si hay algo más allá.

Asiento con comprensión, aunque no sin cierta decepción. No obstante, no me detengo y me dirijo hacia YooYeon, la otra alma conocida en esta clase de geometría.

—¿Tienes pareja para el proyecto, YooYeon? —le pregunto.

Su respuesta afirmativa viene acompañada de una sonrisa cálida. Tomamos los papeles necesarios y, con un guiño de complicidad, nos encaminamos juntas hacia nuestras amigas para comenzar la tarea en equipo.





Nota: Perdón actualizar tan tarde, planeo subir un capítulo cada día con ello pueden esperar actualización diaria así como SIGNAL, gracias por leer y no olviden votar y comentar si les está gustando.

La Chica Misteriosa - YooSeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora