SeoYeon Pov
YooYeon reduce la velocidad de la moto y busca un lugar despejado para estacionarla. Una vez que encuentra uno adecuado, no muy alejado de la feria, la detiene y nos bajamos. Acomodo mi vestido de flores, que se funde armoniosamente con los colores de la primavera, permitiendo que lo use en estas horas nocturnas.
Me quito el casco y apenas lo hago, percibo a lo lejos la música y diviso las luces que indican que estamos cerca.
Me acerco a YooYeon, quien me espera en la acera con una media sonrisa, observando cada uno de mis movimientos.
Caminamos aproximadamente dos cuadras hasta que avistamos la entrada al parque. Una vez dentro, un gran y escalofriante cartel nos da la bienvenida e indica la dirección hacia la feria. Caminamos lo suficientemente cerca como para que nuestras manos se rocen un par de veces.
—Wow —logro decir al ver lo imponente que es la feria. Nunca antes había sido tan grande. Me siento diminuta ante la multitud y las enormes atracciones.
—¿Preparada para una noche inolvidable? —me anima YooYeon a seguir adelante.
—¡Claro que sí! —respondo emocionada. Tomo su mano y la arrastro hacia el interior de la feria, como una niña lleva a sus padres hacia el juguete que desea. Ella simplemente ríe y se deja llevar.
Decidimos comenzar por la casa del terror, que resulta ser menos aterradora de lo esperado. Luego nos subimos a una montaña rusa que, irónicamente, me asusta más que la casa.
—¿Podemos ir a comer algo? —pregunto al recordar que no he comido nada antes de venir.
—Por supuesto, hay puestos de comida por allá. Vamos. —Revisamos todos hasta que nos decidimos por lo clásico—. ¿Banderillas? —asiento y nos dirigimos a ese puesto.
Una vez que terminamos de comer y notamos que la noche se está volviendo bastante oscura, decidimos subir a las últimas atracciones.
—¿Canastas o Pinball?
—¡Canastas! —No sé si mi emoción se debe a la alegría de estar en la feria o a estar con YooYeon. Supongo que es por ambos.
Íbamos caminando tranquilamente cuando una figura con capucha azul se interpone en nuestro camino.
—Permiso —digo para que se aparte, pero no lo hace. Intentamos rodearlo, pero saca una navaja.
Veo el destello del filo segundos antes de que me ataque. Solo alcanzo a cerrar los ojos para recibir el golpe, pero este nunca llega.
Cuando los vuelvo a abrir, veo que YooYeon ha tomado el brazo del individuo encapuchado. Me empuja hacia un lado y le propina un golpe en la axila para hacerlo soltar el cuchillo, que cae al suelo, y luego lo patea lejos.
—Vámonos —me toma del brazo y comienza a correr junto a mí.
Y de repente se voltea y me salva la vida por segunda vez. Pero esta vez solo me salvo yo, ya que el individuo le clava el cuchillo en el hombro izquierdo a YooYeon. Solo escucho su grito de dolor, y eso me parte el corazón.
Lo siguiente que sucede me deja boquiabierta. El hombre vuelve a levantar el arma, pero YooYeon le golpea el rostro y con una hábil maniobra hace que suelte la navaja, que esta vez me la lanza para que la guarde lejos del hombre.
Quizás no sea el momento más adecuado para pensar en esto, pero debo admitir que se ve muy atractiva peleando.
El encapuchado se defiende y le propina un fuerte golpe en el ojo a YooYeon, quien le devuelve el golpe con una patada en el abdomen. En eso llegan los guardias de la feria y YooYeon les explica lo sucedido, tras lo cual detienen al hombre de la capucha azul y se lo llevan lejos de nosotras.
Noto el hombro sangrando de YooYeon.
—¡YooYeon! —alerto y corro hacia ella—. Tu hombro. Está grave. Necesitamos ir a un hospital.
—Tranquila, sanará en unas horas —me quedo mirándola incrédula—. Quise decir que no es necesario ir a un hospital. Solo con una venda que nos tome unas horas será suficiente.
—¿Estás segura? —pregunto preocupada.
—Sí, no te preocupes tanto.
—¿Podrás manejar así? —ella asiente y se acerca más para poner su mano en mi mejilla.
—Soy diestra, así que no habrá problema —me da un tierno y breve beso en los labios antes de tomar mi mano y llevarme hacia la salida de la feria—. Vamos a casa. Allí tengo un botiquín.
YooYeon Pov
—Realmente tienes un botiquín impresionante —comenta SeoYeon mientras busca los implementos necesarios en su amplio bolso rojo para curar mi hombro.
Con delicadeza, yo misma abro la herida con mis dedos en dos ocasiones, solo para que no resulte tan extraño que después de recibir un corte profundo de una navaja, ya esté casi completamente curado, dejando solo un pequeño rasguño superficial.
SeoYeon se acerca y destapa un frasco, empapando un algodón con el líquido. Con cuidado, levanta la manga de mi camiseta, pero esta se desliza hacia abajo de nuevo. Repite el gesto y la manga cae una vez más. Finalmente, decido quitarme la camiseta.
Observo cómo SeoYeon examina mi cuerpo expuesto, aunque se concentra en limpiar la herida. Siento un leve dolor en la zona, pero lo ignoro.
Me sorprendo un poco al sentir que la herida comienza a sanar por sí sola.
SeoYeon Pov
Me acerco más a ella, no solo para poder limpiar mejor su herida, sino también para sentir su cercanía.
YooYeon me sonríe y desliza ambas manos en mis bolsillos traseros del pantalón. No me incomoda en absoluto; de hecho, me agrada.
Dejo el algodón a un lado y tomo la crema para aplicarla en su hombro. Una vez que termino, limpio el exceso de crema en mi mano con una toalla y envuelvo la herida con una venda, procurando no moverme demasiado para que ella no retire sus manos de donde las tiene.
Contemplo la herida recién curada mientras ella saca una mano de mi bolsillo para sostener mi mentón, haciéndome mirarla directamente a los ojos. Retira su otra mano y la posa en mi cintura, acercándome aún más a ella.
—¡Vaya, YooYeon! —Escucho una voz desde el umbral de la puerta, lo que me sobresalta y giro para ver quién nos interrumpe.
Era una chica de nuestra edad, de cabello negro y con flequillo junto a una sonrisa traviesa en el rostro.
—Tú debes ser la famosa SeoYeon —Se acerca a nosotras.
—SeoYeon sí, famosa no tanto —le responde ella.
—Mi amiga YooYeon ha hablado mucho de ti... Bastante, diría yo.
—Naky, ¿Qué deseas? —habla YooYeon acercándose a la chica.
—Tu padre me dijo que podía venir a verte, pero que quizás no estés. Y vaya sorpresa me he llevado.
—Cállate, —dije en tono de broma— Bueno, ya que estamos... SeoYeon, ella es mi mejor amiga Naky. Naky, ella es SeoYeon, mi... Amiga —dice dudando lo último.
—Un gusto —dice ella, estrechando la mano de Naky.
—El placer es mío. Moría por conocer a la famosa SeoYeon.
—¿Qué les parece si nos vamos a tomar unas malteadas?
—Me parece perfecto —responde ella.
—Por mí también. Hace meses que no tocaba el violín.
ESTÁS LEYENDO
La Chica Misteriosa - YooSeo
ספרות חובביםSeoYeon es una chica tranquila que está cursando su ultimo año y planea disfrutarlo al máximo con sus amigas, pero su vida comenzará a tener un giro misterioso mientras intentará descubrir todos los secretos de aquella chica desconocida, Kim YooYeon...