La Chica Misteriosa - YooSeo

Capítulo 19

YooYeon Pov

Al regresar a casa tras un paseo, emergió de entre las sombras, una figura: Hyungseo. Descendí de la motocicleta con rapidez, enfrentándola.

—Necesitamos conversar —pronunció y pude sentir su sinceridad.

—Que sea breve, mi padre regresa a las ocho. —respondí, consciente del tiempo limitado.

—Tranquila, aún tenemos tiempo. No te retendré mucho.

Le ofrecí un vaso de zumo, que aceptó con gratitud, y nos sentamos frente a frente en el sofá.

—¿Qué te trae por aquí? Te pedí claramente que no volvieras.

—YooYeon, iré directo al grano —comenzó, evidenciando su nerviosismo—. Cuando te traicioné, tú me protegiste. Ahora es mi turno de velar por ti.

La escuché atentamente, tratando de discernir la sinceridad en sus palabras, y le hice un gesto para que continuara. Solo noté un leve temblor en su voz antes de ser expulsada a patadas.

—El líder de mi manada, está planeando un ataque indirecto hacia la tuya.

—¿No han causado suficiente daño ya? En el primer ataque, mataron a mi madre. En el cuarto, me traicionaste. Y en el último, me obligaron a alejarme del pueblo por seguridad. ¿Y ahora dices que habrá otro? No comprendo qué significa "indirecto".

—Quieren aterrorizar a los civiles, amenazarlos para que ataquen a tu pueblo. Así, ustedes se defenderían, y el rey de los alfas castigaría a tu abuelo y al pueblo por la ley.

Recordé una de las draconianas leyes impuestas por Nicholas, el actual rey: si una manada causa la muerte de muchos inocentes, el pueblo y sus habitantes enfrentarán la extinción y severas penas.

—¿Cómo puedo saber si esto es verdad? Al fin y al cabo, eres parte de esa manada —interrogué.

—Además de que has podido sentir mis emociones desde que llegué, yo fui parte de esa manada. Fui expulsada —confesó avergonzada. Al ver mi escepticismo, continuó—. Me acosté con el líder y su hermano. Cuando él descubrió mi infidelidad, me expulsó de la manada.

Le creí un poco más.

—Y si esto resulta ser cierto... ¿Para cuándo planean este ataque?

—Para la noche del 30 de diciembre. Justo antes de Año Nuevo.

—Qué maravilloso —suspiré, frotándome la cara—. ¿Es todo lo que tienes que decir? —asintió—. Bien, gracias. Puedes irte.

—YooYeon, sé que aún estás resentida conmigo, pero veo que tu corazón late de nuevo por alguien más. Espero que esa persona te cuide mucho, algo que yo no pude hacer.

—Vete —dije, abriendo la puerta para que se marchara. No me importaba que la lluvia arreciara. Solo deseaba que se fuera.

Horas después, mi padre regresó a casa. Le conté todo lo ocurrido, y él registró cada detalle para informar a mi abuelo y buscar una solución.

—YooYeon —empezó—, creo que deberías empezar tus estudios y entrenamiento como líder lobo, al igual que yo. Tu abuelo ya es mayor y la defensa del pueblo recae en él. Si algo me sucediera, tú serías la siguiente.

Al escuchar esas palabras, sentí un dolor punzante en el corazón. Odiaba cuando mi padre hablaba de su propia muerte, o de la de mi abuelo. Eran todo lo que me quedaba, y no sabía qué haría si les pasara algo.

Me fui de Pensilvania buscando una vida normal, pero es difícil cuando soy la siguiente en la línea para ser alfa.

Con un nudo en la garganta, le aseguré que lo haría y me retiré a mi habitación, intentando olvidar lo sucedido y concentrándome en los bellos momentos que compartí esta mañana con SeoYeon. Ella es la persona que me hace creer nuevamente en la felicidad y en la confianza que puede brindarte alguien a quien amas.