Arcane - Amor Y Odio

- Una Chispa De Felicidad

Todo el lugar carecía de ruido y sobraba el silencio. El sentimiento del enojo y la tristeza se notaba en el aire. Cada uno viviendo su lucha interna, tenían tantas cosas en la mente y organizarlas se les estaba haciendo imposible.

Katarina tenía el miedo de que Vi se descontrolara y que todo se fuera a la mierda. Así que se sentó junto a ella y la tomó de la mano que tenía desocupada para darle apoyo. Consideraba a Vi como su mejor amiga, entre las dos se alegraban los días y se necesitaban mutuamente para no ahogarse en la mierda que las rodeaba.

—Dios, que aburrido— dijo Jinx rompiendo el silencio.

—Ahora no— dijo Katarina.

Vi terminó su cigarro y se dirigió a la barra, donde sacó el alcohol más cargado y sacó 3 vasos. Le dio uno a Caitlyn y Katarina y se sentó en las sillas de la barra dándole la espalda a esta y colocando sus codo sobre esta.

—La próxima vez que me destruyan el lugar los voy a poner a limpiar— dijo Vi dando un sorbo.

—Nunca pensé que te ibas a volver criminal— dijo Evan con una pizca de enojo en sus palabras.

—El objetivo de estas peleas es atraer a los más peligrosos de Zaun y capturarlos, y de paso ganar un poco de dinero— dijo Katarina sonriendo ante lo último.

Vi no volvió hablar, estaba mirando hacia la nada sin saber qué hacer. Tenía a Caitlyn al frente, la mujer que había extrañado tanto todos estos años. Sería estúpido de su parte no hacer nada, la amaba, la necesitaba, la había extrañado y lo que pasó en el pasado no tiene porque interponerse en el presente ¿cierto?.

Se terminó su bebida y dejó la copa encima de la barra, se levantó y se dirigió hacia Caitlyn, quien estaba perdida mirando el suelo. Una parte de ella quería huir y la otra quería abrazarla. Se paró al frente de ella y la sheriff levantó la mirada, tenía lágrimas, tomó sus mejillas y las acarició con su pulgar limpiando las lágrimas. Quitó sus manos y la abrazó.

Como por arte de magia el dolor que sentía hace un momento desapareció. Todas esas noches que se desvelaba mirando la oscuridad de el techo pensando en ella, con el sentimiento de odio hacia sí misma. La soledad que la golpeaba al levantarse y no ver a su chica recostada sobre su pecho. Todo ese dolor se esfumó con solo un abrazo, al ver sus ojos que le teletransporta a un mundo perfecto con ella.

—Te amo y nunca dejé de hacerlo Kiramman— dijo Vi en su odio —amo cada pedacito de ti— dijo abrazándola un poco más fuerte.

—Yo también Vi— dijo con lágrimas en sus ojos.

—Buah, que asco— dijo Jinx fingiendo arcadas —suéltense ya, eso es mucho tiempo y mi hermana es mía— dijo acercándose para separarlas.

Vi rio y se acercó a Evan, quien no dudó en abrazarla.

—Te extrañe Vi— dijo soltando el abrazo.

—Yo también niño— dijo restregándole el cabello.

—Dios, muérete de nuevo— dijo fastidiado.

Todos rieron en el lugar, todo pareció haberse calmado. Vi, Evan y Caitlyn salieron a caminar por ahí. Hablaron de todo lo que pasó ese día y el doloroso camino que pasaron cada uno hasta llegar al día de hoy.

—Perdón por dejarlos— dijo Vi cabizbaja —quise regresar pero me dijeron que fingir que estaba muerta era mejor hasta que el brillo saliera por completo de mi sistema.

—¿Aún tienes brillo?— preguntó Evan.

—Si, el procedimiento de Viktor es lento pero me ayuda. Si me enojo aunque sea nulo el brillo que recorre mis venas se activa y podría asesinar a cualquiera— dijo con un tono melancólico mirando sus manos, todo le recordaba el sonido de los golpes y la sangre en sus vendas.

—Todo pasará— dijo Caitlyn tomándole las manos —creo que Jayce estará feliz de verte— dijo sonriente.

—¿El martillo?— dijo riendo —también extrañé burlarme de él.

Los tres regresaron a la última gota y siguieron riendo y hablando. De momento suena Vi se levanta y pone una canción "Our Love"

—Era la favorita de Vander— dijo estrellándole la mano a Caitlyn para invitarla a bailar en el vacío lugar. La peliazul aceptó.

El ambiente que antes era pesado se volvió un ambiente familiar. Vi pudo recuperar ese azul que le faltaba a su vida al igual que Caitlyn pudo recuperar el rosa que faltaba en su vida.

—Le debemos una cena a tu madre— dijo Vi mientras bailaba abrazada a Caitlyn.

Caitlyn iba a contestar pero sintió su celular vibrar. Marcel. Decidió no contestar, mañana se encarga del problema, en esta noche iba a disfrutar de su compañera aún así sea algo de un momento o sea algo que se vuelva para toda la vida.

No podía dejarla ir, la felicidad que sintió solo con un abrazo haciendo que olvidara el dolor era algo que ella quería sentir toda la vida, la paz que le daba. Sus caricias, besos, brazos, miradas, todo de ella lo necesitaba de por vida.

—Our love, is a bubblin' fountain— canto Vi.

—Búscame mañana— dijo soltándose de el abrazo —necesito pensar— dijo mientras se alejaba junto a Evan.

Tal vez era cierto, necesitaban tiempo. Pasaron cuatro años desde que estuvieron juntas y ponerse a bailar como si nada hubiera pasado, no era lo correcto. Ella había hecho una vida y no podía volver y cambiarla de un momento a otro.

Ambas necesitaban tiempo.

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