Arcane - Amor Y Odio

- Silencio Ansioso

Vi se levantaba del pequeño sofá con un dolor en la espalda. Caitlyn se había quedado a dormir y quiso darle su espacio. El día de ayer le hizo recordar esos viejos tiempos donde solo eran Caitlyn, Evan y ella, esas dos personas bastaban para tener una felicidad inmensa.

Entró a su habitación encontrado a Caitlyn aún dormida, no sabía si despertarla, hoy era sábado así la sheriff no trabajaba. Se dirigió alado de ella y se sentó. La observó por un rato, se veía tan hermosa.

—Tienes una carita linda Cupcake— dijo Vi acariciandole la mejilla limpiándole un poco de baba.

—Ya lo sé— dijo recién levantándose.

—¿Cait, despertaste?— preguntó sobresaltandose.

—No, aún sigo dormida— dijo volteando los ojos y sonriendo.

—Idiota— dijo sonriendo.

Caitlyn se levantó y chequeo su celular. Tenía 8 llamadas perdidas de Marcel, al ver esto se levantó rápidamente para irse a Piltover.

—¿Para dónde vas? Hoy es sábado y quería pedí- — dijo Vi mirando como Caitlyn se metía al baño y siendo interrumpida por esta.

—Tengo como diez mil llamadas de Marcel— dijo desde el baño mientras se vestía.

—Oh si, se me olvidó que tienes novio y aparte te comprometiste— dijo con un tono de voz molesto.

—Vi, por favor— dijo saliendo de el baño ya vestida apresurada.

—¿Lo quieres?— preguntó.

—No, le tengo cariño pero como amigos— se sinceró —cuando habías muerto y me refugié en él— dijo en un tono triste.

—Lo siento demasiado cupcake— dijo dirigiéndose a ella y abrazándola por detrás.

—Está bien Vi, ya pasó— dijo volteándose y devolverle el abrazo.

Caitlyn se despidió y se fue hacia Piltover. Evan la acompañó para que no caminara sola por el suburbano hasta llegar a el límite de Zaun, ya que decidió quedarse en su día libre junto a Vi.

Al llegar a Piltover se dirigió a su casa para bañarse y desayunar. Aprovechó que este día iba a estar sola para organizarse mentalmente.

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Cuando Caitlyn se fue, Vi empezó con su rutina, a diferencia de la sheriff la pelirosa no tenía días libres. No porque la obligaran, era porque le encantaba golpear a los criminales de Zaun, se podría decir que ella era una vigilante de los suburbios. Hoy podría atrapar a un criminal que había sido buscado desde hace tiempo.

Después de bañarse y cambiarse se puso sus guantes y se dirigió a encontrarse con Ekko junto a Evan.

—Hey Vi— dijo Katarina acercándose a pelirosa.

—Kata, ¿qué tal?— dijo abrazándola.

—Bien, a tu hermana le voy a meter sus bombitas por el culo— le dijo en su oído.

—Las groserías fuera— dijo riendo.

Evan se quedó mirando a las dos, solo una pregunta recorría su mente ¿serían algo estas dos?

—Creo que nunca tuvimos la oportunidad para hablar— dijo estrechándole la mano a Evan.

—La próxima vez no me amarres al suelo— dijo sonriendo.

Katarina sonrió y se fue dejando que Vi y Evan siguieran su camino hacia el centro de Zaun.

—¿Tú y la pelirroja son...?— preguntó.