Arco 1. Capítulo 7

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Atrapado bajo el cuerpo de sus dos compañeras, un joven Gallade se removía algo inquieto, mirando fijamente a sus compañeras que poco a poco desataban su corbata y desabotonaban su camisa, mirándolo fijamente a los ojos como dos hienas hambrientas.

-Tranquilo... Yato... Prometo que seremos gentiles...-

Ronronea la Eevee mientras termina de abrir los botones de la camisa del joven, deslizando suavemente las puntas de sus dedos desde su mandíbula hasta su pecho, deteniéndose justamente en la punta de su Heart Piece, provocando un suave escalofrío en el Gallade que la hace reír.

-Estás tan tímido... Aunque... Así eres siempre... ¿Verdad?...-

Susurra la Eevee mientras se recuesta sobre el pecho de su compañero, su Heart Piece encajando a la perfección entre el busto de ella, delineando suavemente la mandíbula del joven Gallade mientras que la Jolteon de igual manera delineaba con la punta de sus dedos la clavícula de su compañero, dejando caer sus labios con suavidad sobre el cuello del joven.
Un leve gemido ahogado salió directo de la garganta del joven al sentir la suave carne de los labios de la Jolteon en su cuello, su respiración erizándole la piel, aunque antes de que pueda continuar, la Eevee termina posando su dedo sobre los labios del joven.

-Shh... No es necesario que digas nada... Solo disfruta...-

Susurra la Eevee acercando sus labios lentamente a los de su compañero, quien lentamente cerraba los ojos junto a la Eevee mientras más se iba acercando.
Finalmente, cuando la sensación de los labios de su compañera se sentía como un suave roce contra los labios del joven, todos sus recuerdos se vuelven borrosos.

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Arco 1: Búsqueda del Pasado.
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Leves gruñidos brotaban de los labios del joven Gallade, sus ojos abriéndose con pesar en la habitación desconocida mientras los primeros rayos de luz entran a través de la cortina, suavemente el joven se endereza para estar sentado, pero un agudo dolor en su cabeza lo hizo sostenersa y soltar un quejido, había tomado mucho anoche y terminó con resaca, recordando casi todo lo de ayer a duras penas.
Lentamente el joven Gallade mira a su alrededor, notando los cuerpos sudados y semidesnudos de sus dos compañeras, así mismo, el joven baja su mirada debajo de la sabana que lo cubría, dándose cuenta que no cargaba ni una prenda, cayendo finalmente en cuenta de lo que había ocurrido.
A su lado la Eevee se levantaba suavemente, su cabello despeinado y su camisa desarreglada dejando entrever su busto a través del escote, con un bostezo y una sonrisa satisfecha voltea a ver al Gallade de reojo.

-Buen día, cariño... ¿Dormiste bien?.-

Pregunta la Eevee con un susurro meloso inclinándose hacia su compañero para empezar a acariciar su hombro con suavidad.

-Me duele... La cabeza...-

Murmuraba el joven con un quejido bajo, su mano cerrándose en su cabeza por el dolor, agarrando algunos mechones de su cabello que logran sobresalir entre sus dedos, su compañera lejos de preocuparse simplemente sonríe y se levanta de la cama.

-Es normal... Ven, te prepararé algo para tomar.-

Dijo la Eevee antes de salir de la habitación con el joven Gallade detrás de ella, ambos caminando hasta la pequeña cocina del departamento.
El joven Gallade escanea el lugar antes de sentarse en una silla del comedor, mirando como su compañera comenzaba a prepararle café negro en una taza para luego caminar hacia él.

El Cruel DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora