Arco 1. Capítulo 23

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En un bosque gris opaco, una Ralts corría libremente con felicidad, riendo y saltando para tomar algunas bayas que se encontraban en su camino.

-¡Vamos, Yato! ¡Rápido, rápido!.-

Dice la Ralts dando pequeños saltos mientras esperaba a su hermano, el Kirlia caminando tranquilamente hasta llegar a un lado de ella.

-¡A mamá y a papá le van a encantar estas bayas, vamos a llevarlas!.-

Dice la Ralts para correr a un pequeño pueblo en donde una Gardevoir y una figura oscura estaban de pie esperándolos, esos eran sus padres, haciendo que el Kirlia sonría suavemente y de un paso hacia delante.

-¿Qué diablos haces?.-

La pregunta resonó en las orejas del Kirlia con un suave viento que azotaba su rostro desde abajo, levantando suavemente su cabello hacia arriba para subir la mirada al cielo en donde se encontraba todo un humo negro a gran altura.
Un humo negro y denso de dónde parecía haber una grieta pequeña que revelaba unos leves rayos de luz, aunque sin darle mucha importancia, el Kirlia camina de regreso con su familia.

-Que hermosas se ven... Las usaré para el almuerzo de hoy, cariño.-

Susurraba la Gardevoir para acariciar el cabello de la pequeña Ralts con una sonrisa materna, luego mirando al Kirlia con cariño.

-Vamos, Yato... El almuerzo ya estará listo...-

Anuncia la Gardevoir para llevarse a la Ralts y a su padre adentro, esperando que el Kirlia también pase.
Echando una última mirada al cielo negro, el Kirlia mira su alrededor gris con una mirada estoica antes de entrar finalmente en la casa.

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Arco 1: Búsqueda del Pasado.
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El miedo que había en las personas se transformó en desconcierto cuando vieron al Lucario golpear a su propio amigo, sin entender muy bien lo que estaba pasando ahora mismo, aunque no se les podía culpar, ya que ni siquiera los líderes entendían que pasaba.

-¡Idiota, idiota, idiota! ¡¿Por qué diablos no me dejas pelear?! ¡¿Qué quieres ser más fuerte para proteger a los demás?! ¡Se supone que yo debería de ayudarte a eso!.-

Le estaba reprochando el Lucario a su amigo totalmente furioso por la actitud de su amigo, sin ser consciente de lo que le sucedía.

-¡Escucha, yo también pelearé, así que ve a descansar!.-

Ordenaba el Lucario señalando hacia afuera de la arena, aunque al notar la mirada extraña de su amigo supo que algo le pasaba.
Sin decirle nada el Gallade se lanzó contra el Lucario con un Psicocorte, siendo bloqueado por este con Aguante para retroceder algunos metros con sorpresa.
A penas cuando el Lucario deja de retroceder logra ver como su amigo corre hacia él agachado, dando un salto alto para dar un giro en el aire y utilizar Patada Salto, logrando ser esquivado por el Lucario cuando se agacha.
La mirada del Lucario se entrecierra al notar como su amigo no era el que estaba peleando, su estilo de pelea era diferente a lo que ya había visto.
El Gallade aún suspendido en el aire da un giro con el pie para tratar de darle una patada de talón al Lucario obligándolo a retroceder para evitar el ataque.

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