En el Pueblo Amatista el cielo de la mañana empezaba a salir entre las montañas como un día cualquiera.
-¿Cita?...-
Pregunta el joven Gallade mientras se cepillaba mirando a su amigo el Lucario quien estaba en la puerta del baño.
-Si... Verás, Rose va a tener un viaje a Ciudad Celeste para tener una reunión con los líderes acerca de los asesinatos... Será de un día y una noche y me pidió ir...-
Dice el Lucario con una pequeña sonrisa avergonzado, recibiendo solo una mirada estoica del Gallade que lo pone más nervioso.
El Lucario usualmente se la pasaba junto a la líder de gimnasio, teniendo citas casuales aunque nada que haya mostrado que su recién relación haya subido otro escalón.-El caso es que como Cassidy se aburre en esas reuniones... Quiere dejarla aquí, pero... Bueno... Digamos que Zeira y Lillie no la pueden cuidar todo el día y...-
El silencio del Lucario ya era evidente a lo que quería llegar, la Lopunny quería que el joven se quede en el templo a cuidar a Cassidy como su niñero.
-No soy muy bueno con los niños...-
Susurra el Gallade terminando de limpiarse los dientes para secarse los labios con una toalla, mirando al Lucario quien se había decepcionado un poco con su respuesta, sabiendo que era muy posible que la Lopunny tenga que ir con su hija.
-Oh... Bien... No importa, no quiero incomodarte... Que pases un buen día...-
Responde el Lucario con una sonrisa decaída empezando a ir a la sala, dejando al Gallade pensativo hasta dar un suspiro y caminar con él.
-Espera.-
Dice abruptamente para detenerlo, deteniéndose en el comedor para ver bien a su amigo, desviando la mirada pensativo.
-No prometo mucho... Pero lo intentaré...-
Termina diciendo el Gallade habiendo aceptado la petición por su amigo, cosa que claramente pone feliz al Lucario sonriendo entusiasmado.
-¡Muchas gracias, Yato, sabía que no me dejarías!.-
Dice con entusiasmo el Lucario dándole un amigable golpe en el hombro al joven Gallade, este solo riendo a lo bajo mientras pensaba.
"¿Qué tan complicado podía ser?".
Se preguntaba el joven, después de todo, solo era cuidar a la niña por un par de días, tampoco era para tanto.-¡Yatogami!.-
-¡¿Quién te dió permiso de estar aquí?! ¡Vete o te mato!.-
La bienvenida tan contraria que recibió el joven a manos de su hermana y la Lilligant fue que lo recibió apenas entró por la puerta, notando luego como la pequeña Buneary lo ve con curiosidad antes de apuntarle.
-Mamá... ¿Qué hace el asesino aquí?.-
Pregunta con un tono inocente a la Lopunny que se encontraba al lado del Lucario, avanzando hacia las tres Pokémons algo nerviosa.
-Bueno... Mamá tiene que salir y él te cuidará... Descuida, puede verse aterrador pero es muy amable.-
Explica la Lopunny pero lo único que termina recibiendo son quejas y peros de las tres Pokémons que voltean a verla.
ESTÁS LEYENDO
El Cruel Destino
RandomUn joven Gallade de 19 años toma como meta volver a encontrarse con su hermana tras muchos años, pero, lamentablemente la vida le tiene otros planes para este chico, viviendo experiencias que nunca olvidará y tomando en sus manos una gran responsabi...