El proceso de cortejo pasó en un abrir y cerrar de ojos. Felix ya no sabía dónde meter tantas flores. Ramos y ramos que Hyunjin se había encargado de dejar rigurosamente cada día, todos con hermosos significados.
Se podría decir que oficialmente, y para la tradición, podían llamarse alfa y omega, solamente hacía falta una bonita marca de enlace que lo dejara a la vista de todo el mundo.
En ese momento, Felix se encontraba desayunando con sus amigos para intentar ponerlos al tanto de su inesperada desaparición.
Minho mantenía en su regazo a Jiwoo mientras intentaba que la bebé de casi 5 meses se durmiera. Seungmin, a su lado, criticaba entre murmullos el sándwich que se había pedido.
El bullicio de la cafetería lo distraía un poco, lo suficiente como para que las ideas y oraciones que había estado formulando en ese período se entremezclaran y confundieran.
— Tengo noticias para darles... — Felix se sonrojó bajo la mirada de las otras personas.
— Cuéntanos — lo incentivó Minho mientras alejaba con insistencia su cabellera de las peligrosas manos de su cachorra.
— ¿Recuerdan que estuve un poco desaparecido hace un par de semanas? — ambos asintieron — bueno... Hyunjin me cortejó.
Seungmin dejó caer los cubiertos sin cuidado, creando un fuerte arrebato que incluso hizo que Jiwoo dejara de tironear el cabello de su madre. La bebita formó un pucherito antes de extender sus brazos hacia Felix, pidiéndole con insistencia que la cargara.
La tomó entre sus brazos sin dudarlo. Le encantaba cargarla, mecerla y cuando tenía suerte hasta hacerla dormir. Jiwoo tenía ese agradable aroma de bebé, una extraña mezcla entre las esencias de sus padres y leche, y Felix no podía evitar pegar su nariz a los cabellitos oscuros para captar lo más que pudiera.
— ¡Eso es asombroso! — Minho sonrió enorme, comiendo ahora su propio desayuno al tener las manos libres — estoy tan feliz por ustedes... se merecen todo lo bueno que les está sucediendo.
—Gracias, Honnie. ¿Seungmin?
El omega más pequeño continuaba aturdido. Le aterraba pensar que Felix portaría una marca en cualquier momento.
Cuando estuvo secuestrado, una de sus compañeras fue marcada por error por uno de los clientes. Por supuesto que a los encargados de su martirio poco les importó, teniendo como resultado días y días cubiertos de agonía y dolor para la diminuta omega. Seungmin la cuidó y acompañó como pudo, aunque fue en vano, con su alfa lejos ella contaba con un único destino.
Al abrir los ojos, que sin darse cuenta había cerrado con fuerza, se percató de los brazos de Felix rodeándolo y los deditos de Jiwoo intentando limpiar imposiblemente las lágrimas que caían por sus mejillas. Su aroma se disparó y ciertas personas que se encontraban desayunando en las demás mesas, voltearon a mirarlos.
Felix, extrañado por la reacción de su amigo y creyendo que la noticia del cortejo lo pondría igual de feliz que a él, liberó un poco de feromonas intentando apaciguarle. Viendo que no funcionaba, volvió a colocar a Jiwoo sobre el regazo de su madre y abrazó con fuerza a Seungmin.
— Seungmin, ¿qué sucede? tranquilo... respira despacio, todo está bien.
Minutos después Seungmin logró calmarse. Le devolvió el abrazo a su amigo y aspiró con fuerza su aroma avainillado.
— Estoy feliz por ti, por supuesto que lo estoy, pero tengo tanto miedo... — murmuró con voz temblorosa.
— ¿De qué? — le respondió Felix en el mismo tono, evitando volver a alterarlo.
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i know your secret | hyunlix
Любовные романыFelix, un agente del FBI especializado en investigaciones y rescate se verá forzado a mantener guardado un monumental secreto. Hyunjin, su nuevo compañero alfa, llegará a cambiar y revolucionar todo a su paso. ¿Será relevante la compañía del carismá...