— Mmm... omega, hueles cada día más delicioso — gruñó pegado al cuello del agente más pequeño — es como si no pudiera separarme por más que lo quisiera, y créeme que no lo quiero...
— Lo sé, amor, pero debes ir a trabajar. No queremos que el jefe vuelva a regañarnos — murmuró suavemente aunque lo que más quería en el mundo era que Hyunjin se quedara todo el día aferrado a él.
Ya había cumplido los dos meses y medio, pronto culminaría el primer trimestre y eso los tenía deslumbrados. Empezaba a emanar un aroma mucho más dulzón, su pancita se hinchaba de a poco, volviendo a Hyunjin más mimoso que de costumbre. De igual manera, los antojos seguían apareciendo, mayormente por cosas chocolatosas, los cambios de humor se fueron junto con las náuseas y los malestares. Empezaba a disfrutar estar realmente embarazado y tener a su alfa pendiente a él todo el tiempo.
Por otro lado, la consulta con Jongsuk hace un par de días los había tranquilizado en gran medida. Los cachorros estaban perfectos, se implantaron de maravilla y todo parecía ir encaminado, aunque los cuidados debían mantenerse.
— No quiero, Lix — chilló como niño pequeño aún sin despegarse de su marca y cuello — ¿Y si le digo a Chan que me sentí mal?
— Ya no creerá eso, alfa, llevas diciéndole la misma excusa casi toda la semana.
— Pero... ¡hueles delicioso!
— ¡Ya! ve a la ducha, iré a preparar el desayuno. Debes ir a salvar a esos omegas que yo no puedo.
Hyunjin sonrió con un poco de melancolía. Felix realmente extrañaba su trabajo, lo había dejado para cuidar de sus cachorros, pero no podía sacarse de la mente que gracias a eso los cachorros de otras personas ahora estaban en peligro y tardarían aún más en encontrarlos.
— Tranquilo, omega, el doctor dijo que nada de preocupaciones ni pensamientos que puedan alterarte — Hyunjin tomó ambas manos y besó sus dorsos — prometo que haré mi mayor esfuerzo hoy.
— Bien — besó castamente los labios contrarios y se puso de pie — ¿qué quieres para desayunar?
— ¿Tal vez huevos revueltos con fruta?
— Huevos revueltos con fruta serán. Te espero en la cocina.
Y sin más, se dio la vuelta y se encaminó hacia allí. Se dispuso a preparar todo con una mano sobre su vientre frotando de arriba a abajo sin siquiera pensarlo. Las primeras semanas no podía soportar el aroma del huevo, llegando a vomitar una mañana entera, pero ahora todo había regresado a la normalidad, aunque ya no los comía como de costumbre.
Decidió colocar cuatro huevos para su alfa con algo de tocino y un batido proteico que Hyunjin había empezado a consumir para aumentar, incluso más, su masa muscular. Por otro lado, preparó un poco de fruta picada con avena y miel para él. Jongsuk le había recalcado la importancia de comer saludable para que tanto él como sus bebés estuvieran bien, sin embargo, un par de rebanadas de pastel de chocolate no se le niegan a nadie, mucho menos a sus cachorritos.
— Huele delicioso, dulce — sintió las manos de Hyunjin sobre su vientre y sonrió con ternura. Ese era un gesto que el alfa había adoptado cuando apenas notaron la primera curva de más y si su instinto no le falla, intuye que durará incluso luego de concluida la gestación.
— Siéntate, ahora lo llevo.
Otra cosa que había aprendido Hyunjin en esos casi tres meses había sido el no contradecir para nada lo que le ordenara Felix. Si el omega decía que se sentara, él lo haría. Si normalmente daba miedo enfurecido, no quería llegar a descubrir cómo sería ahora que las hormonas no hacían más que alterarlo aún más.
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i know your secret | hyunlix
RomansaFelix, un agente del FBI especializado en investigaciones y rescate se verá forzado a mantener guardado un monumental secreto. Hyunjin, su nuevo compañero alfa, llegará a cambiar y revolucionar todo a su paso. ¿Será relevante la compañía del carismá...