— ¡Alfa, estoy embarazado, pero aún puedo caminar! — chilló entrecortado por las carcajadas mientras se aferraba con fuerza al cuello contrario.
— ¡No mientras yo pueda impedirlo!
Desde que se habían enterado del embarazo, y lo habían confirmado con las pruebas de sangre realizadas por Jongsuk hace un par de días, Hyunjin se había vuelto un completo alfa preocupado y sobreprotector. No permitía que caminara ni dos pasos, siempre alerta para cargarlo a donde sea que quisiera llegar, ¡incluso al baño! También se pusieron en campaña para tramitar su licencia, aunque fue complicado ocultarle a Chan la justificación. Entre los dos habían decidido no decirle nada a nadie hasta por lo menos pasados los tres meses que necesitaban los cachorros para implantarse de forma definitiva.
— Solo debes quedarte aquí y lucir bonito... aunque eso ya lo haces siempre — Hyunjin se encogió de hombros antes de besar sus labios con paciencia.
— Mhm, alfa... ¡no es para tanto! — se quejó, pero dejó que Hyunjin lo arropará mejor en el nido — los cachorros y yo estamos bien y no pasará nada porque vayamos al baño.
Felix tragó saliva con fuerza cuando la mirada de su alfa se oscureció por la tristeza. Notó lo tenso de sus hombros y el café un tanto más amargo.
— Ven aquí, amor — señaló a su lado. Hyunjin dudó, pero terminó complaciendo — sé que estás asustado, alfa, pero te prometo que esta vez todo estará bien.
— No quiero que suceda lo mismo, omega. Mi lobo no lo soportaría y yo tampoco.
— Lo sé — llevó la cabeza de Hyunjin a su regazo y enrolló varios deditos entre sus cabellos — tranquilo, podremos con esto. Si tu lobo está más relajado conmigo en el nido, prometo que me quedaré aquí los nueve meses completitos.
— Tampoco quiero que te sientas obligado — suspiró para después darse la vuelta y enrollar ambos brazos en la aún estrecha cintura, deleitándose en el proceso con el dulce aroma que empezaba a emanar de la barriguita del omega.
— Y no me siento así, sé que solo quieres lo mejor para tu familia.
— Mi familia, míos — Hyunjin gruñó más animal que de costumbre.
— Todo tuyos, y tu eres mi bonito alfa, ¿de acuerdo? solo mío.
Hyunjin río por el repentino ataque de celos, siendo reprendido enseguida.
— Sí, omega, soy tuyo y tu eres mío. Ahora, ¿qué te parece una siesta?
— Me encantaría, pero me gustaría aún más poder ir al baño, creo que mi vejiga explotará en cualquier momento.
Hyunjin soltó una sonora carcajada, pero se quitó de encima para que el bonito omega pudiera por fin ir al baño. Se deleitó con el movimiento de caderas que inconscientemente Felix hacía cada vez que caminaba y sonrió como tonto cuando imaginó el como caminaría cuando estuviera cargando un vientre de 9 meses.
Como bien había dicho su omega, estaba jodidamente aterrado de lo que pudiera llegar a suceder. Ya habían perdido un cachorrito y no había sido nada fácil, para ninguno de los dos, y Jongsuk les advirtió lo que podía llegar a suceder, incluso si Felix fuera lo más cuidadoso posible. Sumado a esto, esta vez no era solo un bebé, sino que dos venían en camino, aumentando las posibilidades de riesgo.
Se obligó a sacar de su mente cualquier pensamiento intrusivo. Sería lo que el destino quisiera que fuera.
Su dulce omega volvió a aparecer en su campo de visión con una bonita sonrisa y una de sus manitos acariciando el vientre a espera de que creciera, seguramente era un movimiento inconsciente, pero hacía al lobo de Hyunjin aullar orgulloso.
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i know your secret | hyunlix
RomansaFelix, un agente del FBI especializado en investigaciones y rescate se verá forzado a mantener guardado un monumental secreto. Hyunjin, su nuevo compañero alfa, llegará a cambiar y revolucionar todo a su paso. ¿Será relevante la compañía del carismá...