CAPITULO 9: DESCUBRIENDO JUNTOS EL AMOR

56 8 2
                                    

Narra Inuyasha

-No sé lo que estoy haciendo, Inuyasha, pero sea lo que sea, quiero descubrirlo contigo -Kagome respondió con sinceridad y nerviosismo a la vez.

Su confesión me tomó por sorpresa, pero en lugar de sentirme abrumado, pude experimentar una extraña sensación de emoción. Kagome, la mujer que había llegado a cambiar mi existencia de maneras que aún no comprendía del todo, estaba dispuesta a volver a amar.

-Entonces descubrámoslo juntos. -Dije con una risa suave, acariciando su mejilla con ternura.

La abracé con dulzura, sintiendo la calidez de su cuerpo contra el mío. Sus brazos rodearon mi cintura, y por un momento, el mundo desapareció para los dos. Cerré los ojos y aspiré el aroma de su perfume de lavanda, una fragancia que se había quedado grabado en mi mente y mi corazón desde el día que nos conocimos.

-Por cierto, ibas de salida, ¿verdad?

-Si. Bueno, no, realmente iba a dar una vuelta para despejar mi mente, pero... -me miró a los ojos y por primera vez, pude ver un brillo especial en los suyos-. Creo que ya no es necesario. -Una sonrisa se formó en mis labios al escuchar esas palabras.

-¿Te pareces si vamos a tomar algo? –Propuse

-Me encanta la idea. -Respondió con una sonrisa que iluminó su rostro.

Nos separamos del abrazo. Kagome cerró la puerta de su departamento, y enseguida nos dirigimos al elevador.

-Así que, ¿sólo me veías como amigo?

-¿Qué? -dijo sorprendida.- Tú también dijiste lo mismo

-Porque tú me aseguraste que no sentías nada por mí, -la abracé por la cintura. Pude sentir su cuerpo tensarse, pero poco a poco se fue relajando- y déjame decirte que eso hirió mi orgullo.

-En realidad, lo dije porque me dio miedo lo que estaba sintiendo por ti. Tenía... tengo miedo de volver a sufrir. -En ese momento bajó la mirada.

Al verla tan vulnerable, mi rencor hacia el imbécil de Koga se intensificó. El daño que le había causado era mucho más profundo de lo que podía imaginar. Acaricié su mejilla hasta tomarla del mentón y levantar ligeramente su rostro para encontrarme con sus hermosos ojos chocolate.

-Confía en mí, Kag. Te ayudaré a sanar esas heridas; y te prometo que haré todo lo que esté en mis manos para que seas la persona más feliz de este mundo.

Una lágrima de felicidad escapó de sus ojos, la cual aparté con mi dedo y besé su frente. No nos habíamos dado cuenta de que las puertas del elevador se habían abierto, hasta que unos gritos nos devolvieron a la realidad.

-Kagome, dime que lo que estamos viendo, es real. -Dijo Ayame con una emoción desbordante, mientras que Rin solo nos miraba con los ojos bien abiertos y muy sorprendida.

-Sí, Kag y yo hemos comenzado a salir. -Respondí por ella.

Ayame y Rin gritaron nuevamente por la emoción y abrazaron a Kagome. Observé divertido la escena; se notaba que ellas la querían demasiado, y ¿cómo no hacerlo si es la persona más noble que he conocido?

-Inuyasha Taisho. -Rin me habló con un tono de voz demasiado serio, que me hizo sentir un escalofrío que recorrió todo mi cuerpo. -Sólo te advierto una cosa: Si llegas a lastimarla, te juro que yo misma te buscaré y...

-Wow, tranquila Rin. -La interrumpí antes de que terminara su amenaza-. No haré nada que pueda herirla.

-Rin, no lo asustes. -le recriminó Ayame-. Kag se ve demasiado feliz a su lado, así que no arruines el momento.

UN ENCUENTRO QUE CAMBIÓ MI DESTINODonde viven las historias. Descúbrelo ahora