Narra Inuyasha
Desperté y me estiré en la cama sin abrir los ojos. Una sonrisa enorme se dibujó en mi rostro al recordar la noche junto a Kag, el amor de mi vida, a quien por fin había vuelto a amar después de tanto tiempo separados. Giré para encontrarme con su bello rostro y abrazar su cálido cuerpo, pero en lugar de eso, mis brazos se encontraron con la fría superficie de las sábanas vacías. Mi corazón se apretó con una sensación de vacío al darme cuenta de que ella ya no estaba a mi lado.
Me levanté de inmediato y la busqué por todo el departamento, pero no la encontré. Por un fugaz momento, llegué a pensar que todo había sido una alucinación, pero su aroma a lavanda, aún impregnado en la habitación, me decía que nada era un sueño. Todo había sido real: su aroma, sus caricias y su voz gritando mi nombre. Regresé a mi habitación y noté algo en la mesita de noche, era una nota que había pasado desapercibida. La tomé y pude ver la hermosa letra de Kagome escrita en la hoja:
"Perdóname, Inuyasha, pero lo nuestro no debe continuar. Las mentiras se volvieron la base de lo que una vez fue una relación hermosa y el más claro ejemplo de ello es la forma en que intentas justificarte. No te mentí cuando dije que te amo, pero no puedo simplemente olvidar y continuar como si nada. No me busques más, será lo mejor para los dos. Lo que sucedió anoche fue un error, el más grande y más hermoso error que atesoraré para siempre en mi corazón. Kagome."
-¡Maldita sea, Kag! ¿Por qué me haces esto?
Grité en la habitación mientras arrugaba aquel papel y lo lanzaba a la pared. Nuestro encuentro había sido tan intenso, pasional, lleno de amor y lujuria. En cada movimiento, cada caricia, cada gemido gritaba la palabra "amor"; es más, ambos nos dijimos "Te amo". ¿Por qué hacía esto? Nada tenía sentido, en ningún momento dio indicios de que sólo sería una triste despedida. De pronto, los recuerdos se agolparon en mi mente, trayendo consigo una oleada de emociones abrumadoras.
En ningún momento negó su relación con Bankotsu; simplemente me preguntó: "¿Te atreviste a buscarme? ¿Para qué?". Estaba claro que, desde un principio, quería olvidarme; nunca confió, no confía y jamás confiaría en mí. Todo resultaba contradictorio: su cuerpo me decía que me extrañaba, pero sus acciones indicaban lo contrario. Mientras nos entregábamos al deseo de nuestros cuerpos, me aseguró que yo era el único que la había tocado. ¿Acaso me había mentido? No tenía sentido pensar que su noviazgo con Bankotsu fuera real; ella no era el tipo de chica que se acostara con su ex para cerrar el ciclo y después continuar siendo feliz a su lado. Solo el término "ex" ya me llenaba de angustia y dolor.
Cada palabra de su nota resonaba en mi mente como un eco doloroso de la realidad que se imponía ante mí. ¿Cómo podía ser que después de todo lo que compartimos, todo lo que vivimos juntos, ella simplemente quisiera borrar nuestro amor de su vida? Un nuevo recuerdo llegó a mi mente, las palabras que Kagome dijo y que, por mi estupidez, no había entendido.
"Cuando estés con alguien más, no quiero que la acaricies como me acaricias a mí. Tampoco quiero que la mires ni la beses como a mí... Porque si lo haces, te juro que te vas a acordar de mí".
No sé cómo pude ser tan estúpido para no darme cuenta; ahí estaba la verdad de todo. Kagome no buscaba olvidarme; buscaba alejarme de su vida para protegerse a sí misma. Sus palabras eran un grito desesperado de amor y dolor, una advertencia que yo, cegado por mi propio deseo, no supe interpretar.
¡No! Esta vez no estaba dispuesto a dejarla ir como si nada. Tomé una ducha rápida, me vestí con la primera ropa que encontré en mi armario y salí de inmediato hacia la casa de Rin. El trayecto hasta la casa de Rin se me hizo eterno; cada segundo que pasaba era un tormento, una agonía por la incertidumbre del futuro de mi relación con Kagome. Mis pensamientos se debatían entre el deseo de recuperarla y el miedo a perderla para siempre. Finalmente, llegué a su casa y toqué frenéticamente la puerta. Rin abrió con una expresión de sorpresa al verme.
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UN ENCUENTRO QUE CAMBIÓ MI DESTINO
Fiksi PenggemarKagome, decidida a proteger su corazón tras una herida pasada, se encuentra con Inuyasha en Tokio. Inicialmente, su encuentro es tenso y cargado de resistencia, pero el humor y la perseverancia de Inuyasha despiertan la curiosidad de Kagome, lo que...