♡𝑁𝑢𝑒𝑠𝑡𝑟𝑎 𝐿𝑖𝑛𝑑𝑎 𝑁𝑢𝑏𝑒𝑐𝑖𝑡𝑎♡(ɢᴇᴍᴇʟᴏs ᴛᴏᴋɪᴛᴏ ʏᴀɴᴅᴇʀᴇ ʏ ʟᴇᴄᴛᴏʀᴀ)

〖18〗

~Me estás haciendo arder,
una y otra vez. Espero que puedas entenderme y saber que te amo y de verdad~

Narrador omnisciente

Habían pasado unos días desde que Yuichiro se había enojado, simplemente no le gusta verte con otras personas.

Hoy es viernes por la mañana, te encontrabas caminando por los pasillos de la escuela, te dirigías al baño, al entrar te miraste en el espejo y viste que tus ojos tenían ojeras, según tú te veías horrible. No habías dormido en los últimos días, debido a que se te dificultaba dormir. Te mojaste la cara y luego te secaste.

Al salir del baño empezaste a caminar de regreso a tu salón, Yuichiro te había prohibido hablar con cualquier persona que no sea el o su hermano, así que no quisiste ir al patio, no habías hablado con douma ni con akaza desde el lunes. Tu salón estaba vacío, no había nadie, todo estaba en tranquilidad. Te preguntabas en dónde se iban los gemelos cuando había receso, no quisiste pensar mucho en ellos y sacaste tu teléfono para jugar un rato.

Quitaste la mirada de tu teléfono y la dirigiste a la puerta, dónde viste que Douma y Akaza habían entrado. Ellos se acercaron a tu lugar y agarraron unas sillas para sentarse en frente de tí.

Katsumi: Hola, chicos. —quisiste saludar primero. —¿Qué hacen aqui?

Douma: No es obvio, queríamos verte. —al escuchar su respuesta te sonrojaste un poco. —A demás, estás aquí solita.

Akaza: Estos días haz estado muy distante. —dijo mientras agarraba tu mano y la acariciaba con su pulgar. —Dinos que te pasa. —lo dijo con un tóno tan suave.

No sabías que responder, bajaste la mirada a la mano de akaza que aún sostenía la tuya, no querías que los gemelos te vean mientras tú les cuentas que te pasa a ellos. O que luego los gemelos maten a Douma y Akaza. Tu mente era un desastre de pensamientos negativos.

Douma: Pequeña, si no quieres hablar... —dió una pausa— no importa. —suspiro y se sentó derecho en la silla.

Katsumi: Les contaré lo que me pasa. —los miraste—pero denme unos días... y luego se los digo,... por favor. —tus ojos empezaron a picar pero no querías llorar, no en frente de ellos.

Akaza: Esta bien, no te vamos a presionar. —te dijo mientras quitaba su mano de la tuya.

Douma: Ya nos vamos. —acarició tu cabeza y se levantó de la silla y akaza hizo lo mismo. —Nos vemos.

Los despediste con una leve sonrisa, forzada.

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Akaza: Es enserio?. —preguntó a su compañero mientras caminaba por los pasillos mientras tocaba su barbilla.

Douma: Te digo que en verdad la ví salir del salón de Literatura, salió llorando y tapando su rostro. —respondió, caminando al lado del pelirosa mientras este lo miraba impresionado. —Pero cuando ella salió no me dí cuenta quién era la persona que la hizo llorar. ¡Porque Daki me estaba llamando!

Akaza: Hay que estar más vigilante. —miró al más alto y este asintió.

Se podía apreciar a un Muichiro enojado, este estaba golpeando en el suelo a un chico, que estaba en la misma clase que tú y de los gemelos.