♡𝑁𝑢𝑒𝑠𝑡𝑟𝑎 𝐿𝑖𝑛𝑑𝑎 𝑁𝑢𝑏𝑒𝑐𝑖𝑡𝑎♡(ɢᴇᴍᴇʟᴏs ᴛᴏᴋɪᴛᴏ ʏᴀɴᴅᴇʀᴇ ʏ ʟᴇᴄᴛᴏʀᴀ)

〖48〗

~No le creemos.~

Narradora

Hiro estaba pálido sin saber que decir. Sus ojos se fijaron en tu semblante, no estabas ni seria ni feliz, estabas confundida.

Pensabas que podía ser una casualidad que su apellido fuera idéntico al tuyo. Descartaste esas opciones y lo miras esperando una respuesta. Debías admitir que desde el primer día en que lo conociste esa mirada suya te hacía recordar a tu padre.

Katsumi: Hiro, respóndeme.—volviste a insistir.

El pelinegro rascó su nuca, en su mente debatía si decirte la verdad o dejarlo pasar esta vez, pero se rindió y decidió hablar de una vez por todas.

Hiro: Llevo tu sangre, Katsumi.—dijo serio—Tú y yo somos hermanos. —Suspiró—Suena loco, pero somos...hijos del mismo padre.

Estabas sorprendida, las palabras no salían de tu boca. El mundo es tan grande, pero tan pequeño a la vez.

Katsumi: ...Tú...¿Por qué no lo dijiste antes?—preguntaste, dejando salir una sonrisa.

Se sorprendió al sentir tus brazos alrededor de él, lo habías abrazado como gesto de emoción.
Hace un tiempo que lo conoces y ni siquiera sabías que él era tu hermano hasta el día de hoy.

Hiro: ...¿No estás molesta?—alzó una ceja desconcertado.

Katsumi: ¿Por qué lo estaría?— preguntas, separándote del abrazo y mirándolo fijamente.

Hiro: Pensé que no ibas a creerme.—respondió.

Katsumi: Te creo, siento que dices la verdad.—hablas, sonriendo nuevamente —Me alegro mucho, Hiro.

Hiro: ...Yo también me alegro.—por primera vez lo viste sonreír genuinamente. Podía estar serio casi siempre, pero esta vez sonrió cálidamente, era un buen tipo.

Mientras caminaban de regreso al departamento hablaban de varias cosas, aclarando tus dudas y preguntas que debías hacerle al ojiverde.

Él respondía todo con tranquilidad, se sintió bien al decir su pequeño secreto. Tenía que acostumbrarse ahora que ya sabías que es tu hermano. Luego de tantas charlas se percataron que ya estaban en el edificio, entraron a ascensor y subieron hasta el piso de tu departamento.

Estabas muy feliz, tus padres ya no estaban presentes pero si tu hermano mayor, era tu único familiar, no te importaba que apenas acabas de enterarte, algo te decía que él de verdad era tu hermano y no podías negarlo.

Llegan al departamento, te das cuenta que los gemelos habían llegado porque la puerta no tenía el seguro. Al entrar los miras, sonríes levemente, traías una emoción. El pelinegro te siguió.

Katsumi: ¡Hola! Venimos de una repostería.—hablas entusiasmada —Ya saben...por los antojos a cada rato.—dices apenada.

Yuichiro: Ya veo, me había preocupado no verte aquí, además, llegamos hace unos minutos.—dijo, llegando a tu lado y depositando un beso en tu mejilla con cariño.

Muichiro: ¿Cómo te has sentido hoy? —colocándose al otro lado, pasando un mechón de cabello trás de tu oreja y mirarte atentamente.

Katsumi: He estado mejor, gracias por preocuparse.—sonreíste haciéndolos sonrojar levemente.—Aunque...¡les tengo una sorpresa!—exclamaste feliz.