♡𝑁𝑢𝑒𝑠𝑡𝑟𝑎 𝐿𝑖𝑛𝑑𝑎 𝑁𝑢𝑏𝑒𝑐𝑖𝑡𝑎♡(ɢᴇᴍᴇʟᴏs ᴛᴏᴋɪᴛᴏ ʏᴀɴᴅᴇʀᴇ ʏ ʟᴇᴄᴛᴏʀᴀ)

〖22〗

~Nadie ni nada nos impedirá no tenerte en nuestros brazos...~

Narrador omnisciente

Yuichiro: ¡Que empiece la diversión! —gritó, se abalanzó a Akaza con la intención de darle un golpe pero este lo esquivó fácilmente.

Akaza: No creo que logres darme tan siquiera un golpe. Eres muy lento. —se colocó en posición para darle una patada a Yuichiro, pero no logró ya que el chico también esquivó.

Muichiro: No cantes victoria akaza, apenas estamos empezando. —los gemelos se miraron entre sí.

Los tres chicos empezaron a peliar puño a puño, los tres son muy buenos dando golpes y esquivandolos, así que estarán un rato peliando hasta que alguno gane.

Akaza: Si piensan tener a Katsumi todo el tiempo para ustedes... están equivocados. —sonrío, dándole una patada en el estómago a Yuichiro quien escupió un poco de sangre debido a la fuerza que ejerció el pelirosa. —A una mujer nunca se le debe tratar así...

Muichiro, sigilosamente, se acercó a atrás del ojiamarillo, mientras este le decía aquellas palabras al gemelo mayor. En un movimiento rápido le dió una patada en la espalda, haciendo que Akaza cayera al suelo, no del todo. Se había sujetado de sus manos para soportar el repentino golpe de Muichiro.

Akaza: Muy bien, Muichiro, juguemos así entonces. —los dos empezaron a peliar, nuevamente. Yuichiro veía como su hermano peliaba.

Un pensamiento fugaz apareció en la mente de Yuichiro: Dónde demonios está Douma? No le dió importancia a eso.

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Un chico rubio de ojos arcoiris se dirigía con una sonrisa a la casa de los tokito.

Como normalmente es él, juguetonamente tocó la puerta de la casa. Al no recibir ninguna respuesta quiso abrir la puerta, pero no pudo. Caminó alrededor de la casa, se dió cuenta que las ventanas y puerta trasera estaban cerradas con fuerza.

Douma: Jeje, son inteligentes. —mantenerte encerrada era una locura, no eres un perro. Estaba detrás de la casa, miró la puerta trasera y sonrió. Tomó impulso y golpeó fuerte la puerta con una patada. —Ups.

Desde otra perspectiva.

Estabas acostada en la cama de Yuichiro, tus ojos estaban rojos de tanto llorar, no podías conciliar el sueño debido al temor que tenías. Tu miedo aumentó al escuchar un fuerte golpe. Te escondiste bajo las sábanas, creías que eran los gemelos.

Douma estuvo revisando toda la casa, revisó las demás habitaciones y no te encontró.

Douma: Katsumi! —escuchaste ese grito, conocías esa voz.—Dónde estás!? —Entonces entró a la habitación dónde tu estabas y te vió: quitando las sábanas de encima tuyo.
—Aquí estás!!

Douma corrió y te abrazó fuertemente, colocando tu cabeza en su pecho, tú correspondiste a su abrazo y no evitaste soltar algunas lágrimas.

Douma: Ya, ya estoy aquí. —dió algunas caricias en tu espalda, aún teniendote en sus brazos. —Dime, cómo estás? qué te han hecho? te sientes bien?