♡𝑁𝑢𝑒𝑠𝑡𝑟𝑎 𝐿𝑖𝑛𝑑𝑎 𝑁𝑢𝑏𝑒𝑐𝑖𝑡𝑎♡(ɢᴇᴍᴇʟᴏs ᴛᴏᴋɪᴛᴏ ʏᴀɴᴅᴇʀᴇ ʏ ʟᴇᴄᴛᴏʀᴀ)

〖21〗

~Que empiece la diversión!~

Narrador omnisciente

Aún seguías durmiendo; tu pequeño cuerpo estaba lleno de marcas y rasguños, chupetones, mordidas... y con dos grandes heridas con las iniciales de los chicos que más odiabas con tu vida, aquellas tenían vendas las cuales tenían manchas de sangre que aún escapaba de tus heridas que tardarían días en curarse.

Tu rostro aún tenía esa expresión de dolor, aún estando dormida.

Los gemelos estaban en la misma habitación que tú, mirando fijamente tu rostro, uno a cada lado de tí.

Muichiro: Qué haremos con Akaza y con Douma?

Yuichiro: Lo que debíamos hacer hace tiempo.—respondió, su voz era más fría de lo normal. —Se ve tan vulnerable... —dijo al verte.

Muichiro: Será hoy? —preguntó, refiriéndose a lo que iban a hacerle a tus dos amigos.

Yuichiro: Primero hay que ver si se puede hoy o no. —el gemelo menor asintió. —Por ahora tenemos que sentrarnos en si Douma envía más mensajes.

Poco a poco fuiste abriendo los ojos, al ver a tu alrededor los viste, el miedo se apoderó y temblaste levemente.

Muichiro: Oh, Ya despertaste. —te preguntó al ver que estabas mirándolos.

Yuichiro: Cómo te sientes? —su pregunta te hizo cerrar los ojos, no querías hablar, no podías hablar. Toda la noche tus gemidos y gritos que se escuchaban en toda la habitación, más las veces que te hicieron meter sus penes en tu boca hasta la garganta, que ni siquiera habías contado cuantas veces fueron. Todo eso hizo que tu garganta ardiera y a la ves doliera. —Bien, te llevaremos a la cocina. Preparamos tu desayuno hace rato.

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Te habían ayudado a levantarte de la cama y llevarte al baño para que te asearas. Luego llevaron hacia la cocina.

Estabas sentada, tus brazos reposaban en la mesa, viste como Yuichiro colocó el plato frente a tí. Un sándwich y jugo de naranja. Miraste a los gemelos que sentaron frente a tí, agarraste el sándwich entre tus manos y lo miraste de cerca, no querías comer.

Al final terminaste dándole una mordida al sándwich. No podías hacer movimientos bruscos, ya que, la herida en tu abdomen fue un poco más profunda que la del muslo, pero aún así las dos te dolían, y mucho. Al terminar de desayunar los tres se quedaron todavía en la mesa, eran alrededor de las nueve y media de la mañana, pero el clima estaba nublado, podías verlo desde la ventana que daba justo al lado de tí.

Un tono de llamada te desconcentró, tu teléfono. Yuichiro lo sacó de su bolsillo, él lo tenía. Miró la pantalla y frunció el seño.

Yuichiro: Tu amiguito Douma al parecer no se cansa de llamar. —habló, refiriéndose a que antes de que tú despertaras él había estado llamando y mandado mensajes varias veces, yuichiro no había atendido antes, pues quería contestar cuando tu estaras presente.

Contestó la llamada, puso el altavoz y colocó el teléfono en medio de la mesa. No tenías idea de que iban a decirle a Douma.

Douma: Hola bonita, cómo estás!? —muichiro te observó fijamente, bajaste la mirada rápidamente.

Yuichiro: Qué quieres, Douma? —Yuichiro habló en un tono molesto, el como el ojiarcoiris te llamó lo hizo enfurecer.

Douma: ...Quién eres? Y dónde está Katsumi? —se escuchaba preguntar a douma, de una forma que no podías explicar, no era la voz energética que escuchabas diariamente.