♡𝑁𝑢𝑒𝑠𝑡𝑟𝑎 𝐿𝑖𝑛𝑑𝑎 𝑁𝑢𝑏𝑒𝑐𝑖𝑡𝑎♡(ɢᴇᴍᴇʟᴏs ᴛᴏᴋɪᴛᴏ ʏᴀɴᴅᴇʀᴇ ʏ ʟᴇᴄᴛᴏʀᴀ)

〔40〕

~¿Qué está pasando?~

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Narradora

El sonido continuo de pieles chocando, los gemidos y jadeos se podían escuchar en la habitación del gemelo mayor, donde se podía verte en medio de los gemelos.

La noche estaba fría pero ellos hicieron que el momento se volviera caliente entre ellos tres. Sus cuerpos tenían una fina capa de sudor, sus respiraciones estaban entrecortadas y tu cuerpo sobremanera, estaba cansado. Habían pasado aproximadamente unas tres horas desde que empezaron con ese acto.

Muichiro estaba sentado en la cama, su miembro entraba y salía de tu entrada vaginal, mientras que Yuichiro arrodillado detrás tuyo hacía los mismos movimientos, pero en cambio, en tu segunda entrada.
Te sostenías de los hombros del gemelo menor, tu cara pronto se colocó en su cuello, gemías con descontrol, el cansancio te estaba matando, por así decirlo.

Los hermanos Tokito se deleitaban con tu cuerpo, tu rostro sonrojado y con lágrimas de placer, tus lindos sonidos. Sin duda era algo que a ellos les encantaba presenciar.

Katsumi: .. Voy a~ —escuchó Muichiro cerca de su oído, eso lo motivó a moverse más rápido, llevando sus manos a tus pechos y tocar directamente tus pezones con sus pulgares. Yuichiro llevó sus dedos a tu clítoris, y una vez ahí comenzó a tocarlo con rapidez en círculos. Esa acción hizo que tus gemidos aumentaran de volúmen y una corriente pasara por todo lo largo de tu columna. Ese nudo en tu vientre iba a explotar en cualquier segundo.

Yuichiro: Maldición, ya me voy a... correr. —murmuró con la respiración entrecortada. Su cabello estaba un poco desaliñado al igual del de su gemelo.

Muichiro: Yo igual~—de un momento a otro sentiste que no podías más y llegaste a tu clímax. Seguido de Muichiro quien llenó tu interior con su esperma blanquecina y caliente.
Y luego fue Yuichiro quien eyaculó en tu segunda entrada.

Sus respiraciones estaban
"alocadas" por toda esa acción que acababan de realizar, Muichiro tragó grueso saliva, y se recostó un poco en el espaldar de la cama tras suyo. Yuichiro salió de tu interior para sentarse en la cama. Y tú, como pudiste te separaste de Muichiro haciendo que sus sexos estuvieran separados.

Muichiro no te dejó ir a ningún lado, porque te agarró del brazo y te hizo acostarte en su pecho.

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Gyokko: ¡MÁTAME DE UNA VEZ! —gritó con lágrimas en los ojos, haciendo que el peliazul alzara una ceja y una sonrisa se formara en su rostro.

Raiden: Puedo hacerlo justo ahora, Ja! ¿En verdad quieres morir? Ni siquiera han pasado unos días, no me he divertido como es. —habló con seriedad.

Gyokko: Prefiero morir a seguir  siendo tu maldito juguete. —este estaba en la esquina de la bodega abandonada, sentado agarrando sus piernas. Su ropa estaba un poco rota y ya sucia.

Raiden: No seas patético, estarás vivo el tiempo que yo quiera y te mataré cuando se me de la puta gana, marica. —este dijo con seriedad aún, estaba de pie delante del pelimorado. Sus manos estaban en los bolsillos de su pantalón.

Gyokko: Ojalá te maten y te pudras en el infierno.. Maldito psicópata. —murmuró con la voz temblorosa.

Raiden: JAJJAAJAJA—su risa era fuerte, incluso aterrorizó al chico en el suelo— Ay jaja.