Todas Las Sonrisas Que No Veré

1. Urgencias

Me duele todo el cuerpo.

Me cuesta mantener abiertos los ojos.

Creo que estoy siendo llevada en una camilla.

Apenas soy capaz de articular una palabra.

Sólo cazo palabras sueltas de la médica y los enfermeros que me llevan a no sé dónde.

—... contusiones por todo el cuerpo, doctora —apunta una joven—... primera exploración... posibles fracturas.

¿Qué me ha pasado?

—... Necesitamos también una radiografía del cráneo... neurológica lo antes posible —informa una voz de mujer—. ¿... iniciado el protocolo?

—... avisar a la policía.

¿Policía? ¿Por qué tienen que llamar a la policía? ¡Qué ha pasado! ¿Está Saúl bien? ¿Mi bebé?

—Tranquila, cariño Todo va a salir bien —dice la doctora.

Cierro los ojos...

Gritos...

Golpes...

Sangre, mucha sangre...

Ruido de cristales, de una puerta astillarse...

Unos ojos que me miran con odio y desprecio. No distingo su rostro.

Siento un pinchazo en el brazo.

Quiero reconocer esa mirada...

—¡Aaah! —grito. ¡Me duele mucho la cabeza! Eso me despierta de golpe. No sé qué me han pinchado pero no...

El mundo se mueve en cámara lenta y no soy capaz de distinguir los sonidos de las voces de las enfermeras... Siento manos en mis bolsillos... Me tocan la cara, las orejas...

—Te tenemos que cambiar... ropa llena de sangre... Todo va a salir bien...

Repiten el mismo mantra...

¿Qué está pasando? ¿Por qué algo tiene que salir mal?

Me incorporan... Estoy desnuda y me visten con...

El frío de una nueva camilla me recibe...

—Vamos a hacerte unas rad... No te muevas...

No tengo fuerzas...

¿No deberían proteger mi vientre de la radiación?

Las máquinas zumban... Distingo varios clics metálicos... Un sonido eléctrico de algo que se enciende... El zumbido aumenta... Silencio. Un pitido. Varios clics de nuevo.

—Ya terminamos —asegura una voz por un altavoz...

Parece que han pasado días... Los zumbidos y los clics no paraban...