20. No quería líos

19 7 24
                                    

El paseo marítimo de la playa de la Misericordia se va vaciando. No sólo hace frío a esta hora, sino que el viento obliga a muchos de los paseantes a regresar a su hogar para afrontar los momentos más tristes del domingo: prepararse para el inicio de la semana laboral.

Yo habría sido una de esas personas. Estaría regresando a casa, acompañada por Saúl, después de pasar una larga tarde con su grupito de amigos.

Quedábamos muchos domingos para almorzar fuera y pasar toda la tarde vagando de un restaurante —elegido al azar—, a una heladería para un postre y, finalmente, a una cafetería para disfrutar de un café —o alguna bebida espirituosa— hasta que el sol empezase a ocultarse tras los edificios y el frío y el viento se convirtieran en una molestia. Mientras tanto, reiríamos con las historias más locas jamás escuchadas, anécdotas o las gilipolleces que formaban parte de nuestro pobre catálogo de temas.

Cuando llegábamos a nuestra casa, Saúl me desnudaba nada más cerrábamos la puerta de la calle, me besaba de la cabeza a los pies y corríamos a la ducha donde iniciábamos un juego sexual que terminaba en la cama cuando nos corríamos tras follar como si no hubiera un mañana.

Caigo en el cliché de dudar si esas escenas eran realmente parte de mi vida o de la última serie cortavenas que me tragué en Netflix. He visto tantos doramas que ya no sé qué recuerdos me pertenecen a mí o son parte de la trama de esas ficciones.

Me siento sobre el murito que separa la playa del paseo mirando hacia el mar. Pierdo la vista en el fondo, en donde un barco avanza a un destino desconocido —posiblemente para pescar— y deseo, tan sólo por una fracción de segundo, en desaparecer en el fondo de esas oscuras aguas para siempre.

No he tenido un buen día. Muchos recuerdos me han asaltado y me he tenido que escapar de la casa de Amaia para no arrastrarla conmigo. Estaba de tan mal humor que hice que mi amiga se cabreara conmigo. ¡Sí! Logré enfadar a Amaia sólo porque ella puso un vaso con refresco que goteaba sobre una mesa de cristal, que iba a terminar manchando.

Una cosa que no es más que una tontería, lo convertí en una desgracia. Eso mismo hacía Saúl. Le daba igual si se manchaban las cosas. Total, la que limpiaba era yo. Todo eso me lo tragué y estuvo esperando en mi subconsciente a que Amaia hiciera lo mismo para que yo explotara y le dijera que era una desconsiderada. Ella no se merecía eso.

Me siento tan mal por no haber explotado de esa misma manera con ese otro cabrón. Por haber tragado con todo y haber tenido una actitud tan cobarde de dejar pasar las cosas para no pelearme con el amor de mi vida. ¡Qué estúpida fui!

Félix me mandó un par de mensajes para contarme cómo le va con el libro que le regalé y no le respondí. Creo que tengo que evitar cualquier contacto con cualquier persona que me importe lo más mínimo. Al final terminaré haciéndoles daño y demasiadas culpas cargo como para tener que aguantar una más.

La profunda e intensa sirena de un barco roba mi atención. Veo un crucero marcharse del puerto de Málaga. Yo quería hacer uno con Saúl. Nos imaginaba parando por Roma, Capri, las islas griegas. Haciéndonos fotos que guardaríamos en un álbum que visitaríamos de tanto en tanto para que nuestro bebé viera todos los sitios a donde habíamos ido y que volveríamos a recorrer con él. Y, cuando el fuera más grande, viajaríamos a Miami para embarcarnos en el crucero que fleta Disney con toda su magia y que disfrutaríamos todos como si fuéramos unos niños otra vez.

—¿Por qué mataste a todos estos sueños? —susurro, sabiendo que la respuesta a esa pregunta es tan simple como que no me quería.

Si no hubiera muerto Ariana me habría abandonado. ¡Y debería haberlo hecho! Soportaría ser una madre soltera. ¡Nada vale la muerte de mi bebé! No sé si voy a poder superar esto algún día. ¿Existirá ese mundo en donde si sonrío no será para que la gente que me rodea piense que no estoy tan destrozada, tan rota como para no volver a ser feliz?

Todas Las Sonrisas Que No VeréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora