"No confías en mi"
Como cualquier día Alastor se despertó primero que su pequeño invitado, Anthony acostumbraba a levantarse tarde de la cama. Pero mientras el joven dormía Alastor aprovecho de limpiar su carro. Al rato Anthony despertó y busco al mayor, observó que la puerta principal estaba abierta y se encaminó a la salida. Se encontró con el castaño limpiando el carro y se sentó en el primer escalón a observarlo.
Alastor sintió una mirada sobre él y volteó topándose con él menor observándolo, Alastor dejó el pañuelo con el cual estaba limpiando en el balde con agua y jabón, subió un poco sus mangas hasta los codos y se paro en frente del menor. Anthony lo miró a los ojos y sonrió.
—Buenos días, querido ¿como amaneciste?—dijo Alastor devolviéndole la sonrisa—Buenos días Al, muy bien—contestó el menor.
—¿Ya desayunaste?—preguntó, el menor negó—Um…todavía no tengo hambre—Alastor frunció el ceño, eso era extraño normalmente cuando el joven se levanta lo primero que hace es comer y…¿ahora no tiene hambre?
—¿Um? ¿Acaso tienes fiebre? ¿Te duele algo?—interrogó el mayor colocando su mano en la frente del menor para revisarle la temperatura, Anthony soltó una risita.
—Jaja…no Al, estoy bien solo…no tengo hambre, no es nada extraño—dijo el menor quitando la mano del mayor—En ti si es extraño, querido—respondió serio.
—Ven, tienes que comer algo, anoche no comiste adecuadamente y te acostaste con el estómago prácticamente vacío, así que vas a desayunar y no quiero excusas—regaño el mayor, Anthony suspiro y rodeo los ojos con fastidio.
—Está bien, “papá”—refunfuño el joven, ambos entraron a la casa y fueron a la cocina, Anthony se sentó en la barra y Alastor le dio un plato con un desayuno sencillo un sándwich con unas tostadas y jugo de naranja. El joven comió gustoso Alastor cocinaba muy bien incluso mejor que los cocineros expertos de su padre.
—Al…definitivamente estas listo para casarte, serás muy buen esposo ¡mierda cocinas increíble!—Alastor sonrió, ese niño a veces decía unas cosas ¿él casarse? ¡Ja! Nadie se interesaría por alguien como él, al saber lo que realmente era; un asesino, saldrían corriendo despavoridos. Además, él tampoco ha sentido nada por nadie y nunca lo hará o tal vez…
—Alastor…¿puedo hacerte una pregunta?—dijo el joven con la mirada gacha, Alastor río—Acabás de hacer una, mon cher ange—respondió chistoso, Anthony lo fulmino con la mirada.
—¡Hablo en serio!—replicó, el mayor lo miró con curiosidad—Ok, dime querido—Anthony suspiro y comenzó a jugar con él sándwich.
—Pues…yo…quería saber…¿Qué hacías en la madrugada en…el sótano?—de un momento a otro la mirada del mayor se volvió sombría, Anthony trago grueso.
—¿A qué te refieres?—dijo Alastor, Anthony suspiro y desvió la mirada hacia el plato de nuevo.
—Yo…fui al baño en la madrugada y…te vi cerrar la puerta del sótano ¿q-que estabas haciendo?—dijo el menor la mirada y aura del mayor lo estaba incomodando mucho.
—Anthony solo arreglaba algunas cajas—el chico frunció el ceño—¿A esa hora?—dijo incrédulo, Alastor respiró hondo y trató de calmarse.
—¿Por qué no me dices la verdad? ¿No confías en mi?—dijo con tristeza—Mon amour…no quiero que cambie la imagen que tienes de mi…no quiero que después de contarte la verdad ya no quieras verme más—dijo Alastor con frustración y ¿tristeza? Era la primera vez que se sentía así y no sabía que era exactamente.
—No entiendo…como algo podría cambiar como te veo, Alastor—el mayor no respondió, él no comprendía.
—Al…te diré algo…no todos somos perfectos tenemos defectos, pero yo te acepto como eres y no creo que cambie la imagen que tengo sobre ti, solo…dime la verdad—dijo el chico posando su mano en la mano del mayor.
—Anthony, tu no entiendes…—Alastor apartó su mano—¡Ay! Vamos Alastor…soy…soy…mi padre…mi familia es de la mafia, ese el supuesto negocio ¿que cosa puede ser peor que eso?—el menor desvío la mirada, nunca le había contado de eso a nadie.
—¿Qué?—Alastor estaba impresionado no esperaba que ese niño…su niño…perteneciera a eso. No le molestó que no le haya contado nada al respecto, pero si le impresionó mucho.
—Guau, no…no me esperaba eso—dijo el mayor todavía procesando todo—¿Ves? Nada puede ser peor que eso—dijo con gracia, aunque si le preocupaba un poco lo que él mayor estuviera pensando ahora mismo.
—Darling, eso no es nada…creeme—Alastor se alejó del chico y salió de la casa para terminar de lavar el carro dejando muy en claro que se había acabado la conversación. Ellos solo se beneficiaban vendiendo y traficando el vicio y la gente caía por estúpida en cambio él disfrutaba torturando y viendo el sufrimiento de los demás, como esas almas dejaban poco a poco este mundo sufriendo hasta el último segundo y después…comía de lo que su presa le proporcionaba. Es imposible que ese niño no lo vea como un monstruo, como un enfermo, como un asesino.
El problema aquí es que ese niño se ha vuelto tan importante para él que el simple hecho de que pensara eso de él, que le tenga miedo y que no quiera verlo nunca más le destrozaba el alma. Anthony no podía saber la verdad, perder a ese único rayo de luz que iluminaba su oscura existencia; no podría vivir sin él, sin su niño.
Anthony volvió a su casa después de la charla con Alastor, mierda si que la había cagado. Cuando llegó a su casa no encontró a sus hermanos pues para su desgracia encontró a su padre. Pasó de largo y lo ignoró por completo pero el hombre lo sostuvo del brazo antes de que se fuera.
—¿Dónde estabas?—dijo serio, Anthony trató de zafarse de su agarre, pero el hombre lo sostuvo con más fuerza.
—Eso no le importa—el hombre frunció el ceño molesto—Debiste haber estado con tus hermanos para recibir la mercancía, pero el niño prefiere estar haciendo quien sabe que—el hombre soltó al chico y Anthony se tambaleó un poco.
—Será mejor que empieces a preocuparte por tus responsabilidades y no estar ofreciéndote al primero que se te cruce por delante—el hombre se dio medio vuelta y tomó un cigarrillo de la mesa, volvió a mirar al chico y lo analizó de arriba a bajo.
—Vete y espero que de ahora en adelante atiendas bien tus responsabilidades y…¿Sabes que? Olvidalo. No vuelvas a llegar tarde—Anthony frunció el ceño y se fue a su habitación. Mierda estaba harto de recibir órdenes solo quería ser libre y tomar sus propias decisiones.
• Mon cher ange = Mi querido ángel
Muchas gracias por leer y espero que les haya gustado. Tal vez en el próximo capítulo publique dos en uno ya que seran algo cortos asi que publicaré los dos de una vez también para avanzar más rápido con la historia.
Sin más que decir
Bay :3 ❤️
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Caminos Encontrados: Cuando llegaste a mi_(Radiodust)
FanfictionAlastor un asesino en serie con un corazón frío y sin remordimiento alguno de los crímenes que cometía. No esperaba toparse con aquel niño de 16 años, recién llegado en el pueblo de Nueva Orleans. Poco a poco ese niño logró entrar en su duro y frío...