Alastor un asesino en serie con un corazón frío y sin remordimiento alguno de los crímenes que cometía. No esperaba toparse con aquel niño de 16 años, recién llegado en el pueblo de Nueva Orleans. Poco a poco ese niño logró entrar en su duro y frío...
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"El sótano"
Anthony descansaba tranquilamente en el sofá ojeando una revista, hace tres días que no veía a Alastor. Su padre lo vigilaba a cada momento y no ha podido escabullirse, pero para su suerte su padre saldría hacer negocios y volvería tarde así que...tenía unas horas para poder ver al mayor.
—Me voy, no hagan desastre—dijo el padre de los chicos, saliendo de la casa con cuatro guardias. Cuando el hombre salió de la casa Anthony se levantó del sofá y tomo un abrigo, unas llaves y se dirigió a la puerta.
—Tony, por favor vuelve temprano. Papá dijo—el chico interrumpió a su hermana—No me importa una mierda que diga ese señor ¿Ok? Y...no se si vuelva...ahsr, nos vemos después—el chico salió de la casa y camino hasta la casa del castaño lo que le tomo mucho tiempo.
Cuando llegó a la casa vio que la puerta estaba abierta, esto le extrañó y camino hacia la parte de atrás de la casa donde aveces el castaño partía la leña, pero no lo encontró allí. El carro estaba estacionado junto a la casa, así que no estaba en el pueblo. Se encogio de hombro y entro a la casa.
—¡Al!—llamo, pero no obtuvo respuesta—¡Alastor!—volvio a llamar, pero nuevamente no obtuvo respuesta ¿Donde estaba? Su carro estaba allí, osea no estaba en el pueblo, no estaba detrás de la casa y tampoco estaba en la casa, además estaba la puerta abierta.
—Tal vez fue a cazar o...buscar algo en el bosque—dijo, pero...¿por qué dejó la puerta abierta? Tal vez estaba cerca. Bueno, dejó su abrigo en el sofá y se sentó a esperar a ver si llegaba el castaño. Espero por unos minutos y no llegaba, suspiró cansado y se dirigió a la cocina por un poco de agua. El rechinido de una puerta lo desconcertó, se dirigió al pasillo de donde provenía el sonido. Cuando se asomó al pasillo un temblor invadió su cuerpo.
La última puerta del pasillo, la famosa puerta que dirigía al sótano...estaba abierta, era la primera vez que veía esa puerta abierta. El chico dio un paso dudoso y luego retrocedió.
—Mierda—dijo, estaba abierta hay frente a él—¿Sera que?—no, si bajaba Alastor estaría muy molesto, pero...la curiosidad por saber que escondía lo mataba. Unas pequeñas gotas llamaron su atención, estás con un color rojo muy oscuro; estás conducían hacia el sótano.
—¿Que putas es esto?—el menor se adentro al pasillo y llego hacia la puerta, pudo ver unas escaleras las cuales eran iluminadas por un solo bombillo. Anthony trago grueso el aura de ese lugar era tensó y le daba mala espina. Decidió adentrarse en aquella escalera bajando con cuidado la misma, cuando llegó al ante penúltimo escalón pudo ver una habitación que le causó un escalofrío en todo el cuerpo. Su mirada recorrió el lugar, primero vio una pared al fondo con una colección completa de cuchillos, hachas, armas y diferentes objetos punzantes. Había un pequeño fregadero y un congelador no muy grande, el gran símbolo en el suelo que parecía una estrella le causo un escalofrío, su mirada se desvío hacia una mesa de metal; cuando vio lo que había ensima su cuerpo entero tembló, su cara era como si hubiera visto a un fantasma...y tal vez si lo era...
