"Surgimiento de una amistad"
Alastor le abrió la puerta del carro y Anthony se subió a este. El mayor cerró la puerta y dio la vuelta para luego subirse también al carro, el menor paso toda la tarde en casa del mayor; esto ya era una costumbre, ambos pasaban demasiado tiempo juntos estos últimos días.
Arrancaron y fueron rumbo al centro del pueblo, y conversaban por el camino. Alastor se maravillaba al ver la linda sonrisa del chico y procuraba de hacer que está no se esfumará.
—Jajaja…no le creo—dijo el menor entre risas—Si…no fue mi mejor momento—dijo el mayor sin despegar la vista del camino.
—Bueno, todos cometen estupideces cuando están ebrios—dijo el chico calmando su risa, el mayor soltó una risita.
—Mi padre desde que tengo memoria hace fiesta grandes y siempre veo a gente emborracharse y cometer estupideces—dijo el menor.
—Recuerdo una vez cuando estaba niño se emborracharon tanto y subieron dos tipos en una mesa a “cantar”—Anthony trato de aguantar la risa.
—Jaja…perdieron el equilibrio y cayeron tumbando el resto de las bebidas y todo fue un desastre. Luego mi padre se enojo y comenzaron a “pelear” pero estaban tan borrachos que no podían ni mantenerse en pie—el mayor sonrió.
—Fue un completo desastre—finalizo el menor entre risas al recordar lo molesta que estaba su madre en aquel entonces, luego sus labios dibujaron una sonrisa amarga. Alastor lo miro confuso y soltó un suspiro.
—Cher…¿Ocurre algo?—dijo el mayor, el menor lo miro y luego desvío la mirada—No…no pasa nada—dijo. Alastor no comprendía como de una sonrisa y risas, paso a una cara triste y desolada.
—¿Sabes?—el menor suspiró y miro al mayor—La peor vergüenza que he pasado estando ebrio fue cuando un día, me pase de copas con un muy querido amigo—dijo el mayor.
—No me acuerdo de nada de lo que pasó esa noche, al día siguiente ambos despertamos en la misma cama—el menor abrió los ojos de par en par.
—En ese momento quería morirme pues…mi mente voló y me imaginé lo peor, pero resulta que fue una broma de una amiga que nos encontro en el bar hechos un desastre. Nos puso a ambos en una cama e hizo que pareciera que…ya sabes—el menor sonrió y ladeó la cabeza curioso.
—Ese día quería matar a Nifty y ella solo se reía al ver la vergüenza de ambos. Me juré no volver a tomar alcohol—dijo el mayor, Anthony rio y el contrario sonrió. El menor se acercó al mayor y sin este imaginarlo el chico se recostó en su regazo. Alastor se estremeció y quedó perplejo, sin decir una sola palabra.
—¿Y si lo hizo?—dijo el menor con gracia y una linda sonrisa sin notar la incomodidad del mayor. Alastor bajo levemente la mirada hacia el chico y al ver esos hermosos ojos azules su incomodidad desapareció, sonrió y volvió a mirar el caminó.
—No…no lo hice, volví a pasarme de copas; es raro cuando lo hago, pero bueno supongo que es algo que aunque digas que no lo harás terminas cayendo de nuevo—el mayor soltó una risita.
—Y más si tú amigo es dueño de un bar—el menor rio, este hombre había vivido tantas cosas…sus años de experiencia eran obvios y hay estaba él con un hombre que le llevaba 14-15 años. Mientras el mayor conducía el menor lo observaba detenidamente maravillado por lo que sus ojos veían. Ese hombre era hermoso, le sorprendía como aún no tenía pareja, aunque…de seguro debe tener varias pretendientes. El chico quedaba fácilmente perdido en su mirada y anonadado por su belleza. Sin darse cuenta sus mejillas se sonrojaron, el chico soltó un suspiro.
Anthony se movió sin encontrar una posición cómoda, el mayor suspiró y mordió su labio inferior; era desagradable sentir aquello. Alastor poso su mano en el pecho del menor, este se detuvo y lo miro confuso.
—Darling…por favor no te muevas, es…incómodo y más si estás sobre mi regazo—Anthony entendio a que se refería y de inmediato se levantó de su regazo y se sentó en el asiento de pasajero.
—Lo siento…no quise—dijo nervioso y muerto de la vergüenza. Alastor suspiró aliviado, era extraño, con cualquiera se habría molestado, pero no podía enojarse con este chico ¿Por qué?
—Tranquilo…p-puedes recostarte sobre mi regazo; no me molesta, solo trata de no moverte mucho ¿Si?—dijo con calma, el menor dudo un poco, pero asintió. El menor se acercó y luego se recostó sobre su regazo de nuevo. Alastor respiró hondo y llevo una de sus manos al abdomen del chico descansando la misma.
—¿Tienes hambre?—pregunto el mayor—Si—respondio el chico, Alastor sonrió.
—Bien, te invito algo en la cafetería ¿Te parece?—el menor abrió los ojos de par en par.
—Em…no hace falta Alastor, no quisiera causar molestias—dijo el menor, el hombre rio—Oh, querido, no eres una molestia…al fin y al cabo, eso hacen los amigos—el menor sonrió y asintio.
—Gracias Alastor—respondio, el mayor lo miro y sonrió, luego volvió su mirada al camino. Una linda amistad estaba surguendo.
Llegaron al pueblo y como dijo el mayor, le compró al chico unos Beignets y prostresitos. Alastor disfruto ver cómo aquel chico se deleitaba con los dulces, como un niño feliz y satisfecho. Ya cayendo la noche Alastor dejó al chico en su casa, aquella lujosa mansión, ambos se despidieron y Anthony le agradeció de nuevo por los dulces. Cuando el menor entro a la mansión Alastor ingreso a su carro y regresó a su casa en aquel bosque. Durante el camino recordó una y otra vez la hermosa sonrisa del chico. Llevaba semanas viéndose con aquel niño y cada vez se encariñaba más con él.
El muchacho logro en poco tiempo volverse en algo importante para él, no deseaba ni quería alejarse del chico. Quería seguir descubriendo cada parte del menor, quería saber más de él; conocerlo mejor. Pero esa insistencia de su parte sin querer acabaría en una situación muy...devastadora.
Muchas gracias por leer y espero que les haya gustado.
Sin más que decir
Bay :3 ❤️
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Caminos Encontrados: Cuando llegaste a mi_(Radiodust)
Fiksi PenggemarAlastor un asesino en serie con un corazón frío y sin remordimiento alguno de los crímenes que cometía. No esperaba toparse con aquel niño de 16 años, recién llegado en el pueblo de Nueva Orleans. Poco a poco ese niño logró entrar en su duro y frío...