Capítulo 35

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"No soy capaz de hacerte daño"

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"No soy capaz de hacerte daño"

El menor bostezo y despertó de su profundo sueño. Miro a su alrededor y no vio al mayor, se levantó de la cama a duras penas y se puso una de las camisas del mayor. Sonrió levemente, Alastor se quejaba de que el chico siempre usaba sus camisas, pero eran muy cómodas y el menor disfrutaba sintir la esencia del mayor; su aroma. Anthony se dirigió al baño, se miro al espejo y abrió los ojos de par en par.

—Mierda, Alastor—dijo el chico al mirar las marcas de mordidas y chupetones que el mayor había dejado la noche anterior. Era como una bestia marcando su territorio; lo que es suyo. Anthony salió del baño y se dirigió a la cocina, pero cuando llegó no encuentro al mayor. El chico suspiró y se dirigió al pasillo hacia la puerta del fondo, abrió la puerta y bajo las escaleras. Al llegar al final de las escaleras se sentó en el último escalón mirando al mayor, este estaba tan concentrado en el cuerpo inmóvil que no noto la presencia del chico. El mayor tomo el cuchillo y sonrió con malicia, rasgó lentamente la piel de la víctima desfigurando su rostro, sonreía satisfecho al ver la sangre salir de apoco.

Anthony miro con algo de horror lo que hacía el mayor, de a poco este corto la carne del cuerpo y lo metió en bolsas, un último y pequeño pedazo lo tomo y se lo comió, luego se relamió los labios. Anthony hizo una mueca de asco que casi vomita. Alastor se percató de la presencia del chico y suspiró algo molesto.

—Anthony…¿Qué haces aquí? Te he dicho que no bajes—dijo el mayor, dejando el cuchillo en la mesa y llevando las bolsas con carne al congelador. Anthony se levantó y se acercó a la mesa en donde solo quedaban pocos restos del cadáver, el menor frunció el ceño al ver la sangre y la repulsiva imagen de los restos. Alastor suspiró y se acercó al chico.

—Anthony, sube…yo…ahora subo—dijo el mayor tomando el cuchillo y dirigiéndose al fregadero para limpiar la sangre en el mismo.

—¿De verdad vas a seguir con esto?—dijo el menor, Alastor suspiró con pesimismo, ya había perdido la cuenta de los regaños y sermones del chico.

—Anthony, si no te gusta sencillamente no bajes aquí ¿Crees que es divertido que siempre me reclames por lo que hago sabiendo que lo hacía y aceptarme así? ¿Crees que no me afecta ver lo incómodo que estás y el miedo en tu mirada cada vez que bajas?—dijo el mayor, el chico negó y se acercó al mayor. Otra vez comenzaba una de las muchas discusiones que han tenido durante estos días.

—Alastor ¿Que no entiende? La policía lo está buscando y usted sigue matando como una bestia desenfrenada. Si te acepté a pesar de los horrores que hacías—el mayor interrumpió al chico dando un fuerte golpe contra el fregadero tumbando algunas cosas.

—¿Los horrores que hacía? Por favor, Anthony…no me vengas con horrores que tú familia no se queda atrás—dijo agarrando con fuerza el cuchillo y con una amplia sonrisa.

—¡¿Que tiene que ver eso?! No estoy hablando de mi familia, estoy hablando de ti y tu sed de sangre la cual está fuera de control—dijo el chico exaltado y frustrado.

Caminos Encontrados: Cuando llegaste a mi_(Radiodust)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora