Alastor un asesino en serie con un corazón frío y sin remordimiento alguno de los crímenes que cometía. No esperaba toparse con aquel niño de 16 años, recién llegado en el pueblo de Nueva Orleans. Poco a poco ese niño logró entrar en su duro y frío...
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"La verdad"
Alastor y Anthony estaban sentados en la sala uno frente al otro. Un gran silencio era presente en el lugar, hasta que Anthony decidí romperlo.
—¿Por qué me mintió?—dijo serio, Alastor suspiró—Porque...tenia miedo, pánico a que después de que supieras la verdad me odiarás...o me tuvieras miedo, que no quisieras verme otra vez—dijo el mayor con la mirada clavada en el suelo.
—¿Por qué mató a todas esas personas?—dijo el chico, Alastor alzó la mirada y suspiró—No se yo...fue un impulso supongo...me dio coraje que esas personas se aprovecharán de otras personas las cuales estaban indefensas y solo las mate—dijo sin más.
—¿No cree que eso es contradictorio?—dijo el chico ya que a su parecer también sus víctimas estaban indefensas.
—Tal vez si...pero para mí esas personas merecían morir…y si…lo admito, me gusta…es satisfactorio para mi—dijo con frialdad, Anthony trago gruso—¿Eso quiso hacer la noche en que nos vimos? ¿Matarme? ¿Torturarme?—Alastor abrió los ojos de par en par y luego desvío la mirada.
—Si...yo...había pensado en eso, pero cuando te vi llorando, con moretones, tan...fragil...algo dentro de mi se estremeció, sentí algo que nunca en mi vida había experimentado...yo...sencillamente no pude hacerlo, no pude mararte—dijo el mayor.
—Un sentimiento, un instinto de ayudarte, protegerte; se implantó en mi corazón, y poco a poco ese sentimiento se volvió en amor...me enamoré de tí y consigo creció el miedo de que supieras esto; lo que soy, me preguntaba ¿cómo alguien podría amar a un monstruo como yo? Pero a la vez me gustó sentirme amado tan siquiera un poco—Alastor suspiró.
—Anthony...no quisiera que te vayas, de verdad te amo...pero, entiendo si tú ya no quieres estar ni un segundo más conmigo...yo...no te voy a retener y mucho menos te voy hacer algo, estás libre de irte—el mayor tenía una sonrisa forzada y unas lagrimas escurridizas bajaban por sus mejillas. Le partía el alma pensar en que perdería al chico, pero como digo no lo hiba a retener. Alastor estaba tan sumergido en su miedo y pensamientos que no noto cuando el chico se acercó y beso sus labios.
—Alastor...yo...lo amo...y tal vez esto sea peligro, cualquiera me diría que no me acerque a usted, pero...no puedo, no puedo alejarme de usted...yo lo amo—el mayor sonrió un poco más calmado al escuchar las palabras del chico.
—Alastor—el mayor observo al chico quien guardaba silencio sin mirarlo a los ojos. El chico suspiró y lo miro con preocupación.
—¿Alastor usted mató a su padre?—dijo el chico. El mayor abrió los ojos de par en par y luego soltó un suspiro.
—Si—respondio breve. El chico bajo levemente la mirada procesando lo que estaba escuchando. El mayor tomo su mentón con suavidad e hizo que lo mirara.
