Alexander
Lo último que pensé al llegar a mi casa, es que encontraría a mi mate ahí, y que sería Marie. La hermosa loba que me traía loco.
Muchas veces no encuentras tu mate al momento en que cumples la mayoría de edad, puedes tardar meses o incluso años. Sólo Diosa Luna sabes cómo hacer las cosas.
Debo admitir que me asusté muchísimo al escuchar a Marie decir que no quería. No sabía qué quería decir y mi corazón comenzó a latir con fuerza mientras un sudor frío bajaba por mi espalda. Solo cuando dijo algo de sus padres entendí.
Entendí que la han estado inculcando en que debe encontrar a su mate y tener una manada ella misma. No tuvo que decirme con palabras lo que ya supe.
Ahora estamos en la laguna, y sonrío al escuchar su pregunta en voz muy baja. Su loba ya quiere marcar territorio.
Siempre he usado protección, no quería ningún embarazo sorpresa. Solo quiero cachorros con mi mate, y esa es Marie.
—Cuéntame sobre tus padres, hermosa.
—Siempre están trabajando y cuando no, tampoco es que pase mucho tiempo con ellos — mi pecho se aprieta al oler su tristeza —. Me asusté mucho cuando supe que eres mi mate. Ellos siempre me han dicho que cuando lo encuentre debo tener cachorros y dedicarme a mi hogar, pero no quiero eso todavía, Alex... Quiero tener una carrera, mi casa, viajar y disfrutar, aunque sea algunos años, y luego tener todos los cachorros que la Diosa Luna nos permita.
Entiendo su punto, no estamos en la edad media. ¿Qué clase de padres le inculcan eso a su hija que apenas va a terminar el instituto?
Me tumbo en el pasto para estar más cómodo y la abrazo para que ponga su cabeza en mi pecho.
—También quiero terminar mis estudios y tener mis propias cosas. No te voy a obligar nunca a nada, hermosa, pero sí quiero tener muchos cachorros. Un equipo de fútbol.
Suelta un jadeo, levantándose para mirarme, y se apoya en sus manos.
—Pero... ¿estás loco? No voy a tener once niños corriendo por la casa sin parar. No, no — se le corta la risa al verme hablar enserio —. Alexander Volkov, no voy a tener once hijos.
Yo solo sonrío, ella misma me los va a pedir.
—Solo estoy avisando — le digo, sin dejar de tocar su pelo suave.
—¿Cómo son tus papás?
—Mis padres son geniales, cuando los conozcas y hables con ellos los vas a amar. Mi madre es muy cariñosa, así que no te asustes cuando toque tu cara o deje besos en tu cabeza. Es su forma de demostrar amor — le informo, ya que mamá la puede asustar o incomodarla —, pero si esas muestras no te gustan, puedes decirle y ella lo entenderá, tranquila.
Ella sonríe con nostalgia, con anhelo quizás, y sé que es porque sus padres no son así con ella.
—Supongo que debe sentirse muy bien tener una familia así. Los míos nunca han mostrado ese tipo de afecto. Sabes, siempre están diciendo que debo tener una familia grande y cosas así porque quieren nietos, pero, ¿quién me dice a mí que ellos no serán como conmigo?
Suspira y se nota que le cuesta hablar de ese tema. No me explico cómo no pueden darle amor a mi hermosa mate.
—Conmigo y mi familia no te hará falta el de nadie más. Mimos, amor y todo lo que quieras lo tendrás, también te advierto que soy muy celoso, Marie. Lo mío, es mío.
—Yo también lo soy y creo que tu hermana me va a matar. Fue a mi casa a recogerme para hacer las tareas y la dejé — dice sin dejar de reír.
—Tranquila, lo va a entender, y me alegra que ese día Jade te ayudase. Gracias a ella las conociste — le digo, sin dejar de oler su cabello.
Su aroma es delicioso, lavanda y jazmín.
Me abraza fuerte y después de un rato volvemos a casa. Quiero que cene con mis padres, de todas formas tiene su mochila ahí. Al llegar, la primera en recibirnos es mi madre, que agarra sus mejillas y le sonríe con ternura.
—Pasa, cariño. Pronto haré la cena, ¿te gusta el puré de patatas y los filetes de ternera?
Mi boca saliva al pensar en comida. Estoy hambriento. Bueno, siempre lo estoy.
—Sí, me gusta mucho — le responde, un poco tímida.
—Bienvenida a la familia, niña — le dice mi padre sonriendo. Él no es de mostrar su amor con besos o abrazos. Él simplemente te lo hace saber.
—Muchas gracias, señor — le dice, tan educada como siempre.
—Me haces sentir viejo — se ríe papá.
—Estás viejo, papá, ya no eres un adolescente — habla mi hermana, pegada a mi madre que está tratando de ocultar su sonrisa.
Mi padre la señala con el dedo, diciendo que tiene que estar de su parte o la castigará un mes entero, haciendo que ella se ponga recta y haga un saludo militar.
—Sí, señor — responde, ocultando la risa.
Mi padre se va al sofá, negando con la cabeza y murmurando cosas como que le han perdido el respeto en esta casa.
Marie mira todo con nostalgia y anhelo y la abrazo fuerte.
—Aquí tienes una familia, hermosa. Todos vamos a estar para ti — le hago saber y mi familia asiente.
Pienso hacerla feliz, que se sienta cómoda con mi familia y que nunca sienta la obligación de hacer algo que no quiera.
![](https://img.wattpad.com/cover/362118070-288-k58989.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Mi Luna
WerewolfKenzo Parker se niega a creer que Jade, la hermana de su mejor amigo, sea su mate y destinada. Piensa que la Diosa Luna le está jugando una broma y no la acepta, sin embargo, él sabe que Diosa Luna nunca se equivoca. ¿Qué hará a partir de ahora? Jad...