Antón
Estamos en el descanso, llevamos toda la mañana entrenando y mejorando los golpes de los que tienen menos experiencia.
De pronto siento un aroma muy leve a rosas y bosque. Parece que está muy lejos, pero puedo llegar a olerlo. Mi lobo aulla y habla nervioso.
—¡Mate! Búscala, es ella — dice Arthur.
Comienzo a seguir el rastro de ese aroma, sin embargo, también me llega un olor a sangre. Camino más rápido por si está en problemas y cuanto más ando, más fuerte es su olor. Escucho como alguien solloza y dice todos los insultos que existen.
Veo a un niñato caminar sin preocupaciones metiéndose la polla en el pantalón y veo que tiene un rastro sangre. No, no puede ser. Mi lobo llora por mi mate sabiendo lo que acaba de ocurrir. Este hijo de puta...
Me voy contra él, tirándolo al suelo y rompiendo su cara a puñetazos. Disfruto escuchando como sus huesos se rompen, pero dos personas me agarran y me separan de él. Andreus y Kenzo, deben haber escuchado mis gritos y veo que el hijo de puta se ha desmayado.
—¿A qué viene esto? — pregunta Kenzo muy tranquilo.
Misma tranquilidad que quisiera tener yo en estos momentos. No le respondo y sigo buscando a mi mate hasta que la veo tirada en el suelo sin pantalón, hecha una bolita en el asqueroso pasto, y entonces, veo sangre salir de su intimidad.
Me acerco a ella muy despacio, que sigue sin sentirme, ya que no deja de llorar y temblar sujetando su vientre.
—Pequeña — susurro con un nudo en la garganta.
Es hermosa y es mi mate, tengo que cuidarla. Ella alza la vista, dejándome ver sus ojos azules como el cielo llenos de lágrimas, se asusta y se arrastra hacia atrás.
—Tenemos que cuidarla — llora mi lobo y quiero hacer lo mismo.
Levanto las manos en señal de paz, pero ella no me mira.
—Joder — escucho a Andreus y mi mate tiembla más.
—No te acerques a ella — me pongo a la defensiva aunque sé que no debería. No con ellos.
No sé cómo actuar y siento que voy a perder la cabeza al ver a mi mate así.
—Solo queremos ayudar, hermano — dice con voz tranquila.
—¿Me puedes decir tu nombre? Eres mi mate — le hablo a ella con voz suave y levanta la mirada.
Me quito la camisa y se la tiro para que pueda cubrirse. No quiero acercarme, en su estado puede que me vea como otro hijo de puta y no quiero que piense eso, quiero que me reconozca.
La huele, me mira y comienza a llorar más fuerte.
—Lo siento — dice y apenas la entiendo —. Lo siento mucho.
Mi corazón se detiene al escucharla. Ese pedazo de mierda la ha violado y ella se culpa por eso.
—Tranquila, déjame ayudarte. Me llamo Antón y tengo veinticinco años. ¿Me dejas ayudarte?
Me mira durante varios minutos y cuando asiente me acerco un poco más. Kenzo vuelve con una manta para cubrir a mi mate.
—¿Puedo ponerme a tu lado? Solo quiero cubrirte, pequeña.
Asiente otra vez y estoy a su lado, envolviendo su cuerpo para que no la vean.
—Dime tu nombre, por favor.
—Sara, soy Sara — dice entre sollozos —, y tengo… tengo dieciocho años.
No deja de temblar y sigue diciendo que lo siente.
—No es tu culpa. Tranquila, hermosa, no fue tu culpa — abrazo su cuerpo con fuerzas.
—Él quiere a Jade para él, quiere que deje a Alfa Kenzo... yo... yo quería a Andreus para mí... por porque pensaba que era mi mate — comienza a hablar entre lágrimas —. Y yo... yo iba a hacer algo para separarlos. Estaba embarazada, él me ha hecho daño, me duele mucho…
Andreus suspira y Kenzo cierra las manos en puños al escucharla. A mí se me rompe el corazón. No solo la ha violado, si no que también le ha provocado un aborto.
—Tenemos que matarlo — gruñe Arthur con rabia.
—Lo haremos, paciencia.
—Lo siento, Alfa. Lo siento, Beta. De verdad lo siento — Está histérica y no deja de llorar —. Diosa Luna me ha castigo, pero por favor, Alfa, no le diga a mis padres. Me iré de la manada, pero no les digas...
Yo niego con la cabeza, ella no puede irse. Volví a mi manada para quedarme.
—Kenzo, no puedes sacarla.
No me responde y miro a Andreus que desvía la mirada.
—Dejaré que Jade decida. Ella siempre sabe lo que hace. Llévala a mi casa y llama a un médico.
Levanto a Sara para irme y llevarla a la casa para que puedan atenderla.
—Lo dejaremos para ti, ahora vete y hazte cargo de Sara. Puede tener daños mayores — habla Andreus al ver que miro al hijo de puta que está tirado en el suelo.
Le agradezco antes de irme y la llevo a mi coche. La dejo en el sillón con cuidado y cierro la puerta para que dejen de verla. La gente se fijado en cuanto he salido de entre los árboles.
Le ruego a todos los Dioses que existen que protegan a mi mate y no tenga nada grave. Va a necesitar ayuda, reposo y medicamentos.
Voy a matar a ese hijo de puta.
No habla en todo el camino, pero la escucho sollozar mientras pasa la palma de su mano por su vientre y se retuerce de dolor.
La llevo en brazos y toco el timbre. Jade abre y al ver a Sara en mis brazos cubierta con una manta me mira con los ojos muy abiertos.
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Mi Luna
WerewolfKenzo Parker se niega a creer que Jade, la hermana de su mejor amigo, sea su mate y destinada. Piensa que la Diosa Luna le está jugando una broma y no la acepta, sin embargo, él sabe que Diosa Luna nunca se equivoca. ¿Qué hará a partir de ahora? Jad...