Bebé Arcoíris.

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En primera: Les advierto, puede que sufran y que será largo.

En segunda: Van a odiar en algún punto a Kara, porque la haré odiable, hasta que se comprenda lo que siente en ese momento.

En tercera: Este va a ser Kara G!P, pero es muy probable que no se incluya mucha temática sexual, porque la temática G!P solo será un medio para desenvolver la temática del OS.

Sin más que decir, les dejo hasta canción para que lloren.

Lena.

Había perdido todo, eso era completamente cierto. Si miraba hacia atrás podía ver claramente que perdí a mi madre, que pese a no ser un ejemplo del amor filial, había sido quien había asegurado mi mínimo bienestar durante la primera infancia; había perdido a Lex, quien inicialmente había sido la segunda persona en mi vida en demostrarme amor, aunque para el final de su vida, ese amor se hubiese transformado en un odio absoluto.

La empresa a la que le había dedicado sangre, sudor y lágrimas en algún momento, en ese intento desesperado de reconstruir un apellido que con los crímenes constantes de mi familia se había hundido más en el fango. Había hecho todo lo posible por salvarla, pero la obsesión de Lex y la necesidad apremiante de mi madre de ayudar a su niño dorado a destruir a los kriptonianos, también había hundido L-Corp.

Si, lo había perdido todo, definitivamente había perdido cada una de las cosas por las que había peleado en mi vida. Pero, no había pérdida que no fuese compensada, lo sabía cuando veía ese brillo angelical apuntando hacia mi.

—Kara. — Lancé un susurro de advertencia, sintiendo como en esa mesa repleta de gente, su mano se colaba bajo mi falda. — No te atrevas.

Ella no me miró, solo sonrió a alguna aseveración hecha por M'gan. — Nadie nos está viendo. — Su voz era un susurro perdido, jamás escuchado por nadie. — Eso te pasa por calentarme antes de bajar. — Los susurros roncos y las medias miradas candentes me hicieron temblar, más aún cuando su mano tomó la mía y la presionó contra su erección. — Te aprovechas porque no puedo provocarte frente a todos. — En ese momento, la rubia descarada se inclinó lo suficiente para ocasionar ese conocido estremecimiento. — No puedo esperar a que las cosas terminen de calmarse, para decirle a todos que soy yo con quien duermes cada noche, que te hago temblar en la cama, que te desmayas entre mis brazos del placer. — Ese fuego que depuraban sus palabras lograron erizarme la piel, lo suficiente para sentir que se me estremecía el alma. — Estoy ansiosa por decirle a todos que yo soy quien te idolatra cada segundo de su vida.

Por un segundo me quedé perdida, mirando al frente solo para no caer en la tentación de perderme en sus ojos y no levantar sospechas algunas sobre esa relación que llevaba un par de meses tejiéndose luego de que ese amor desbordara cada caja contenedora.

—Te idolatro, bonita. — Respondí simplemente, robando mi mano de entre la suya. — Pero no caeré en esas provocaciones en este momento.

—Lena. — La voz de Alex me sobresaltó, desatando de inmediato el miedo latente de haber sido descubierta. — ¿Cómo te has sentido estos días? — Antes de poder dar a conocer la respuesta a eso, sentí la mirada de Kara puesta en mi costado con interés. — La última vez que trabajamos parecías fatigada y el dolor de espalda no te dejaba vivir; ese día en el laboratorio estabas completamente indispuesta.

—¿Qué día? — No me atreví a mirar a Kara, sabía que al cometer ese error, me volvería nada. — Lena, no recuerdo que me dijeras que te sentías mal. — Desde que estábamos juntas, desde que habíamos iniciado esa relación, ella no me perdonaría en absoluto que pasara por alto mi malestar. — Si me hubieses dicho, yo podría haberte ayudado. — Su mano se apretó en mi muslo, esta vez, a modo de reprimenda. — Podría haber buscado algún medicamento.

One Shot SupercorpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora