Omnisciente.
Lena Luthor se encontraba en el ojo de un huracán que nunca había previsto. Había sobrevivido a una vida marcada por el apellido Luthor y combatido enemigos incansables como CEO de L-Corp. Pero nada de eso la había preparado para el caos emocional que dos de las mujeres más poderosas del planeta estaban desatando, luchando por algo mucho más delicado: su corazón.
La ansiedad la carcomía, una culpa aplastante se apoderaba de ella mientras contemplaba cómo su vida se desmoronaba, escapándosele de las manos. ¿Cómo había llegado hasta aquí? ¿Se habría evitado todo este desastre si Diana no hubiese entrado en su vida? Si esa mujer excepcional no la hubiera salvado cuando estuvo a punto de estrellarse con el suelo cuando la arrojaron de ese edificio. Y también, ¿habría sido todo más sencillo si Kara nunca hubiera dado el paso, si hubieran seguido orbitando mutuamente sin atreverse a romper la barrera entre la amistad y algo más?
Esa tarde en su oficina de L-Corp, Lena no estaba preparada para lo que iba a ocurrir. Diana Prince entró sin anunciarse, su andar grácil contrastaba con la tensión que reflejaba en su rostro. Lena se puso de pie de inmediato.
—Diana, ¿qué haces aquí? —preguntó, intentando mantener la compostura, aunque el nerviosismo en su voz era innegable—. ¿Ha ocurrido algo con el acuerdo con Wayne Enterprises?
La mirada de la amazona, alta y majestuosa, la desarmó de inmediato. Se acercó con pasos decididos, y su sonrisa, seductora pero peligrosa, hizo que Lena sintiera un nudo en el estómago.
—Lena, tenemos que hablar —dijo Diana, su voz baja y firme. Lena sintió cómo sus piernas temblaban.
—Diana, no podemos seguir haciendo esto. — Lena suspiró, intentando contener el caos interno que amenazaba con desbordarse—. Esto... nos está destruyendo.
—Lo que no puedo soportar —respondió Diana, con un brillo de desafío en sus ojos— es verte con Kara, sabiendo lo que sentimos la una por la otra.
Diana se acercó aún más, sin dejar espacio entre ellas, su presencia abrumadora hacía que a Lena le costara respirar. Y cuando la mano de Diana se posó sobre su cintura, Lena contuvo el aliento.
—Sabes que no es solo amistad, Lena —susurró la amazona con intensidad—. Sientes algo por mí, igual que yo lo siento por ti. No podemos seguir fingiendo.
Lena abrió la boca para responder, pero en ese instante, la ventana de su oficina se hizo añicos. Kara Zor-El, vestida como Supergirl, irrumpió en la habitación como una furia desatada, tomando a Lena del brazo y separándola de Diana con un tirón brusco. Sus ojos azules brillaban con una furia apenas contenida.
—Diana, te advertí que te mantuvieras alejada de Lena —dijo Kara, su voz baja, peligrosa, cargada de una rabia que Lena rara vez había visto en ella—. Mantente lejos. No te lo repetiré.
—¿Qué vas a hacer, Kara? —replicó Diana con una sonrisa desafiante—. No puedes controlar lo que Lena siente. No puedes detener esto.
Kara avanzó un paso más, tensando cada músculo de su cuerpo, la furia y los celos emanaban de ella como un calor abrasador.
—No es tuya para que la reclames —espetó Kara, con el tono acido—. Lena no es parte de tus caprichos.
Diana dio un paso al frente, con la mirada fija en los ojos de la kriptoniana, sin dejarse intimidar por la amenaza palpable en el aire.
—¿Mis caprichos? —se burló—. Lo que tú no entiendes es que esto no se trata de ti. Lena no es tu posesión.— La mirada de la amazona barrió el cuerpo Lena, quien en ese punto se veía tan pequeña entre ambos colosos todopoderosos. — Si siente algo por mí, no puedes evitarlo. Y por mucho que lo intentes, Kara, jamás podrás detenerme.
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One Shot Supercorp
FanfictionOne shot Supercorp de creación propia, algunos serán según la serie, otros serán de universos alternos.