Operación Supertonta.

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N/A: Mi hiperfoco ha estado bélico estos días, así que disfruten.

Omnisciente.

Samantha Arias se recostó en el sofá de su elegante apartamento en National City, su mente en un torbellino mientras el suave zumbido de la ciudad se filtraba a través de las ventanas abiertas. Las luces de la urbe brillaban como estrellas que se extendían hasta el horizonte, pero la belleza del paisaje no lograba distraerla de la situación complicada que se desarrollaba en su círculo cercano.

Desde hacía semanas, Samantha había observado algo que los demás parecían pasar por alto: el enredo emocional entre Kara Danvers y Lena Luthor. La atracción entre ellas era palpable, aunque ambas parecían ciegas a la realidad de sus sentimientos. La tensión entre la superheroína y la magnate tecnológica estaba envuelta en una amistad complicada y en una fachada de platónico que ni siquiera ellas se creían completamente.

Para cualquiera que las rodeara, era agotador ver cómo se tejía esa órbita gravitacional entre ambas mujeres. Era evidente que la atracción había estado viva durante años, probablemente desde el inicio de su amistad. Sin embargo, ambas eran tan temerosas que apenas podían mirarse durante más de dos minutos seguidos sin intentar huir lo más lejos posible, abrumadas por la vergüenza de haber compartido una mirada.

Samantha Arias estaba cansada de esta situación y aún más cansada de que nadie hiciera nada al respecto. Decidió que era el momento de actuar.

Una tarde, mientras Samantha se encontraba en el laboratorio de la DEO, notó cómo Kara y Lena intercambiaban miradas que hablaban más que cualquier palabra. Lena, con su cabello oscuro y su elegancia innata, parecía irradiar una atracción que Kara no podía ignorar. A su vez, Lena miraba a Kara con una mezcla de admiración y deseo que Samantha podía percibir claramente.

Con su aguda mirada y mente estratégica, Samantha decidió que era hora de intervenir. Pensó que, si lograba mostrarle a Kara lo que sentía Lena y viceversa, podrían aclarar sus sentimientos y, quizás, dar un paso adelante. Pero sabía que su plan no sería tan simple.

El primer paso consistía en reunir las pruebas que tenía frente a sí misma, conectar los puntos y llevar a cabo su estrategia. Durante una reunión en la DEO, observó cómo los puños de Kara se apretaban cuando Vásquez, sin querer, le ofreció una sonrisa brillante a Lena y tocó suavemente el hombro de la magnate tecnológica. Los celos eran evidentes y, para Samantha, eran la clave para avanzar en su plan.

Fase 1: "La noche de juegos."

La noche llegó con la misma suavidad que un manto oscuro se despliega sobre una ciudad bulliciosa. En el elegante apartamento de Samantha Arias, la atmósfera estaba cargada de anticipación y tensión. Kara, Lena y Andrea Rojas, la inesperada invitada, llegaron puntuales. Samantha los recibió con una sonrisa amplia, una calidez superficial que ocultaba un propósito mucho más siniestro. Sabía que esta noche, de alguna manera, desataría un huracán en medio de la habitación.

—¡Hola a todos! Me alegra verlos —exclamó Samantha, dirigiéndose directamente a abrazar a Lena con una familiaridad que parecía un poco excesiva. La manera en que rodeó la cintura de Lena y la duración del beso en su mejilla parecían cuidadosamente calculados. Era un gesto que iba más allá de la cordialidad habitual, algo que no pasó desapercibido para nadie.

Lena se sonrojó, una reacción que combinaba sorpresa y confusión, y trató de mantener su compostura, ofreciendo una sonrisa algo torpe. —También es un gusto verte —murmuró suavemente.

Kara observó la interacción con una mezcla de sorpresa y desasosiego. Hizo un esfuerzo por sonreír mientras saludaba a todos, pero sus ojos seguían involuntariamente a Samantha y a Lena, quien, con un par de palabras cruzadas, se había puesto como un tomate. El corazón de Kara latía con fuerza, abrumado por un torbellino de celos y frustración.

One Shot SupercorpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora