𝐃𝐞𝐬𝐚𝐩𝐚𝐫𝐞𝐜𝐞𝐫.

Capitulo 1

15 de Abril

Kevin.

Son las siete cuando me despierto. En este momento todos están durmiendo y estoy intentando hacer el mínimo ruido posible.

Busco mi toalla y la ropa que me voy a poner hoy. Pongo música y me ducho lo más rápido posible con agua fría.

Este es mi momento favorito del día, donde puedo pensar con claridad y poner en orden mis ideas.

Cuando terminó enciendo la pantalla de mi móvil viendo que solo me queda un cuarto de hora para llegar.

Abro la puerta y oigo ruido en la cocina sabiendo que es mi madre.

—¿Kevin?

—Buenos días —le doy un beso y camino rápido hacia la puerta de salida.

—¿Ya te vas? —pregunta con el ceño fruncido.

—Llego tarde.

—¿Y el café? —se escandaliza.

—Guardalo para esta tarde —le regalo una sonrisa de disculpa y salgo.

Corro hasta llegar a la puerta de mi academia saludando al portero por el camino y a la poca gente que hay en los pasillos dirigiéndome a mi taquilla.

Guardo todo y cuando me giro veo a mi mejor amigo Marc caminando despreocupado y alegre hacia mi.

—Fantasmita —lo saludo extendiendo mis brazos.

—Tigre —contesta con el molesto apodo que adquirí un día de fiesta.

Ese día íbamos borrachos y yo parecía un tigre buscando a su siguiente presa, según él.

Raramente salgo pero cuando salgo soy el rey de la fiesta.

—¿Sabes que nos toca ahora?

—Creo que literatura, ¿leíste el libro? —se apoya en las taquillas cruzando sus brazos por delante y levanta una ceja.

—¿El libro? —asiente, haciéndome recordar que hoy hablaríamos sobre eso.— ¡Mierda!

Busco en mi taquilla pero no lo encuentro.

—Te lo habrás dejado en la biblioteca —dice Marc negando con la cabeza con una sonrisa burlona.

—Iré ahora a recogerlo, si llego tarde inventate una excusa seguro sabes algo eres creativo en estos casos.

Cierro la taquilla y paso junto a él dándole una palmada en la espalda.

Abro las puertas grandes de la biblioteca dirigiendo a la recepción donde se encuentra Lina, la bibliotecaria.

Es una señora mayor con aspecto cansado pero te sonríe y parece la persona más feliz y acogedora del mundo.

—¿Kevin, que te trae por aquí muchacho?

—Buenos días, Lina. ¿No habrás visto un libro de literatura?

—Lo comprobaré pero ayer vinieron las limpiadoras y siempre me cambian cosas de sitio, al final tendré que hablar seriamente con ellas.

Sonrió y me giro hacia la puerta al oír murmullos.

Son dos chicas que no había visto antes.

La primera es pelirroja con un montón de rizos pequeños y perfectos saliendo de su desordenado recogido, un poco más alta que la otra, de piel morena y con su antebrazo derecho tatuado dándole un aire rebelde.

La otra es rubia que seguro podrías confundir con blanco si le da él sol, sus facciones son suaves y me gustaría acercarme para comprobar si sus ojos son del mismo color de la miel.

Están por salir y ruego a Dios para que se gire y pueda tener un mejor ángulo de su cara.

Siente mi pesada mirada y se gira con curiosidad, calentando cada célula de mi cuerpo y acelerando mi corazón.

Puedo sentir como sus ojos miel quedan grabados en lo más profundo de mi.

Su nombre. Quiero saber su nombre.

Es lo último que pienso antes de que salga y la pierda de vista.

Me giro encontrando a Lina mirándome con una sonrisa y mi libro de literatura entre sus manos.

Suspira.

—El amor a vuestra edad es apasionado y entretenido como un buen libro de romance.

Sonrió negando lentamente con mi cabeza.

—¿Ese es mi libro?

—¡Oh, sí! La próxima vez ten más cuidado o no tendrás tanta suerte como hoy.

Asiento y salgo con mi libro entre manos pensando en ella.

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Hola, este es el primer capítulo de esta novela llamada "Desaparecer", me encantaría que lo apoyen y me dejen saber lo que piensan.

Perdón de ante mano si hay algunas faltas ortográficas, ya con el tiempo las iré arreglando.

Sin más que decirles, gracias por darle una oportunidad a esta novela y espero que sea de su agrado.