🛸 Epígrafe 🛸

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Después de las dos partes que ya expuse, vimos al lado izquierdo de Nuestra Señora, un poco más alto, un ángel con una espada de fuego en la mano izquierda. Al centellear despedía llamas que parecía iban a incendiar el mundo. Pero se apagaban con el contacto del brillo que de la mano derecha expedía Nuestra Señora a su encuentro. 

El ángel, apuntando con la mano derecha hacia la tierra, con voz fuerte, decía: «Penitencia, penitencia, penitencia».

Fragmento del tercer secreto de la virgen de Fátima



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Los desterrados hijos de EvaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora