Ya quiero leer sus reacciones a este capítulo!
Zaira
El domingo llega, finalmente, y estoy que camino por las paredes. Se supone que Owen vendrá a buscarme en veinte minutos y yo no encuentro mi otro zapatos.
—¡Si hay duendes aquí o cualquier entidad mágica, es el momento de colaborar! —chillo.
No hay respuesta. Ni mágica, ni humana. Creo que escucho a uno de mis vecinos decir que la de quinto c está loca y no puedo culparlo. La del quinto c soy yo, por si quedan dudas.
Encuentro los zapatos bajo el sofá —no sé cómo llegaron allí— y me los pongo, volviendo a acomodar mi pelo. Dos veces. Después, aliso la camisa. Es verde, como sugirió Katia y llevo un pantalón plisado negro y zapatos del mismo color. Mi cabello cae de forma natural por mi espalda y mi rostro tiene apenas un poco de maquillaje.
Estoy más nerviosa que cuando defendí mi tesis de grado frente al panel médico de la universidad. Más nerviosa que mi primera residencia. Más nerviosa que la primera vez que cosí una sutura. Todo causado por el enorme miedo de que mi madre dé vuelta su cabeza, olvide su entusiasmo y nos haga pasar un momento horrible.
Cruzo los dedos.
Solo pasan unos minutos antes de que mi teléfono suene con un mensaje de Owen, diciendo que está en la puerta.
—Pusiste una sonda gastro nasal con diecisiete años, Zaira Hadid, puedes almorzar con tu madre y Owen —me digo a mí misma mientras bajo.
En el ascensor, vuelvo a revisar mi reflejo y, en la entrada, respiro profundamente. Busco la moto de Owen, pero ha venido con la camioneta y está con Clavel, ambos fuera del vehículo.
Lo primero que me sorprende es la vestimenta de Owen. Lo he visto con su traje en Seks, pero tiene un pantalón negro y una camisa gris de mangas largas. Excepto los tatuajes de sus nudillos, no se ven los otros. Luce mucho menos amenazante.
—Estás hermosa —el comentario de Clavel me hace dejar de mirarlo y me apresuro a saludar.
Me da un abrazo rápido, pero cálido, antes de meterse a la camioneta.
—Luces bastante bien —los ojos de Owen me recorren y le sonrío.
—¿Solo 'bastante bien'?
Se muerde ligeramente el labio inferior.
—Estás preciosa —mira ligeramente hacia atrás, donde Clavel hace un muy mal trabajo en ocultar que nos observa—. ¿Voy a tener que comportarme frente a tu madre?
Le sonrío.
Me acerco a él, besando sus labios por apenas unos segundos.
—No tenías que vestirte para agradarle a mi madre —le explico—. En medio de toda la locura le dije que estabas cubierto en tatuajes.
Me pone la mano en la cadera y me acerca a él.
—Es bueno saberlo.
—El gris te queda bien, combina con tus ojos —le sigo, tocando el cuello de la camisa.
—Sube antes de que me arrepienta de todo esto y te arrastre arriba, Zaira —me gruñe.
Antes de subir a la camioneta, lo rodeo con mis brazos. Me tengo que poner en puntas de pie, pero alcanzo sus hombros y suelto un suspiro.
—No tenías que hacer esto, pero estoy muy agradecida —murmuro.
Me observa por algunos segundos. En silencio, me da un asentimiento leve para después abrir la puerta del copiloto, donde pretende que suba.
ESTÁS LEYENDO
Morfina | SEKS #6
ChickLitSERIE SEKS, LIBRO #6 Zaira trabaja en un hospital. Owen en un club fetichista. Sus vidas no deberían cruzarse, pero cuando la enfermera comienza a tomar clases de defensa que Owen imparte, sus destinos se entrelazan y la tensión entre ellos hace im...