Owen
Lo que estoy haciendo está mal en muchos niveles. Seguir a Zaira con mi moto podría considerarse un acto de acoso y soy consciente de que mis actitudes son reprochables, pero necesito saber qué demonios pasa con ella.
El arte de seguir a una persona sin ser notado es algo que no se olvida, a pesar de los años y tengo mucha experiencia en esto.
Detengo la moto a casi una calle del lugar donde el médico con el que salió detiene el auto y observo cómo ingresan a un bar. No puedo ver si sonríe o no, pero parece cómoda con él y sigo queriendo entender qué sucedió para que haya decidido ignorarme durante todos estos días.
Su expresión parecía más enfado que tristeza y eso me hace dudar sobre la causa de esto. No sé cómo está su madre, pero no creo que haya pasado algo malo si ella está con este tipo en un bar.
Tipo que puso su mano en su espalda y me miró como si tuviera lepra.
Se quedan un buen rato en el bar. Desde mi lugar, más cerca y de pie, solo puedo ver el reflejo de ellos, uno frente al otro, con cervezas. Zaira bebe dos y él tres, lo que me hace ser determinante al momento de decidir si seguir aquí o no.
El idiota podría accidentarse y ella también, así que me convenzo de que esa es la razón por la que espero.
Salen una hora después. Suben al coche y mi mente divaga las opciones si no van a su casa. O si lo hacen.
El tipo no se baja del coche, pero ella sí. No pude ver si se basaron, pero ella parece un poco ebria cuando entra a su edificio.
El auto se va. Yo me quedo hasta que veo que las luces de su piso se encienden. Dejo la moto estacionada a varios metros, acercándome a la entrada, pensando si intentar hablar con ella o no.
Primero, marco su número. No responde. Insisto una segunda vez, que también ignora.
Suspiro y clavo mi dedo en el timbre.
—¿Quién es?
—Soy Owen —murmuro—. Tenemos que hablar.
—Vete.
Presiono mi frente contra la pared, tratando de encontrar templanza.
—Estás enfadada conmigo y quiero saber qué pasó. Pensé que las cosas estaban bien entre nosotros.
Suelta un resoplido.
—Claro. Vete, Owen. No quiero verte.
Corta la comunicación, dejándome más confundido.
Retrocedo, alcanzando mi moto y reprimiendo la mala idea de trepar por su balcón. Tengo experiencia, podría hacerlo, pero sobrepasa cualquier tipo de decencia y la voz molesta de la razón me dice que no estaría bien.
Conduzco con enfado, frustrado por esta situación y me pregunto qué demonios hacer. Vuelvo a repasar cada cosa entre nosotros, cómo me habló sobre su madre y lo bien que estábamos antes de que Bruno apareciera.
No puedo enojarme con él por pensar que algo estaba pasando. Es extraño que desaparezca sin dar señales de vida, pero estaba muy cómodo entre las piernas de Zaira como para recordar que debía avisarle que estaba bien.
Aunque Zaira no lo vio, Bruno no dijo nada que hubiera podido hacer que se vaya y sigo repasando todo. Estaba enfadada cuando se fue, pero no hice nada. Fui cuidadoso, me aseguré de hacer todo de la manera más sensata.
No logro dormir. Apenas descanso unos minutos y, alrededor de las siete de la mañana, conduzco al cuartel.
Hasta las diez, me la paso en el gimnasio, tratando de quitarme la frustración que tengo desde hace días. Tras darme una ducha, noto que Bruno no está fastidiando con su presencia, lo que solo significa una cosa: está con Alexis.
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Morfina | SEKS #6
ChickLitSERIE SEKS, LIBRO #6 Zaira trabaja en un hospital. Owen en un club fetichista. Sus vidas no deberían cruzarse, pero cuando la enfermera comienza a tomar clases de defensa que Owen imparte, sus destinos se entrelazan y la tensión entre ellos hace im...