32 💌 : Epílogo

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Era miércoles 13 de marzo

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Era miércoles 13 de marzo. Karma caminaba a paso lento y despreocupado hacia la abandonada colina de la Clase E, esperando que sus ex-compañeros de asesinato no asistieran a la misma hora que él; sería bastante vergonzoso, a decir verdad.

El aire estaba fresco y le revolvía el cabello que se había encargado de peinar hacía poco, arruinando todo su arduo trabajo. Se dedicó a ignorar ese hecho y caminar directamente hacia su destino.

La escalinata a la colina de la Clase E estaba llena de hojas, no había rastro de pisadas ni nada parecido, así que se relajó una vez estuvo arriba; no había nadie.

Suspiró cuando vio el aulario, igual o más cuidado que como lo recordaba; parecía estar vivo de alguna manera, a pesar de que ya no había nadie vivo ahí.

Intentó pensar en otra cosa cuando se sentó en las escaleritas del frente, otra cosa que no fuera su profesor amarillo. Ese era un lugar significativo para él, por ello Gakushū lo había citado ahí, pero no podía evitar sentirse un poco decaído, sobre todo ese día.

Era el primer aniversario de la muerte de Koro-sensei. Si miraba con atención, todavía podía verse a sí mismo junto al pulpo, en el pasto, mientras esas pequeñas luces se consumían en el aire.

—¿Mucho viento? —Karma alzó la mirada cuando escuchó la voz de su ex-pareja. El peli naranja estaba caminando hacia él, probablemente había estado detrás del aulario todo ese tiempo; ya se le hacía raro que llegara tarde.

El oji violeta portaba una camiseta blanca y un pantalón de mezclilla negro. Karma jamás se acostumbraría a lo joven y lindo que el contrario se veía cuando no traía el uniforme escolar puesto… y también cuando sí lo traía puesto.

—¿Cómo dices? —alzó una ceja.

Gakushū se sentó junto a él y sin más, como si fuera lo más normal del mundo, comenzó a acomodar los cabellos rebeldes que el viento había despeinado. Pronto, ya ni siquiera estaba acomodando nada, solo acariciaba la melena del contrario con cariño, poniendo algunos cabellos más largos detrás de su oreja.

—¿Desde cuándo eres estilista? —curvó sus labios en una sonrisa; no podía evitar sentirse en casa con aquel toque tan cariñoso.

—Mmm… desde hace treinta segundos —sonrió—. Debo decirte que soy el mejor; te ves precioso.

—¿No me veía precioso cuando llegué? —logró preguntar, intentando no pensar mucho en el cumplido que Gakushū le había dado para salvaguardar un poco su dignidad.

—Tú siempre te ves precioso.

Ambas miradas se conectaron hasta que el pelirrojo la apartó. Recargó sus codos en el siguiente escalón y echó su cabeza atrás para poder ver el cielo. Estiró sus piernas también, adoptando una postura bastante despreocupada. Suspiró.

—¿Qué estamos haciendo aquí?

—¿Te molesta? —preguntó, sonando repentinamente preocupado—. Sé que este lugar significa mucho para ti, y también me pareció que era más privado… ¡Pero si quieres podemos ir a otro lado, yo…!

1.11 [Karushuu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora