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Las primeras clases del dia fueron increíblemente rápidas y fluidas; Gakushū tenía que admitir que le agradecía a su padre por haberle enseñado asignaturas y contenido de sobra para sobrevivir hasta la universidad son mayor problema

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Las primeras clases del dia fueron increíblemente rápidas y fluidas; Gakushū tenía que admitir que le agradecía a su padre por haberle enseñado asignaturas y contenido de sobra para sobrevivir hasta la universidad son mayor problema.

-Hoy es día de takoyaki -canturreó Ren apenas en timbre para el receso se hizo presente.

Ciertamente, Gakushū se preguntaba seguido si la similitud de gustos con su mejor amigo se debía a una casualidad o al hecho de que pasaran tanto tiempo juntos.

-Y voy a desayunar con Aoi -suspiró el castaño.

Y cada vez más, Gakushū confirmaba que era mera casualidad porque no todos sus gustos eran compartidos, gracias al cielo.

Rodó los ojos y miró hacia la banca a su derecha por inercia. El alumno seguía ahí, con la cara metida entre los brazos y -seguramente y por la forma en que respiraba- estaba más que dormido.

Esperó a que todos salieran, poniendo como excusa que tenía que hacer algo antes de ir al receso, y luego de levantó de su asiento para dirigirse al del pelirrojo. Se agachó ligeramente y pudo escuchar mejor que nunca la respiración profunda y ligeros ronquidos del chico.

Lo contempló por un momento; se veía demasiado pacífico. Pensó, por un momento, no molestarlo y dejarlo ahí dormido...

-¡Akabane! -alzó la voz al mismo tiempo que estampaba su mano contra los mechones rojos.

... Pero seguía teniendo cierto sentido de responsabilidad como ex-presidente del consejo estudiantil.

El chico poco a poco levantó la cabeza y le mostró una mirada molesta e intimidante. Aunque poco importaba; se trataba de Asano Gakushū.

-Es hora del receso. Levántate -dijo y comenzó a caminar hacia la salida.

-Ah, gracias por preocuparte porque no me quede sin comer; qué lindo de tu parte, ex presidente~

El pelinaranja detuvo su andar y miró hacia atrás, hacia el demonio oji cobre que lo miraba burlón desde la última fila.

-Me importa un bledo si no comes. Los salones se inspeccionan para que no haya ningún alumno durante el receso -dijo. Agradeciendo que el día que él habló con Akari en un salón vacío, eso no hubiera ocurrido-. Si quieres dormir, ve a la enfermería, Akabane.

-Jo, ya que insistes, desayunaré contigo, Gakushito.

-¿Qué? No quiero desayunar contigo.

-¿Entonces desayunaras solo? Oí que tú mejor amigo va a desayunar con... -se llevó la mano a la barbilla, fingiendo pensar- Aoi-Chan.

-Maldito idiota, ¿Estabas despierto?

El pelirrojo sonrió y saltó fuera de su silla para caminar hasta quedar al lado del ojo violeta.

1.11 [Karushuu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora