1.11 [Karushuu]

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Karma abrió los ojos como platos al sentir el contacto, pero no por mucho; pronto sus párpados comenzaron a pesar.

Sus ojos se cerraron por completo en el segundo en el que las manos de Gakushū se posaron en sus mejillas para intensificar el beso. No era nada parecido al beso que le había robado al peli naranja aquel día; era lento pero profundo y cariñoso.

Llevó sus manos sobre las ajenas y se dejó llevar, sintiendo su cuerpo se sintió caliente cuando Asano sonrió a la mitad del beso.

Cuando Gakushū se alejó despacio, le tomó a Karma unos segundos poder abrir los ojos. Al hacerlo, ahí estaba el chico del que había estado enamorado todos esos años, mucho más lindo que nunca; tenías las mejillas sonrojadas, y los labios rojos y ligeramente hinchados. Sus ojos no se apartaban de los orbes cobres de Karma ni un segundo.

-Yo te di el primer beso -dijo Karma cuando recuperó el aliento, todavía mirando a los ojos de Gakushū, hipnotizado-. Es un empate.

-No me gustan los empates.

Esta vez sus manos se posaron en la cintura de Karma antes de volver a unir sus labios; las del pelirrojo siguieron su camino hasta los hombros de Asano, quien aceleró el ritmo cuando escuchó al contrario jadear por aire. El beso pasó demasiado rápido, para su gusto; hubiera dado todo por poder besar a Karma el resto de su vida.

-Bueno -se separó el pelirrojo al cabo de un par de segundos-, al menos ahora puedo hacer una nota que diga lo bueno que eres besando.

Gakushū sonrió avergonzado, escondiendo su rostro en el hueco entre el hombro y el cuello de Karma.

-Realmente no sé de dónde sacas tantas... Cosas.

-Ya sabes; me inspiras, Gakushito~ Pero tú solo eres la musa, yo soy el artista genio.

-Creí que solo Ren tenía delirios de poeta, ahora veo que me equivoqué -se irguió de nuevo para mirar a los ojos del contrario.

-Hablando de delirios, siento que este es uno de esos, así que tengo que preguntar... -dio una profunda respiración-. ¿Ahora qué? Por mucho que ahora sé que me gusta besarte, un amigo con derechos no es lo que quiero.

-No soy bueno para ti... -bajó la mirada hacia las manos de Karma que aún seguían sobre su pecho y sonrió ligeramente-. ¿Es demasiado egoísta que eso no me importe? Me gustaría intentarlo, porque últimamente no sales de mi cabeza.

-Eso es suficiente para mí -sonrió, con el corazón golpeando con fuerza su pecho.

-Entonces está hecho. Quiero estar contigo, Karma. Quiero que seas mi novio.

No podía creer su suerte. ¡Había funcionado! Los años de espera, de ver a Gakushū de lejos, añorando poder confesarle sus sentimientos, todas las notas y las noches en vela pensando lo lindo que sería tener al peli naranja a su lado. Todo había valido la pena, ahora eso no tendría que ser un sueño; podía ser una realidad.