1.11 [Karushuu]

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No tenía palabras. ¿Cómo las tendría si estaba viendo a su padre, el hombre más duro y estricto que había conocido, romperse frente a él?

—Eso… eso no va a pasarme —aseguró con voz firme.

—Es lo único que espero, Gakushū —murmuró—. Sé… que como figura paterna tengo un camino largo que recorrer, pero todo lo hice con el afán de protegerte, ¿lo entiendes? Lo único que quería en el mundo era que mi hijo no sufriera. Probablemente fui muy egoísta, pero estás vivo, así que creí que había logrado mi cometido.

Tal vez Gakuhoū se estaba justificando, tal vez no había dicho que lo sentía, pero… realmente le hablaba como un hijo, y esa era ganancia después de años de sentirse como solo un alumno más.

—Lo que hice… valdrá la pena, padre. Y si hay una persona en este mundo que puede mantenerme fuerte ahora, es Karma —el mayor bajó la mirada; no esperaba ser él la persona que Gakushū mencionara, pero tampoco esperaba que se refiriera a ese pelirrojo que era totalmente lo contrario a su hijo—. Padre… no puedes quitarmelo también.

—El amor te hace débil, Gakushū. No es en vano que no te lo haya demostrado estos últimos diez años —suspiró—. El amor es… peligroso.

—Tal vez —asintió—. Pero me criaron para ser fuerte, y si las cosas con Karma no funcionaran en un futuro, lo entendería. Algo que no me enseñaron a hacer es rendirme —los ojos violeta apagados de Gakuhoū se cruzaron con los suyos, rebosantes en determinación—. Así que lo lamento, padre, pero voy a recuperar a Karma con o sin tu ayuda.

—Me preocupas —admitió con un suspiro resignado—, pero me preocupa aún más lo que harás por tu cuenta si no te apoyo. Necesitas de tu padre; vaya noticia, Gakushū-kun — jugueteó como ambos solían hacer cuando el más joven estaba en la secundaria.

— Claro, claro —rodó los ojos con diversión.

Hubo un par de segundos en silencio, un silencio algo incómodo, a decir verdad. La incontrolable necesidad del menor por abrazar a su padre era fuerte, pero debían ir un paso a la vez.

Quiso reír un poco, pensando en que tal vez su padre tenía razón; tal vez Karma lo había debilitado de alguna manera. Había recibido tanto afecto de su parte que ahora que no lo tenía de parte de nadie, su pecho se sentía extrañamente vacío. Aún así, a pesar de que el sentimiento lo hacía sentir vulnerable… no se sentía mal. Tal vez ser vulnerable de vez en cuando era necesario; Tal vez ser vulnerable era la pieza que le faltaba para poder ganarse el perdón de Karma y recuperar su confianza.

Y casi como si le hubiera leído la mente, Gakuhoū habló.

— ¿Podrías, antes de adentrarnos en lo que sea que quieras que haga, explicarme qué carajos pasó?

El menor sabía que se refería a los exámenes, así que dio una fuerte inhalación antes de responder.

—Bueno… —comenzó—. El primer paso era desacreditar a Shioto; ¿un alumno de su clase, que rara vez ha entrado en los mejores cincuenta puestos, siendo el número uno de repente? Imposible. Sospechoso. Puedo apostarte que justo ahora está siendo cuestionado por todo el mundo —"y se lo merece", quiso añadir, pero se lo tragó—. Lo hice... tanto como venganza personal, como para que cualquier cosa que él diga a partir de ahora, no tenga valor.

No quiso especificar a qué se refería, no iba a actualizar a su padre con los problemas familiares de Karma. Gakuhoū, gracias al cielo, no preguntó a qué se refería.

—Lo entiendo, Gakushū —dijo con obviedad—. Fue tu padre quién te ayudó a alterar sus exámenes gracias a los vacíos legales en las reglas, ¿lo olvidas?

—Sí, sí, lo sé —respondió resignado; una cosa era que lo agradeciera y otra que quisiera que se lo restregaran en la cara—. Después, por supuesto, yo tenía que salir de los primeros puestos para demostrar… —miró a su padre de reojo, intentando ser lo más precavido posible con su elección de palabras—. Para demostrarle a Karma que soy más que solo mis notas.

Quizá pudo haber dicho que quería demostrar que las notas no eran tan importantes para él como lo era Karma, pero la mirada de advertencia de su padre le hizo tragarse sus propias palabras. Al fin entendía a lo que se referían los demás cuando le decían que su mirada daba miedo.

—¿Dejaste tu primer puesto… por Akabane-kun? —trató de entender.

—A-algo así.

El mayor suspiró con los ojos cerrados, intentando encontrar paciencia en alguna parte de su interior.

—¿Y qué más? —preguntó lentamente—. ¿Akabane-kun aceptó robarte el primer puesto?

—Karma no tenía idea de nada. Él se ganó el primer puesto con su esfuerzo —sonrió orgulloso casi de manera instintiva. No sabía desde cuándo presumir los logros del pelirrojo se había vuelto su pasatiempo favorito, pero no podía quejarse.

—¿Ah, sí? —Alzó una ceja. Gakushū asintió sin dejar de lado su sonrisa—. Como sea. ¿Ahora qué? ¿Vas a perder tu orgullo e ir a rogarle a Akabane-kun que vuelva contigo?

—N-no —tartamudeó, sintiendo su cara calentarse; no iba a hacerlo porque ya lo había hecho, y había terminado completamente rechazado—. Obviamente no.

—¿Y para qué me necesitas entonces?

—Principalmente, para que el asunto de Shioto se quede como está ahora, y luego… —bajó la mirada, sintiéndose repentinamente avergonzado—. Bueno, creo que eso es todo…. Por ahora.

Al cabo de unos segundos, una risa burlona salió de los labios de Gakuhoū.

—¿Así que solo querías apoyo moral de tu padre? —alzó una ceja de forma tan burlesca que logró recordarle a Karma.

—Yo…

—Está bien, Gakushū-kun~ —sonrió, todavía con una expresión de superioridad—. Si hiciste todo este teatro para lograr tu cometido, y le dejaste claro a tu enemigo quién manda… tal vez no eres tan débil como pensé.

Y, extrañamente, eso hizo sonreír al menor.

Ulalá, no me gustó el capítulo, queeee sorpresa (sarcasmo, claramente; los capítulos no me gustan muy seguido).

En fin, sé que es mucho relleno, peeeeeero era necesario que estos aclararan qué estaba pasando, y así también ustedes saben cuál fue el plan de Shū.

Dije que iba a terminar esto pronto, pero le tengo tanto cariño que inconscientemente lo estoy alargando JAJAJJAJAJA.

Vayan a leer el último OS del AsaKaru Week y nos leemos aquí en el siguiente cap~

—Les ama, Jenn ❤️