Donde Gakushū tiene un admirador secreto que firma bajo el nombre de "1.11" o donde Karma piensa que Gakushū es demasiado tonto por no descifrarlo.
»Creditos de la preciosa portada a @Markil_Fox
No. 1 en #gakushu el 22/06/23
No. 2 en #asakaru el 13...
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Al día siguiente, el martes, Karma no dejó ninguna nota en el casillero de Gakushū. El peli naranja frunció el ceño al abrir la pequeña puerta de metal y encontrar... libros y cuadernos solamente. Odiaba admitir que se había acostumbrado un poco.
Aún así, permaneció unos segundos mirando al fondo del casillero, pensando en lo que eso significaba. Después de lo que había pasado con Karma el día anterior, era imposible que se estuviera rindiendo con él, y el hecho de que no hubiera una nueva nota lo hacía preocuparse. Creía a Akabane capaz de hacer cualquier cosa para llamar su atención... lo cual le parecía tremendamente peligroso.
Tomó al fin los libros que necesitaría y los metió a su mochila, aún alerta de sus alrededores; no sabía si en cualquier momento iba a hablar Karma por la radio del director declarándose a través de los altavoces de toda la maldita escuela.
Se giró para enfilar a su aula en el momento justo en el que Akari Shioto y su hermano cruzaban el pasillo. Pensó en disculparse -la había culpado de las notas y había dicho cosas estúpidas. No quería que se llevara esa impresión de él-, pero el chico pelinegro se dió cuenta.
Antes de que Asano pudiera siquiera abrir la boca, el muchacho lo analizó de arriba a abajo y le lanzó una mirada amenazadora sin que la chica se diera cuenta. Gakushū rodó los ojos, incluso recordando su propia actitud durante la secundaria; ya hablaría con ella cuando estuviera sola.
Hizo su camino hasta llegar al tercer piso y entró al aula marcada como "2A". Más de la mitad del salón ya se encontraba ahí -Akabane y el resto de los Cinco Grandes incluidos-.
Saludó amablemente a todos y se sentó en su lugar, sin poder dejar de ver al pelirrojo junto a él de manera intermitente. No sabía exactamente cómo reaccionar ante Karma luego de lo que había pasado el día anterior, así que se empeñó en fingir que nada había cambiado; que no estaba realmente avergonzado y confundido.
-¿Qué pasa, Gakushū-kun? -preguntó el oji cobre, sin siquiera mirarlo, con la vista fija en su cuaderno y en los garabatos que estaba haciendo en él con ayuda de una pluma-. ¿Me extrañaste?~
El peli naranja sabía que se refería a la inexistente nota del día.
-En tus sueños -No iba a decir que no sabía de lo que hablaba; era obvio-. De hecho, me siento extasiado de que haya terminado, ya me estaba cansando.
El contrario soltó una leve carcajada que llamó la atención de los alumnos más cercanos a ellos; el resto de los Cinco grandes y escasos tres o cuatro compañeros de la penúltima fila.
-No lo malentiendas, Gakushito~ Nadie dijo que se terminó -sonrió-. Pero no te preocupes, puedo hacerte una si tanto me extrañas.
-Ahorra la tinta de tus plumas para cosas más importantes, Akabane; como estudiar. Pronto serán los exámenes y vas a necesitarlo.