Donde Gakushū tiene un admirador secreto que firma bajo el nombre de "1.11" o donde Karma piensa que Gakushū es demasiado tonto por no descifrarlo.
»Creditos de la preciosa portada a @Markil_Fox
No. 1 en #gakushu el 22/06/23
No. 2 en #asakaru el 13...
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Se despertó a la misma hora de siempre, hizo la misma rutina de siempre, y salió de casa con la misma sonrisa burlona de siempre.
¿Había dormido bien? No. Tenía unas ojeras que probablemente se notaban hasta marte, pero no iba a faltar a clases por lo que había pasado el día anterior. Y no solo por sus asistencias, que le importan poco, en realidad, sino por Gakushū. No iba a permitir que tuviera todo ese poder sobre él; el poder de destrozarlo, de hacerlo llorar por horas y causarle el peor insomnio de su vida (que, sí, todas esas cosas habían pasado, pero nadie tenía que saberlo, ¿cierto?).
Entró al edificio con la cabeza en alto y caminó hasta su aula en el tercer piso. Gakushū no estaba ahí, pero Ren sí que lo estaba; sentado en su silla, mirándolo con una expresión que Karma no pudo descifrar.
Fue directo a su lugar y se sentó, evitando la mirada del castaño, la única persona además de Gakuhoū que sabía de la relación entre el pelinaranja y él. Algo incómodo, sacó su teléfono con el fin de distraerse hasta que profesor de matemáticas se hiciera presente.
—Ren, habrá una junta del conse… jo.
Algo le decía a Karma que Gakushū había pensado que no iría a clases; Tal vez fue la manera en la que lo miró, sorprendido desde la puerta del aula.
—Claro —respondió el oji marrón—. Ya voy. —Caminó hasta su mejor amigo, no sin antes darle otra mirada extraña al pelirrojo.
Gracias al cielo, dicha junta duró casi las primeras dos horas de clases; dos horas que no tuvo que ser fuerte y fingir estar bien. Dos horas en las que pudo mirar libremente el asiento junto al suyo y suspirar, dos horas en las que pudo pensar lo rápido que las cosas habían pasado.
Gakushū había estado en su casa, él le había horneado un pastel de cumpleaños, habían dormido en la misma cama; Karma había arriesgado aún más la relación complicada que tenía con sus padres al salir con él. Había dado todo de sí… Y no había sido suficiente.
Era común en su vida, ya debía estar acostumbrado. Daba todo de sí para comportarse, pero siempre terminaba en peleas; daba todo de sí para ser un buen hijo, pero sus padres no parecían notarlo; daba todo de sí, siempre, ¿y cómo terminaba? Llorando en el aulario, rogando por un consejo a alguien que ya ni siquiera estaba vivo.
Qué ridículo.
Lamentablemente para él, Asano tenía que llegar en algún momento. El castaño y el peli naranja se disculparon con el profesor y fueron directamente a sentarse. Karma solo atinó a fingir que tomaba notas en su cuaderno por el resto del día, luchando contra sí mismo para evitar mirar a su ex pareja en lo absoluto.
Estaba claro que el estar enamorado te hacía hacer cosas estúpidas, como escribir cartas firmadas bajo un pseudónimo, y no quería caer ante esos ojos violetas. Porque sabía que podría. Así que, en cuanto el timbre que anunciaba el final de las clases sonó, Karma se apresuró a meter sus cosas a la mochila sin ningún cuidado con el fin de salir corriendo.
Qué lamentable que, como todo últimamente, las cosas no le salieran como esperaba.
—Karma —escuchó un susurro lo suficientemente bajo como para que nadie más lo oyera—. Espérame en el baño de la planta baja, por favor. Necesito decirte algo.
El pelirrojo tragó saliva con pesadez, realmente tentado a caer, pero sacudió su cabeza y fingió no haber escuchado nada.
Terminó de guardar sus cosas y comenzó a caminar lo más rápido que pudo hacia la salida, todavía escuchando su nombre salir de los labios de Gakushū de una manera desesperada.
Se sentía de la mierda que tu cerebro te dijera algo y tú corazón te dijera otra cosa completamente distinta. Karma se mordió el labio y negó con la cabeza; ni siquiera era real que el corazón tuviera poder sobre los sentimientos, eso seguía siendo tarea del cerebro, así que no había razón para no hacerle caso al increíble órgano que le permitía pensar de forma racional, ni siquiera por Asano Gakushū.
Cuando llegó al primer piso, estaba prácticamente vacío. Los estudiantes parecían, o haber salido corriendo, o estar tomando su tiempo para guardar sus materiales y despedirse de sus amigos.
Pasó de largo el baño. O eso planeaba hacer, hasta que, por detrás, una mano lo tomó por la cintura y otra cubrió su boca, simulando una escena de secuestro muy común en películas Hollywoodenses. Intentó forcejear, pero no había caso; sabía que era —ligeramente— más débil que el contrario.
Cuando ambos estuvieron dentro del baño, Karma se liberó al fin. El atacante cerró la puerta con seguro para luego girarse hacia el pelirrojo.
—Te dije que me esperaras en el baño.
—¿Y qué? ¿Como no hice caso te pareció buena idea secuestrarme? —alzó una ceja—. Tú no me das órdenes.
El oji violeta bajó la mirada, avergonzado.
—Tienes razón, lo siento—mirmuró—, pero hay algo importante que quiero decirte.
—Gakushū —suspiró—. Por favor ya basta.
—No, Karma, escúchame —dio un paso hacia adelante; Akabane retrocedió.
—Sí, sí sigo enamorado de ti —Asano abrió los ojos con sorpresa—. Me has gustado desde siempre y eso no va a cambiar de la noche a la mañana. Y por eso mismo, aunque duela como la mierda, no voy a interponerme en la relación con tu padre. No me corresponde y lo que menos quiero es que tengas problemas con él por mí culpa. Solo… déjame en paz, ¿sí? Ten piedad —pidió con una expresión dolida.
—Es que no es por ti, todo esto es… ¡agh! —se llevó la mano al cabello—. Es más complicado de lo que parece. No quiero que tus padres…
—Wow —negó con la cabeza—. No metas a mis padres en esto. ¿Qué está pasando contigo? Ni siquiera puedes hacer algo por mí; déjame en paz. Deja que me sienta mal y que te olvide después, por favor.
—¡No quiero eso! —Sus irritados, como si estuviera a punto de llorar.
A pesar de lo mucho que su pecho dolió al ver aquello, Karma se mantuvo firme.
—No podemos seguir en este sube-y-baja por siempre, Gakushū —susurró—. Si realmente sentiste algo por mí en algún momento, si te hice reír, si te gustó ese pastel de cumpleaños… Por favor haznos un favor a ambos y aléjate de mí.
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¿Pensaron que las cosas se resolverían fácil? Parece como si no me conocieran~
¿Cómo han estado? Espero que súper bien ✨ Yo entro a semana de exámenes mañana, así que si ese es el caso de alguien más, recuerden que las notas son importantes pero su salud lo es aún más. Por favor cuídense 💜
Si no se han leído el Volumen XIX de CCASCUD, les recomiendo hacerlo para que se liberen del drama de 1.11 JSHJAJAJAJA.
Espero que les haya gustado el cap (aunque quieran matarme), no olviden dejar su voto y su comentario; últimamente no me he sentido muy bien y leer sus ocurrencias me hace sentir mucho mejor JDHJSJA.