Donde Gakushū tiene un admirador secreto que firma bajo el nombre de "1.11" o donde Karma piensa que Gakushū es demasiado tonto por no descifrarlo.
»Creditos de la preciosa portada a @Markil_Fox
No. 1 en #gakushu el 22/06/23
No. 2 en #asakaru el 13...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Te mentí -aceptó cuando Gakushū le llevó al sofá una taza de té de su propia cocina. Aceptó la bebida con manos temblorosas y el oji violeta se sentó a su lado, sin despegar la mirada-. Mis padres no están en un crucero.
-¿Ah, no? -tartamudeó; esperando lo peor.
El oji cobre se mantuvo en silencio unos segundos antes de soltar una risa amarga. Se secó las mejillas con la manga de su suéter.
-Nada. Olvídalo. No viniste a esto.
-No lo esperaba, pero me alegra haber venido -confesó, sintiéndose culpable; tal vez si hubiera aceptado ese helado terminando la feria, Karma no estaría luchando contra sus lágrimas en ese momento.
-¿Y qué haces aquí? ¿Por qué viniste? -dio un sorbo al té, sorprendido de lo bien azucarado que estaba. Casi como si él mismo se lo hubiera preparado.
El peli naranja parpadeó un par de veces, pensando. ¿Por qué había ido? Porque no habría nadie en casa, porque el pelirrojo se había portado increíblemente bien con él la última semana, porque en tan poco tiempo lo había hecho sentir más querido que su propio padre.
-No lo sé -se encogió de hombros-. Pero eso no importa. ¿Qué pasa con tus padres, está todo bien?
No estaba acostumbrado a confortar a otra persona -Asano de la secundaria probablemente le diría a Karma que dejara de exagerar y se iría-, pero sintió la necesidad repentina de escuchar lo que el chico tenía que decir.
El oji cobre bajó la mirada hacia su té, buscando las palabras correctas.
-Van a divorciarse -por un lado, pudo respirar considerablemente mejor sabiendo que sus padres no habían muerto, pero por otro lado, sintió un creciente dolor en el pecho. Akabane sorbió su nariz-. Puede que no sea gran cosa, pero...
-Lo es -dijo, ganandose una mirada confundida-. Ver a tus padres, las personas que más amas y que creías que eran la pareja ideal, separarse es... Es horrible.
-Hablas como si...
Gakushū sonrió con nostalgia.
-La familia Asano no es tan perfecta después de todo, ¿Eh? -Intentó bromear, pero la mirada expectante de Akabane lo hizo continuar-. Mis padres se separaron cuando yo tenía siete. Tal vez no recuerdo mucho y han pasado casi diez años, pero sé que pasé un mes entero preguntando a mi padre porqué mamá no estaba durmiendo en la casa, si estaba de viaje -recordó con la cabeza gacha-. Un día... Creo que me di cuenta de que nunca iba a volver.
-Eras un niño...
-Somos niños, Karma -le devolvió la mirada-. Tenemos dieciséis años; está bien... desobedecer a nuestros padres, cometer errores, decepcionar a la gente, cambiar. Está bien llorar porque la familia que creíste perfecta ya no lo es más, o quizá nunca lo fue.