My Moon Alice Cullen y tu

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Ya había  pasado algo de tiempo desde mi destierro, el cual iba  mejor de lo pensado, tal vez era algo incomodo al tener que dormir dentro de una casa de campaña, lo mas complicado era llegar al trabajo, tenia que preparar la ropa que usaría  con antelación, y esperar que ningún  idiota  la robe, otro problema era la comida, solo había  animales los cuales no iba a matar, aveces Alice traía  algo de comida que ella me preparaba, se que hacia lo mejor que podía, por lo que me acababa todo , incluso si aveces sabia muy mal, con ella todo iba mejorando lentamente pero lo hacíamos funcionar 
-Sabes que no entiendo? – pregunto Alice con algo diversión  mientras me miraba, estábamos  frente a frente dentro de mi casa de campaña – Los chicos dicen que regreso con un horrible olor a perro - cuando dijo aquello, alce una ceja mientras ponía  cara de ofendida -Lo cual les digo que es mentira, hueles muy bien, ademas les digo que solo yo puedo decirte perro - un pequeño sonrojo se asomo en mi rostro, mientras la miraba
-Tu tampoco puedes decirme perro – con mi rostro serio le amenace, siempre me decía  así  lo cual detestaba -Y diles, mas Emmet que es el que siempre se queja, ellos huelen a muerto, créeme  muy muerto – una pequeña carcajada salió  de Alice, la cual puso su mano en mi pierna y por inercia tome su mano para acariciarla - Gracias por todas las visitas, que me has hecho, me mantienes de buen humor
-Gracias por dejarme visitarte
-Escucha, lo siento - mi voz sonó  mas delicada mientras la miraba con una pequeña mueca, pensando en como la trate al inicio – Me comporte como una idiota
-Una idiota total – repitió  mientras reía, pero sus ojos solo me miraban de una manera que nunca antes había  conocido – En algún  momento lo quieres hablar?
-Hablar que?
-De lo que te hizo actuar así  -Movía su rostro mientras mantenía  su sonrisa, esperando alguna respuesta de mi parte, pero no decía  nada, algo común  cuando salía  el tema – Debió   ser difícil, incluso para mi lo fue , durante el viaje a Italia no lo saque de mi mente, pero pensar en ti, el haber esperado años por ti, lo hizo mas fácil  de sobrellevar
-Eres linda, no se puede negar – afirme observando a detalle las facciones en su rostro, como su nariz respingada o la manera en la que sonreía, incluso aquellos ojos únicos  de los Cullen, los cuales odiaba – Pero fui la primera en cambiar, escuche sobre los fríos, mis enemigos, los asesinos de mi padre, la razón por la que mi padre se transformo y consiguió  su mate dejando a mi madre durante su embarazo - una mueca quería mostrarse en su rostro pero lo evitaba – Pensaba que tener un mate, era obligarme a amar a alguien, pero ahora lo veo diferente- todo estaba en silencio, ella me estaba dando espacio para hablar, mientras nuestros ojos no dejaban de verse – Luego, Sam, Jake, Leah , la manada, el consejo de la reserva, todos parecían  ver mal mi imprimación, intentaron no meterse pero ellos al final me desterraron por la peleas que tuve con Sam
-Todo es mi culpa, si pudiera ver tu futuro, nuestro futuro, no hubiera permitido, no podri...
-No te culpes -no se si fue mi instinto, o realmente era lo que deseaba, pero la abrace mostrándole  lo que sentía, la primera vez que estaba tan cerca de ella, su aroma era lo único  que respiraba, era tranquilizante  y solo pude susurrar al estar perdida en ella -en realidad, es un respiro estar lejos, no se lo había  dicho a nadie, pero me había  estado sintiendo como un muerto viviente, cuando me miraba al espejo no me veía  a mi, si no a alguien diferente, algo que no me gustaba ser – me aleje del abrazo para quedar frente a ella, por la molestia que me consumía  al recordar, mi voz incluso sonaba agitada – Todas esas reglas, todas esas restricciones, el tener que hacer lo mejor para la manada, tener un mando que nunca quise y luego verme obligada a cederlo, esa nunca fui yo, Ahora se siente como un sueño el recordar lo que deseaba antes de verme en vuelta  en esto, una familia lejos de aquí , tal vez tener hijos, y siendo honestas, lo único que hago ahora es trabajar y casar vampiros
-Tenemos la eternidad para disfrutarla - su voz sonaba con esperanza y alegría  real, mi mente se perdía  por segundos en todos los problemas que había, pero mi mente se quedo en completo silencio cuando sentí  sus suaves labios sobre los míos  en un beso demasiado lento, mis ojos se abrieron por inercia, mientras me alejaba sin saber que decir, solo reproduciendo aquel  beso en mi mente
-Fue muy pronto?- me pregunto algo nerviosa, mientras intentaba  saber que decir. – Quieres que me vaya?, debí preguntarte si estabas comod.... – La callé, no había  mayor descripción  a lo que había  hecho, le devolví  el beso pero ahora con mas energía, mas rápido, con el deseo de estar mas cerca de ella, de saborear sus labios, y fue ahí cuando descubrí, que todo esto estaba sellado, yo quería estar con ella, no me importaba la manada o los problemas  con los vampiros, la quería  a ella, solo a ella

(7/8)