⚽Quarantanove⚽

156 12 0
                                    

Los siguientes días se basaron en un entrenamiento intensivo con Shawn como miembro oficial del Raimon. La primera idea fue una pachanga entre los miembros, dividiéndose en dos equipos, e intentando llegar al límite para superar al rival. Indudablemente Shawn destacó en todo el proceso, tanto por su indiscutible talento como por su falta de compañerismo. La entrenadora Lina decía que su capacidad para ser impredecible sería una ventaja. Yo lo veía más como una inestabilidad que nos estallaría en la cara en el peor de los momentos.

Hubo una pequeña discusión justo a consecuencia de esa actitud protagonista del chico. Sin embargo, la resolvieron rápido gracias a la intervención de Nathan, que creía necesario potenciar las capacidades individuales de los chicos para superar a la Academia Alius. Fue así como pasaron a la segunda parte del entrenamiento.

-¡Hay que ser como el viento! Solo mirad -Mi vista se desvió al instante al nuevo integrante. Este, con todo el equipo de snowboard puesto, se acababa de tirar desde lo más alto de la pista a la que nos habían llevado. Mientras descendía, sus compañeros del Alpino empezaron a dejar caer grandes bolas de nieve que esquivaba con gracilidad.

-Siempre dijo que le encantaba hacer esquí y snow porque le permitía ir más rápido que corriendo -Una de las chicas del Alpino, la misma que se acercó a Shawn cuando tuvo el episodio en las escaleras el otro día, fue la primera en hablar tras las caras de Mark y compañía-. Lleva años practicando estos deportes. La velocidad agudiza sus sentidos, y así ve mejor lo que pasa a su alrededor.

Todos elogiaron aquel entrenamiento tan poco ortodoxo, y no pude más que admitir que aquello había sido un espectáculo digno de verse en competiciones de nieve. Nunca había probado esos deportes, pero sí era aficionada al surf, así que incluso me planteé darle algún día la oportunidad a la nieve. Por supuesto, el día no iba a ser hoy. Todavía era demasiado pronto. Además, la mirada de la entrenadora cuando hice el amago de entrenar con el resto del equipo me dejó en claro que no pensaba incluirme en ello. Otra vez a ser la rara.

Luego de la efímera demostración del chico todos empezaron a ponerse el equipo de seguridad. La curiosidad pudo conmigo y me acerqué a donde estaban a escuchar un poco más de lo que tenía que decir Shawn, aunque me topé con una pequeña discusión con, para variar, Kevin a la cabeza:

-Nosotros no hacemos entrenamientos tontos, nosotros nos esforzamos y damos todo en cada entreno. -Desconocía la información previa, pero la voz del chico destilaba la frustración que se leía en la forma que observaba a Shawn.

-Eso suena muy cansado -No pude evitar que una mueca se me escapara al oír aquello. A su vez, Kevin saltó indignado, pero antes de poder decir nada el chico prosiguió-. Si vamos a conseguir los mismos resultados, prefiero que el proceso sea divertido.

No pude más que coincidir con lo que decía. Los demás también parecían convencidos con sus palabras, sobre todo Mark, que ya se había colocado todo el equipo y estaba por terminar de engancharse a la tabla de snowboard. Desde la distancia vi como Kevin aún no compraba la actitud del chico, pero no podía hacer nada con aquello. Debía salir de él aceptarle, y hasta entonces ninguno de nosotros podría intervenir directamente. Yo misma no lo había aceptado todavía, pero podía esconderlo mejor que él. Más que suficiente para mi posición.

Volví de mis ensoñaciones cuando escuché los primeros gritos de Mark al deslizarse por la colina. Con él fueron todos, algunos con más fortuna; como Jude y Tori, y otros con menos, como Jack o el propio Mark. Estaba ensimismada viendo a todos entrenar cuando noté un toque en el hombro. Me giré y todas las gerentes estaban a mi espalda:

-Sabemos que ya no eres gerente oficial, pero necesitamos un poco de ayuda con lo que nos ha pedido la entrenadora. -Silvia fue la primera en hablar y su voz, aunque serena, no coincidía con la tristeza en su mirada. Ellas sabían perfectamente cómo había pasado los últimos días, y habían respetado mi decisión de querer mantenerme un poco al margen. Al menos hasta que han necesitado mi ayuda. No las culpaba en absoluto por nada de lo sucedido, aunque por su actuar parecía que se sentían mal por el mero hecho de sacarme de mis ensoñaciones.

Cara [Inazuma Eleven]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora