Avatar Los gemelos de fuego

Capitulo 27

Toph, Azula y Goku llegaron a un pueblo. Las casas tenían un aspecto extraño, estaban moldeadas para que parecieran insectos gigantes. Todos los habitantes eran de piel verde. En la cabeza tienen dos antenas, no tienen cejas y vestían ropas que se parecen a las de los dobladores de arena, pero con más color.

Los tres aterrizaron en las afueras del pueblo. Azula estaba al frente y comenzaron a caminar dentro del pueblo. Los jóvenes y los niños los miraban.

De repente, un Namekku-seijin alto y fuerte camina frente a ellos.

- ¿Quién eres?

- Saludos. Vinimos aquí para hablar con el líder de este lugar.

- Puedes hablar conmigo.

- Dije que necesitamos a tu líder. No eres ni el más fuerte ni el más viejo del pueblo y, obviamente, tampoco el más inteligente.

Ante el comentario, un pequeño Namekku-seijin se rió entre dientes. El hombre frente a Azula gruñó, pero fue detenido por un viejo Namekku-seijin. Estaba usando un bastón pero no parecía que necesitara caminar. "Tal vez sea un símbolo para representar el liderazgo", pensó Azula.

- Soy el líder de este pueblo. ¿Podrías decirme cuál es tu propósito aquí?

Azula se inclinó un poco haciendo la señal de la nación del fuego con sus manos. Detrás de ella, Goku hizo lo mismo y Toph se inclinó juntando los puños.

- Es un placer conocerte. Querremos hablar contigo, pero no sé si podremos hacerlo en un lugar más privado.

El viejo Namekku-seijin vio a los tres extraños por un momento, luego asintió y dijo:

- Sígueme.

Azula, Goku y Toph lo siguieron dentro de la casa de forma extraña.

- Primero, déjame presentarme. Mi nombre es Snai*. Soy el Patriarca del pueblo. ¿Podrían por favor decirme sus nombres?

- Mi nombre es Toph, jefe de policía de la República Unida.

- Soy Gokú.

- Mi nombre es Azula, princesa de la Nación del Fuego y actual líder de la ciudad Tu Zin.

- República Unida, Nación del Fuego o Tu Zin no son lugares que yo conozca.

- Venimos de otro planeta. En nuestro planeta existe un guardián que puede mantener el equilibrio, pero...

- Hace unos meses fue asesinado, y con él, el poder de restablecer el equilibrio. Vinimos aquí porque escuchamos que su gente tiene una manera de conceder deseos.

Goku terminó la explicación que Toph no pudo. El Patriarca asintió al comprender que estaban diciendo la verdad.

- ¿Quieres desear que se restablezca el orden?

- No, necesitamos que el guardián pueda resucitar junto con el poder.

- ¿Porqué es eso?

- Porque la balanza siempre irá hacia el bien y el mal. Si deseamos eso, la paz será temporal. Necesitamos que el guardián esté presente cada vez que eso suceda.

El Patriarca sonrió y asintió. La niña tenía buen cerebro en la cabeza. Puede que tenga un poco más de maldad que los otros dos, pero su corazón está en el lugar correcto, o eso pensaba.

- Muy bien, puedo ayudarte, pero tengo que avisarte de algo. Por favor sígame.

El viejo Namekku-seijin se levantó y caminó hacia la puerta de al lado. Al final de la habitación, había una bola naranja gigante sobre un pequeño altar. La bola estaba hecha de una especie de cristal y dentro de ella se podían ver estrellas de pelaje rojo.