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Reece:

El silencio me agrada, el silencio que hay cuando estoy por calificar un vino sin importar el numero de personas que tenga esperando porque se que esperaran pacientes y sin causar ruido.

Estoy sentado en la mesa de uno de los mejores restaurantes del pais, compartiendo la mesa con dos caballeros, unos hermanos con los que probablemente cierre o no un trato esta noche y con un vino en mi copa que decidirá su destino.

El aroma siempre es la primera prueba y tiene el 30% de mi aprobación en caso lo valga, paso la lengua sobre mis labios y el liquido se pasea por mis papilas gustativas.

—¿Cómo estuvo, Sr. Lansing?—Pregunta uno de ellos y el hermano más prudente lo silencia.

Bajo la copa y observo la botella de vino.

Observo a ambos y el primer hermano cambia la expresión de su rostro al verme, me pongo de pie y abrocho los botones de mi saco, Ghost , uno de mis guardaespaldas llega a mi lado.

—Les agradezco la cena, caballeros.

—Per-

Salgo del restaurante, escuchando los murmullos sobre mi elección, llego al coche donde mi segunda guardaespaldas me espera.

—¿Disfruto su cena, mi señor?

—Mi señor, su saco.—Ghost nos alcanza y se lo recibo.

—¿Hiciste el pago?

—Si, mi señor.

Lo ultimo que necesito es q me echen en cara una cena gratis, despues de un rechazo ante su propuesta que ya me ha pasado.

Evito problemas y ya.

Shadow me abre la puerta y subo al coche, Ghost ocupa el asiento al lado del conductor y Shadow ingresa conmigo a la parte de atrás, saca la tablet y empieza a revisar los pendientes.

Ella es eficiente, si bien la escogieron porque tiene disciplina y es excelente en artes marciales, sin embargo la mayor razón por la que se ocupa de mi itinerario y seguridad, es porque no logre llevarla a la cama.

Según mi padre, que su trabajo sea lo único importante le da puntos a su favor.

—Tiene una cita mañana con su padre a las 8.

—Ghost.

—Su invitada ya esta esperando por usted, mi señor. 

Escucho respirar a Shadow.—Mi señor, la reunión con su padre.

—Llévame al departamento.—Le interrumpo y le indico al conductor, quien enseguida obedece.


(***)


—Bella.—Pronuncio y la mujer en mi departamento se gira en mi dirección, lleva una copa de vino en las manos, que seguramente saco de mi estantería personal.

—Karla.—Me corrige Ghost en voz baja.

—Karla.—Me corrijo y ella me extiende la mano cuando llego a su lado, beso sus nudillos y ella sonríe.

—Bella o Karla, soy ambas. Aprecio que un hombre me diga lo que soy.

Escucho que aguantan una risa detrás de mi y me volteo a ver a los guardaespaldas.

—Déjennos solos.—Ordeno y ambos se retiran.

Me quito el saco que me volvi a poner en el coche.—¿Te hice esperar mucho?—Lo dejo sobre la silla y tomo la botella de vino.—Excelente opción, aunque tengo mis preferencias.

Me sonríe coqueta antes de beber de su copa  y me dirijo a la estantería, abro las vitrinas de vidrio y tomo una de las botellas, la giro leyendo el nombre y la sonrisa se me va.

La cambio por otra y me acerco a ella con el corcho, destapo la botella y cuando se desprende, ella suelta un grito corto.

Sonríe y me ofrece su copa, me niego y le traigo otras dos.

—No echemos a perder un buen vino.

—Lo que dicen de ti es verdad.

—Depende de lo que digan.—Termino de servir y le ofrezco una de las copas. Levanto la mía para brindar con ella.—Por la mujer más hermosa que ha pisado mi departamento esta noche.

—Eres todo un mujeriego.

Sonríe de lado y aun asi lo bebe, pero se lo toma todo de un sorbo. Bebo un poco y ella comienza a caminar por el departamento, viendo los cuadros y las fotografías.

—Son tu padre y tu.—Sigue observando los cuadros e intenta tomar uno que esta boca abajo, pero la detengo.

—Volvamos a brindar.—Le ofrezco más vino y ella acepta.

—¿No tienes fotos de niño?

Me atraganto bebiendo y ella sonríe.

—Tu camisa...—Se disculpa.

Deja la copa y se inclina a limpiar con los dedos, sus uñas largas y con manicure me aprietan la camisa , aparta las manos y me muestra los dedos manchados, los que mete a la boca un segundo despues.

—Delicioso.

—¿Más vino?—Le ofrezco, aunque se que desea otra cosa.

Toma mi copa y me coge del cuello, su boca busca la mía y me besa con ganas, mis brazos envuelven su cuerpo, la guio hasta el mueble y la volteo con brusquedad sintiendo su risa llegar a mis oídos, de un solo tirón y con fuerza le abro el vestido apretado, intenta girarse, pero la empujo poniéndola en cuatro, con sus rodillas apoyadas.

Mis manos  bajan por la curvatura, nalgueo su culo y desgarro las bragas, mi polla esta dura y trago saliva sintiendo aun en sabor del buen vino en mi boca.

 Escucho el molesto ruido del teléfono haciendo eco.

—No pares.—Suplica y no pensaba hacerlo.



(***)


El televisor se enciende y las cortinas se abren, observo una videollamada entrando en la pantalla del televisor.

—Mierda.

—Mi señor, el presidente desea hablar con usted.

—Dile a mi padre que estoy indispuesto ahora.. y donde..—Miro a ambos lados la cama vacía.

—Escolte a la señorita muy temprano. Le ahorre el disgusto... Bella, oh disculpe Karla lo tomo mejor que la mujer de la noche anterior.

—Shadow.

—Oh lo olvidaba, el presidente de la compañía..

Sigue llamándose asi aunque este retirado.

—Te escuche. Responde.

Shadow sonríe y contesto, me cubro con las sabanas y en la pantalla aparece mi padre.

—¿Aun en cama?

—Lo que sea que tengas que decirme no podía esperar dentro de una hora..—Observo viendo la hora y me giro hacia Shadow.

Las 6 ¿En serio?

Ella encoge los hombros.

—No, no puede. —Responde.—El viñedo Coopola cambiara su administración  por primera vez en 50 años.

—¿Lo soñaste? Es imposible que...

—Lo que buscan es quien asegure que el negocio se mantendrá, asi que quiero que tu les hagas la mejor oferta posible, quiero que les des la seguridad de que no existe nadie mejor que tu para ocuparse de sus tierras y su vino como administrador...

—Y pretendes que vaya.

—A Toscana, Italia. Ahora mismo, si.

Sabor a VinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora